Suelto un leve suspiro, sentirlo tenerlo tan cerca de mi me desequilibra de una manera que jamas creí.
-Solo dejame- susurro, mientras miro aquellos hermosos posos grises- liberarme de este calvario... Por favor- su cuerpo se tensa, niega.
-Jamas lo are, estamos casado ahora, he esperado mucho tiempo para tenerte, no pienso dejarte ir, entiéndelo de una buena vez- la furia se apodera de mi, empiezo a golpearlo a morderlo ha hacer de todo por desahogar todo lo que siento.
-Maldito bastardo, eres un desgracia...- de un rápido movimiento se posiciona encima de mi, aprisionando mis manos arriba de mi cabeza, mis piernas a cada lado de su estrecha cintura, puedo sentir cual excitado esta, se que mientras mas intento huir de el, mas despierto su hambre, su calor me calienta como una fogata en noche fría, su mirada se vuelve en mi propia debilidad, el es mi mayor temor, el me hace sentir cosas que no quiero, no confié en él, no le creo, lo odio, y mientras mas cerca esta mas grande es mi recelo asía él.
-No importa lo que hagas, no importa cuanto te resistas Perla, siempre seras mía- sus labios se unen a los míos, reclamándome marcándome como solo el sabe hacerlo, sus labios suaves me besan con pasión con desenfreno lleno de tantas emociones, es demandante demasiado excitante, con una de sus manos, las mete dentro de mi vestido, acariciando mi caliente y ardiente piel, el es como el mismísimo fuego, yo soy como ese hielo que solo el derrite, no lo resisto, por un momento mi cuerpo no recibe ordenes, por un momento el olvida el daño que me hizo- Eres mía solo mía Joye, voy a enseñarte tantas cosas, voy a marcarte, vas a aprender amarme- vuelve a apoderarse de mis labios, me besa con brusquedad, mientras sus caricia se vuelve insistentes demandantes, se cuela entre mis piernas, para prepararme para él, yo siempre estoy lista para recibirlo, dispuesta para tenerlo tan pegado a mi, él es mio, solo mio, si el cree que me engañara de nuevo se equivoca, por que yo no dejare que pongas sus ojos en otra.
Él suelta mis manos, al hacerlo yo le ayudo a quitarse la ropa, el me quita el vestido para así quedarnos completamente desnudos, no puedo resistirlo mas, me abalanzo sobre el para besarle, el me toma entre sus brazos pegándome mas a su cuerpo, jadeos toques desenfrenados, choques de cuerpos dándose todo el placer, de cuerpos necesitados, solo así podemos entendernos, es la única manera de sacar todo lo que sentimos, es como una pelea de poder.
Despierto al sentir unos cálidos labios besarme entre mis pechos, relamo mis labios cuando lo veo jugar con mis pequeños pechos.
-Eres tan exquisita Joye- sus ojos me irán de una manera que no sabría como explicar.
-Sabes, me gustan tus ojos- el sonrie.
-Y a mi me gustan los tuyos Habibti- acaricio su mejilla, el besa el hueco de ella, un extraño sentimiento renace en mi, y por un momento me siento feliz- baila para mi habiba.
-Como...
-Quiero verte bailar, baila para mi- le sonrió.
-No tengo tra...
-Yo compre muchos de ellos, y traje uno conmigo, se que te gusta bailar, y deseo que siempre me bailes a mi- me besa- solo a mi- sonrio embobada, me levanto para vestirme, el me entrega una caja roja- toma yo busco una musica mientras tu te cambias- asiento, voy al baño para colocarme el traje bedlah, consiste en un bello sostén color rojo con monedas y adornos dorados, al igual que una falda casi transparente, que solo cubre el frente y atrás, con corte en ambos lados para dejar descubierta las piernas, también rojo con pequeñas monedas, y lo mas importante que no puede faltar el velo, para sintetizar el baile y sea mas sensual, quiero sorprenderlo.
Me lo coloco con rapidez, delineo mis ojos para luego colocar en mis labios un fuerte labial rojo mate.
-Ya estas lista- pregunta Asim detrás de la puerta.
-SI- la música comienza y yo salgo, Melody of hertbeat se escucha a todo volumen, comienzo a mover mis caderas al ritmo de la música, un embobado Asim me mira sentado en la cama, muevo mi vientre, para luego mover mi pecho y mi cintura, al igual como el velo se desplaza de un lado a otro, pequeños golpes de caderas y demás movimientos sensuales, lo miro de manera sensual, veo como traga saliva cuando me acerco a él, la música cambia empezando Zahma la dunia, me subo a la cama doy vueltas muevo mis caderas con mayor rapidez, muevo mi vientre me voy asía atrás, Asim me da un beso furtivo, me alejo riendo, el se para y empieza a seguir, pero huyo de él, cuando me atrapa me empiezo a mover entre sus brazos, sus labios besan mi cuello muerde mi piel dejando su marca en ella.
-Te amo Perla, no sabes cuanto te amo- lo beso con pasión, me separo de el para seguir bailando, sus ojos son como dos flamas ardientes su mirada quema mi alma, hago todo lo posible para mantenerme cuerda pero se me es difícil cuando se trata de Asim, mi adorado Asim- ven aquí- me toma de la mano, para luego subirme orquestada en sus piernas, puedo sentir su prominencia lista para mi, sin dejar de mirarnos nos acariciamos, nuestros toques son explosivos calientes y mágicos, su mano se escabulle por mi falda, y sonríe al ver que no tengo braga.
-Que interesante señora Abdul, fue muy bueno ese ingenio, acaso quieres provocarme- susurra en mi odio mientras besa mi cuello.
-Sabes tan... Tan bien como yo que para provocarte solo hace falta que me enfrente a ti, eso te excita- gimo al sentir su lengua pasar por el valle de mi pecho.
-Estas en lo cierto, y no sabes cuanto- responde jadeante- esto es el principio sin un final mi amada Joye....