Asoid

Capítulo 11

 

Un joven sale de la cueva más profunda de una montaña invertida, el lugar más inhóspito que se podía encontrar en toda la ciudad; estirando sus brazos, manos y pies suena un ¡Crack! En su espalda.

 

Dos chicas se le acercan al joven y lo saludan de manera cordial – Con su permiso Gran Maestro – se podía sentir la admiración en sus miradas, querían ser poseídas ante tal deidad; arrodillándose para darle paso a esta figura de tan alto calibre.

 

Las botas que pasaban frente a las chicas eran pesadas como si la presión que ejercía ELLA podía compararse con la presencia del Gran Maestro.

 

Un ente flotante seguía a este personaje y a regañadientes le advertía – Sabes que solo quedas unos cuantos meses... – mientras daba vueltas a su alrededor – Meses, meses, meses... –.

 

El joven comienza a batir su mano como espantando moscas, al no darse cuenta se tropezó y cayó de rodillas con las manos en el suelo, las chicas se reían mientras el chico se recuperaba – Noclu, Viejo decrépito... me hiciste tropezar nuevamente – apretando sus puños tomo un poco de tierra y la lanzo al aire; comenzó a lanzar puñetazos al aire con una fuerza tremenda, se podía escuchar el viento silbar.

 

Un suspiro sin remedio salió del Ente volador – Otra vez con lo mismo Senoch, sabes bien que soy incorpóreo desde el accidente – el viejo ni siquiera se molestaba en esquivar mientras los golpes lo traspasaban una y otra vez.

 

Un grito de desesperación se escuchó en toda la montaña demoníaca – Uds. olviden que vieron eso – con una mirada fulminante atacó a las dos chicas.

 

Una de ella sucumbió ante la presión ejercida por Senoch, pero la otra se puso de pie lentamente, comenzó a caminar en dirección al chico; el caminar más sensual que había visto en su vida estaba delante del chico, unas piernas tan largas como sexys, la piel esmeralda que resaltaba su hermosa cabellera oscura como la noche y su preciosa figura.

 

Al acercarse lo suficiente le susurraba al oído – Podemos olvidarlo, pero... – la chica pasa su dedo muy suavemente por el rostro del chico, comenzando por su frente bajando hacia su nariz para terminar en su boca con el pulgar que iba de derecha a izquierda en su labio inferior.

 

Senoch podía sentir como la situación se intensificaba a segundo, era algo que no podía permitir y también ya sabía de estas situaciones gracias al viejo que le comento todo al respecto, sonrojado y casi perdiendo las habilidades para armar oraciones – Pero ¿Qué? – el chico tomó una bocanada de aire cerro los ojos y salió disparado en dirección contraria a la chica – ¿Qué quieres Zia? Ya me tienes cansado de siempre lo mismo – lo agitado en su voz indicaba que la situación estaba a punto de tornarse algo extraña.

 

Zia hace un arco con sus ojos suspirando en sensación de decepción – Pequeño bribón incorruptible... La próxima vez serás mío – pensaba para sí misma.

 

Jugando con su larga cabellera miraba a la chica que estaba arrodillaba en el suelo – Demi y yo queríamos saber cómo Noclu se volvió Etéreo – su delicada voz era como música para los oídos de Senoch. Era algo totalmente irresistible; al estar prácticamente hipnotizado con su belleza el pequeño asintió sin pensarlo.

 

**

Años antes de que Senoch y Noclu arribarán a la montaña demoníaca.

 

Entre cerrando los ojos por el brillar del objeto ovalado Senoch pudo comprender que era lo que antes se había encontrado – Eso es un creador de esencia natural – luego de pasar muchos años en su aislamiento logro comprender muchas cosas del mundo en el que ahora forma parte, quizás que todavía no podía comprender, pero ya sabía que tenía que hacer.

 

Una niebla color tierra rodeaba al objeto liberó un chillido ensordecedor, al mismo tiempo absorbió todos los objetos de valor que había en el ambiente, también tomo los tokens del angioma y el pequeño; la niebla comenzó a girar mientras brillaba con la fuerza de cien soles. Un alma de una bestia de cinco estrellas se presenta ante los ojos de Senoch.

 

Los ojos ensangrentados del pequeño, el estrés mental, la fatiga corporal no eran impedimentos para entender que solo tenía una oportunidad; tomo el alma y la incorporo a la perfección en la mezcla.

 

Un suspiro acompañado de tranquilidad – ¡Lo logré! – gritaba con las pocas fuerzas que le quedaban cuando de la nada un humo gris se presenta y la cara de felicidad de transforma en desesperación.

 

Un rayo con la fuerza del universo se dirigía en dirección al pequeño, luego de no cumplir con una promesa inquebrantable la muerta era lo siguiente.

 

Senoch cierra sus ojos y se prepara para recibir el impacto – Quizás en otra vida puedo hacerlo.... Lo intenté, gracias por todo maestro – decía mientras su cuerpo caí lentamente al suelo.




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