Asquerosa Obsesión (re-subida)

Capítulo 16


 

Al día siguiente 9:15 AM


 

Sophia: estas preciosa cariño.


 

Elisabetta: has repetido lo mismo docena de veces para ya.


 

Sophia: es porque es verdad mi niña.


 

Elisabetta: como sea, ¿la abuela no vendrá?


 

Sophia: la abuela no se siente bien.


 

Elisabetta: pero si será en el patio de la casa no tiene que caminar mucho, ¿no puede venir al menos a la ceremonia?


 

Sophia: Elisabetta ya te dije que no se siente bien, ¿a dónde vas?


 

Elisabetta: iré a preguntarle a nonna si puede bajar -sigue subiendo las escaleras-


 

Sophia: ¡¿porque ya no me escuchas?!, !te dije que no se siente bien como para bajar¡


 

Elisabetta: ¡te escuche no tienes que gritar!


 

Sophia: ¡pues al parecer tengo que gritar para que me escuches!...¡Elisabetta!


 

Elisabetta: ¡déjame en paz mamá!


 

Sophia: ¡¿qué has dicho?!


 

Elisabetta: -ignora la pregunta y sigue su camino a la habitación de su abuela, al llegar a esta se acerca a Elisa y le dice- abuela sé que aún no estás bien pero podrías bajar sólo un momento -no recibe respuesta alguna- por favor que no me dejes sola -solloza sobre su hombro- te necesito ahora, necesito fuerzas para poder hacer esto -nuevamente no obtuvo respuestas- nonna por favor dime que baje ahora y que me case por que es lo correcto -las lágrimas habían arruinado el maquillaje que su madre se había pasado hora y media en terminar en menos de cinco minutos-


 

Elisa: ¿casarte?, ¿tu?


 

Elisabetta: abuela dime que estaré bien, por favor dime qué todo estará bien -las lágrimas, los sollozos y las súplicas parecían estar hechas para Elisabetta-


 

Elisa: pero tu no...¿cuando paso?... no puedes hacer eso


 

Elisabetta: mamá me dijo que era lo correcto


 

Elisa: -se sienta en la cama e intenta ponerse de pie- tu madre no pudo haberte dicho eso cariño seguro te has equivocado -Elisa no podía creer lo que estaba escuchando tanto así  que fue casi una sorpresa ver todo ese maquillaje corrido que no había notado en el rostro de aquella niña desesperada de apenas once años de edad- ven conmigo quítate ese maquillaje y ese vestido tu no te casas con nadie.


 

Sophia: mamá para, ella... -algo de lo que no se habían percatado antes las otras dos era que Sophia se encontraba detrás de la puerta escuchando todo atentamente sin dejar escapar un solo detalle-


 

Elisa: ¡ella nada!, ¿cómo te atreves a hacerle eso a la niña con qué motivos?


 

Sophia: ¡yo también era joven cuando tú y papá querían obligarme a casarme con alguien a quien no quería!


 

Elisa: ¡tenías 19 años ella sólo tiene once Sophia! Y lo siento -sollozó- perdón por no ser la madre que merecías perdón por empujarte a irte de tu hogar, de tu país lejos de tu familia, perdón y mil veces más perdóname -dice entre lágrimas y cae de rodillas frente a su hija- cometí el peor error que puede cometer una madre y es imperdonable lo sé pero no hagas lo mismo con tu hija.


 

Sophia: -toma a Elisabetta del brazo y empieza a caminar fuera de la habitación de Elisa-


 

Elisabetta: mamá déjame hablar con la abuela.


 

Sophia: ¡ya han hablado suficiente basta de berrinches has arruinado tu maquillaje, me has alterado a mi y a tu abuela, tu no eras así!


 

Elisabetta: ¡tú tampoco eras así pero yo me he adaptado a esta maldita nueva forma de ser tuya, maldita egoísta! ~me arde la mejilla izquierda, acababa de golpearme, pero no duele tanto como el sentimiento de pérdida, perdí la esperanza de que sintiera lástima o preocupación por mi, lo peor de todo es que aún la quiero y sin duda esto lo haría por mi nonna, mi hermanito y por ella~


 

Sophia: ¿a donde vas?


 

Elisabetta: iré a lavarme el rostro.


 

Sophia: te acompaño.


 

Narradora

Elisabetta sólo asintió ante la afirmación de su madre, luego de haber llegado al baño y quitarse todo ese maquillaje Sophia se encontraba apurada por terminar el nuevo maquillaje, la ceremonia era a las 9:30 y ya era y 47 este nuevo maquillaje era más sencillo un poco de base, colorete rosa y labial, se veía hermosa y sencilla sus largas pestañas no necesitaban rímel, su rostro era casi angelical pero su expresión era tan deprimente tan falta de felicidad, creo que el drástico cambio en la actitud de la Elisabetta es notable para cualquiera que la haya conocido hace unos meses atrás cuando aún era una niña alegre e inocente es como si todos se hubiesen compuesto para destruir a aquella niña, después de terminar de arreglar a Elisabetta Sophia la guió hasta el altar donde se encontraba un irritado Massimo había esperado ahí parado más de un cuarto de hora y no era algo que le agradaba.


 

Massimo: ~¿furioso?, si, mucho, pero al ver a esa hermosas mujer  venir así mi con ese velo cubriendo su rostro todo cambio cuando estuvo frente a mi y quité ese velo de su rostro no pude evitar decirle que se veía hermosa ella sólo asintió, yo no quería esperar más, no quería que pasara un minuto más sin estar casado con ella~ puede comenzar -le dice al notario-



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En el texto hay: otros, obsesin enfermiza, psicología suspenso

Editado: 07.04.2023

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