Finalmente llego el día en que hablare con el caballero dragón, ahora todas mis dudas y preguntas serán respondidos o eso es lo que espero, Noemí llego temprano para alistarme y ayudarme a cambiarme de ropa y mis vendas, aunque estas, no la deje ya que quiero mantener en secreto por ahora mi rápida curación, si es que se considera rápida en este mundo, pero estoy segura que piensan que tendré una horrible cicatriz que no es así. Noemí me ayudo a colocarme un vestido muy lindo, pero me molestaba ya que no podría moverme con tal cosa puesta.
— ¿podemos probar con algo más cómodo?, prefiero usar unos pantalones — le dije a Noemí
— lo siento Astartea son las órdenes del caballero dragón — contesto Noemí
— pero mando hacerme algunas prendas, con pantalones, puedo usar algo de eso — le dije pero siguió negándose — bien, al parecer este caballero dragón es listo
— ¿a qué se refiere? — pregunto Noemí
— fácil, pero, aunque te deje ayudarme, este lugar es nuevo y no puedo bajar la guardia fácilmente
Todo esto es fácil de comprender, Fidel no quiere que lleve ropa cómoda para sentirse seguro y pueda tener precaución ante mi persona, en fin, no me queda más que aceptarlo. Me mire en el espejo, pensando en que cuando fui humana uno de mis deseos era usar un vestido tan hermoso como este, como en las películas de la época victoriana, me imaginaba siendo una princesa con poderes especiales los cuales hacían que fuera eterna, desde pequeña siempre he deseado lo mismo evadir la muerte y ahora que lo he logrado dándome cuenta que esto conlleva un constante sufrimiento porque las personas preciadas a mi alrededor mueres, no lo cambiaría por nada. Salimos de la habitación, caminamos por los pasillos hasta llegar al gran comedor donde Fidel se encontraba de pie esperándome, me tendió la mano como caballero, pero la rechace.
— solo es cortesía — me dijo con una sonrisa fingida de amigos
— no tienes que fingir conmigo, al igual que tu soy cuidadosa con tu presencia, nuestra única diferencia es que yo tengo que estar al pendiente de todo a mi alrededor — conteste mientras él me indicaba donde sentarme
Ambos sentados en esa gran mesa, que solo ocupaba nuestros lugares, comenzamos a desayunar tranquilamente, ninguno de los dos decía nada, pero cuando lo hice se negó a contestarme, me estoy impacientando necesito respuestas, pero este hombre solo lo pospone. Finalmente, despues del desayuno salimos al patio donde nos sentamos admirando la hermosa vista y finalmente decidió contestar mis preguntas.
— finalmente contestaras mis preguntas, pensaba que tendría que obligarte — el sonrió de lado
— no te preocupes contestare tus preguntas pero en cambio tu también debes hacerlo — me miro de manera penetrante — te propongo alternarnos las preguntas, de esta manera podemos garantizar mejor nuestra sinceridad — acepte su solicitud y comencé
— solo necesito saber un par de cosas, primeramente ¿Qué es este lugar? — pregunte, ya que sabía que él conocía que era de un mundo diferente
Comenzamos las preguntas, gracias a ellas pude saber que este mundo es gobernado por dragones, sus habitantes tienen un contrato con ellos que les permite vivir por 200 años con una apariencia joven, cada gobernante elige a un caballero dragón el cual recibe poderes especiales y se encarga del cuidado de los ciudadanos de cada reino. También averigüe que Fidel me encontró vio cómo me desmaye y me trajo aquí por precaución solamente. El me pregunto por mí ya que el no contesto completamente también lo hice, omitiendo que soy una demonia, solo le confesé que estaba siendo perseguida y llegué aquí sin saber cómo lo hice.
— ¿eso es todo? — pregunto el — ¿sé que tienes algo que aún no dices?
— lo mismo digo, usted dijo aquí que me trajo por protección, pero omitió realmente el porque — me quede un momento en silencio y despues lo mire desafiante — no soy tonta usted y todos en este mundo saben acerca de mis alas y me temen al igual que me respetan por ello, la pregunta es ¿Por qué?
— no lo omití, simplemente lo sabrás más tarde cuando conozcas al gran dragón gobernante Gwyddyon — me sorprendí por lo que me esperaba
— bien en ese caso le diré lo demás cuando reciba toda la información que necesito — conteste
El me miro con enfado, pero no podía hacer nada, al final regrese a mi habitación para cambiarme a un atuendo más cómodo ya que el viaje seria caminando por las grandes montañas. Salimos del hogar de Fidel, “pequeño” nos acompañó ya que vería a su padre, pero antes de eso visitamos el pueblo a petición de “pequeño” quien quería mostrarme los alrededores.
— Astartea, mira este postre es delicioso, tienes que probarlo — me dijo mientras compraba dos especies de paletas, la acepte con gusto y la comí sin problemas
— es deliciosa — le dije con una sonrisa
— me alegro que te guste, también deberíamos visitar algunas tiendas de ropa, te comprare lo que quieras — decía con una gran sonrisa
— no es necesario — me hinque para quedar a su altura y acariciar su cabello — sé que te sientes culpable por lo que sucedió pero no debes preocuparte por mí, como dije antes si hubiera corrido algún peligro no te hubiera ayudado
— lo sé, pero — me miro detenidamente — tu cuerpo se quemó por completo, tienes que usar aun vendas que te cubran y por mi culpa tuviste que cortar tu cabello, sé que para una mujer es un atractivo importante — comencé a reír, realmente era muy tierno
— no te preocupes, mi piel sanara con el tiempo y mi cabello crecerá, además, no creo que me vuelva enamorar nuevamente, así que mi apariencia no importa — conteste con una gran tristeza recordando a Acatriel
“Pequeño” no dijo nada más, él sabía que este tema era doloroso para mí, en cambio seguimos recorriendo el pueblo por un rato más hasta que finalmente Fidel nos dijo que era suficiente por lo cual comenzamos un nuevo recorrido para ver al gran dragón. Comenzamos a subir una gran montaña, el camino rocoso era realmente algo difícil.
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Editado: 05.07.2024