Pude haber regresado sola ahora que puedo teletransportarme a lugares conocidos, pero no lo hice, me quedé a ver el nacimiento de la nueva hada, ¿Por qué? Para demostrar que mis pensamientos no cambiaran con esto y porque internamente tengo mucha curiosidad, siempre lo he sido, me gusta conocer cosas nuevas, aprender, estudiar etc. No soy tan fan como Damen, pero de igual forma siento emoción al ver este acontecimiento, además tengo que disfrutarlo porque en el futuro posiblemente no lo haga con regularidad.
El día era muy brillante, el sol iluminaba más de lo que se tiene acostumbrado, pero a la vez este mundo no se siente caliente, la temperatura es perfecta y algo mas fascinante es que podemos mirar el sol directamente sin que este te cause daño alguno o eso es lo que me dijo Aidé y por mi adaptación me imagino que sucede igual conmigo, en cambio Damen uso magia para protegerse del sol ya que a él si le afectaría. Esperamos unos minutos tranquilamente hasta que se miró una gran gota caer del sol, está cada vez se hacía más y más pequeña hasta el punto de perderla de vista, pero no para la reina, rápidamente indico la flor en la cual cayo. Segundos pasaron, la flor se cerró y ahora era un capullo que comenzó a irradiar una luz dorada, finalmente se abrió transformándose esos pétalos en alas y el hada nació.
— Es impresionante ver esto — dijo Damen emocionado — si pudiera aria magia para protegerme del sol e investigarlo
— ¿también tienes límites? — pregunte, era claro que debía tener límites, pero aun así me impresiona conocerlos
— Soy un mago poderoso, pero aun así todo ser vivo tiene sus límites — contesto — incluso los ángeles y demonios tienen sus límites y debilidades, aunque claro al ser los más poderosos gozan de más privilegios
— ¿podrían incluso ir al sol?
— Ya te lo había dicho, los “únicos” son la única especie que ha visto lo que hay más allá de su mundo, me refiero al espacio
Es verdad, creo que debería comenzar a escribir un diario, puede que me sea útil en el futuro, aunque me imagino teniendo una biblioteca enorme y sin fin. El hada nació el sol dejo de ser tan brillante, ahora lo que sigue es que la reina hada le explique cómo funciona este mundo y esperar a que el momento en que su vida tenga que terminar llegue para dejarle el reino de las hadas a esta princesita que de igual forma tiene las mismas habilidades que Aine.
— Creo que ya terminamos nuestra estadía por hoy — mire a Damen quien asintió con la cabeza
— Deberíamos volver cada uno por su cuenta, así sabré que efectivamente lograste el objetivo
— Entendido — conteste firme y feliz
Feliz porque no menciono nada más sobre la muerte, ahora seguiría mi camino aprendiendo más sobre mi misma o eso pensaba hasta que Aine nuevamente pidió la ayuda de Damen, al parecer Náyade no se encontraba y ningún hada la había visto, pensé rápidamente que volvió a irse en otro portal accidentalmente, pero la reina lo negó justificándose en que ella puede sentir cuando una de sus hadas no está en el mundo.
— ¿Por qué te preocupas?, este mundo es tranquilo y sin ningún peligro — me gano Damen las palabras que pensé
— Lo sé, pero me siento intranquila, por favor Damen busca a Náyade — esto debe ser serio, no te preocupes la buscare — me miro — puedes regresar primero
— Te ayudare a buscarla, mientras más pronto la encontremos más rápido regresaremos — conteste y Aidé me miro con amabilidad y agradecimiento
No es que me preocupe por Náyade, pero realmente quiero irme de este mundo, tengo muchas cosas más que aprender, lo siguiente que sigue en la lista de Damen es soportar el dolor y no desmayarme cuando cambio a un nuevo mundo que tenga condiciones diferentes a las que estoy acostumbrada o mejor dicho diseñada.
Nos separamos para cubrir más terreno, primero pensé en buscar por aire, pero aunque mi vista sea bueno no es como para buscar un hada pequeña, así que finalmente la busque a pie como estoy acostumbrada, mientras Damen buscaba en un sector yo me fui a otro, cada vez caminaba más y más profundo y lejos de lo que me habían mostrado, aunque realmente no había ningún peligro un sentimiento extraño comenzó a invadirme, comencé a sentir una breve corriente eléctrica en mis alas como si intentaran avisarme de algún peligro. Esta corriente aumentaba cada vez que avanzaba, pensé en retirarme e ir por Damen para acompañarme hasta que escuche un breve susurro, camine más y más hasta que comencé a reconocer la voz, era de Náyade.
— Náyade ¿puedes oírme? — la llame, pero no tuve respuesta — ¿Dónde estás? La reina hada y las demás están preocupadas — sin respuesta nuevamente, seguí avanzando
¿realmente este mundo es tan seguro?, comencé a preguntarme, pero incluso Damen me lo había dicho en su momento, dijo que él lo recorrió e investigo por su propia cuenta y no tenía nada de peligroso, solo por eso seguí avanzando hasta que Náyade comenzó hablar sin susurrar nada.
— Aléjate — grito — no te me acerques
— ¿Náyade que sucede? — pregunté, pero solo obtuve la misma respuesta — Náyade
Pensé en llamarla y aunque solo me contestara con un “aléjate” lo utilice para dar con su paradero que era en el interior de un árbol hueco, ahí estaba ella de espaldas diciendo cosas para ella misma, sin prestar atención en nada más.
— Se las quitare, las cortare, todo estará bien — se repetía así misma
Definitivamente algo malo le sucedía, tal vez no quedo curada del todo, la llame nuevamente, pero esta vez toque su cabecita con mi dedo índice, cuando me miro sus ojos estaban vacíos, incluso aunque fuera un hada me asuste un poco por su expresión terrorífica, efectivamente algo malo le sucedía, tenía que llevarla con Aine para que la curara, le invite a salir de ese hueco y hacerlo voluntariamente, ya que no quería lastimar sus alas que se veían frágiles. Náyade se levantó, pero coloco sus manos detrás de su espalda para ocultarlas.
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Editado: 05.07.2024