Capitulo 30

Nos encontrábamos descansando, Sucellus decía que hace mucho tiempo que no utilizaba tanto poder, y era difícil controlarlo a tal punto de que no me hicieran mucho daño, por otra parte, Damen apuntaba en su libreta sin prestar ninguna atención y en cuanto a Xanthus el simplemente preparaba la comida.

— Eres impresionante — me dijo Sucellus — no me imagina que existiera alguien como tú, aunque todo es posible ya que la vida es un gran misterio

— No muchos piensan que soy impresionante — conteste — sé que si hubiera sido un demonio hubiera derrotado tus hombres de piedra — dije pensando no en los demonios de sangre pura, sino en mis amigos

— Puede que sí, pero eres impresionante simplemente porque eres tu — dijo con una sonrisa — cada ser vivo es especial, aun el insecto más insignificante es importante de alguna manera — extendió su mano y de repente algunas mariposas llegaron a él posándose en su mano

Le mostré una breve sonrisa mientras veía varias mariposas llamativas en su mano, al parecer esto también es parte de su poder porque esta unido con la naturaleza de este mundo, siguió hablando sobre la importancia que tiene cada ser vivo en el mundo de manera apasionada, sin poder resistirme le pregunte que pensaba sobre el tema de la muerte.

— ¿te refieres a si hay vida? — me pregunto y yo asentí — lo suponía es un tema muy hablado en tu mundo no es así, pero no tengo ninguna respuesta ya que nosotros tenemos una larga vida la cual disfrutamos y no nos preocupamos por pensar en lo que pasara despues

Me lo imaginaba, en cualquier mundo al que he ido siempre aceptan la muerte según la creencia que tengas, pero para estos seres no les importa porque tienen una vida muy larga para ellos. Sucellus alejo las mariposas de su mano y estas regresaron por donde vinieron en ese instante Xanthus apareció con una gran cazuela con la comida que tendríamos, me preguntaba qué tipo seria tal vez algún animal raro o algo parecido pero no fue así en su lugar solo había lo que frutas unas extrañas y otras familiares, además de semillas finalizando con algo extraño que eran corteza de árboles, tome una mirándola extrañada hasta que Damen me confirmo que era comestible y que tenía un sabor muy exquisito pero que además aunque no lo pareciera era muy suave para comer y tenía muchos nutrientes.

— ¿No será peligroso para ella comer algo que no está acostumbrada? — antes de probar la corteza con dudas pare

— No te preocupes Sucellus, créeme que ella podrá comerlo sin complicaciones mientras todo lo que haya en este plato sea comestible para ustedes

Supe a lo que se refería, si mi cuerpo se adapto quiere decir que solo aquello que a los seres de este mundo afecte como el veneno, también seré vulnerable por otra parte mientras coma o beba algo que ellos hacen no abra ningún peligro. Comí la corteza y realmente era suave con un sabor dulce muy deliciosa al paladar.

Nos quedamos esa noche en el hogar de Sucellus que era una cabaña en sima de un gran árbol, al día siguiente nuevamente seguiríamos con el entrenamiento pero esta vez antes de empezar Damen me llamo en privado para preguntarme si quería seguir porque esta vez no se contendría y trabajaría de igual forma mi mente y podría quebrarme ante la situación frente a Sucellus y Xanthus demostrándoles mis debilidades pero que esto me ayudaría a no solo fortalecerme sino a crecer de alguna forma, acepte sin pensarlo tanto estando preparada para lo que fuera que Damen tuviera preparado.

El día era completamente hermoso, el sol brillaba iluminando cada espacio de la tierra en la que nos encontrábamos, Sucellus uso su poder pero esta vez solo creo un hombre de arena, pregunte la razón por la cual no era de piedra y solo uno la contestación fue que de esta forma podría golpearlos más fácilmente sin hacerme daño alguno, no tenía nada de sentido hasta que Damen uso su poder mágico y el hombre que solo era arena tomo la forma de Andras, me sorprendió lo real que se veía como si realmente estuviera frente a mí. Rápidamente comenzó a pelear, esquivaba sus ataques constantemente sin dificultad alguna y también la golpeaba con mis puños o alguna que otra patada, pero debido a que su cuerpo era de arena solo una parte se desintegraba y tomaba su forma nuevamente.

Por el momento esto no es nada, pero no debo subestimar a Damen porque claramente tenía algo en su mente lo cual causaría que me quebrara en algún momento o no me hubiera advertido antes de comenzar con este entrenamiento. Minutos despues Andras comenzó hablar, su voz era real como si realmente estuviera frente a mí, diciéndome palabras hirientes mientras seguíamos peleando, pero ninguna de ellas me afectaba hasta que ella o Damen dio en el clavo.

— Por tu culpa Acatriel murió — dijo el clon de Perisa causando que me quedara por un momento paralizada

Andras me dio un buen golpe que me saco un poco el aire por unos minutos en los cuales escuchaba contantemente sus frases, “Acatriel murió por tu culpa”, “no eres una verdadera demonio”, “tu cuerpo es débil, nunca podrás vencerme”, “por más que te esfuerces jamás aumentaras tu poder”, “tu único destino es la muerte” la palabra muerte es ahora un signo de alarma en mí, esa simple palabra hace que me levante y siga adelante sin importar lo que haya frente a mí. Seguí peleando con el clon de Andras hasta que llegó un momento en el cual sus palabras no hacían efecto alguno en mí, despues siguió Amazarac que aun a pesar de la dificultad logre seguir adelante sin quebrarme no solo porque sabía que no eran reales sino porque ya no tengo la necesidad de ser aceptada por nadie, como dijo Sucellus cada ser vivo es importante, tengo la confianza que sin importar lo que suceda lograre enfrentarme a cualquier desafío que se me presente.

Las palabras y los pensamientos son una cosa, pero cuando alguien se enfrenta a su pasado no es fácil, la última imagen que vi en el hombre de arena fue a mi hermano Agramon, era exactamente como la última vez que nos vimos, una expresión fría y sediento de poder sin importarle que me traicionara y sobre todo tenía ganas de matarme.