Astartea el ángel del infierno

capítulo 5

El siguiente día todo fue normal en cuanto a mi entrenamiento con Abaddon quien había regresado, decidí levantarme temprano y preparar el desayuno, una vez dada la hora Agramon y Abaddon bajaron y se sorprendieron al ver que tenía la mesa lista y los tres nos sentamos a disfrutar de nuestros alimentos.

— Es delicioso — dijo mi hermano mientras seguía comiendo sin parar — deberías cocinar mas seguido

— ¿aunque no necesites alimentarte a diario? — le pregunte en broma

— Está bien que no necesitemos alimento todos los días, pero el punto malo es que no disfrutare esta comida a diario

— Me alegra que te gustara hermano — mire a mi padre el cual parecía sorprendido

— El alimento que necesitemos depende de nuestra energía consumida en el día — dijo Abaddon — ¿por cierto desde cuando lo llamas hermano?

— Desde hace unos días cuando me confeso o más bien sentí que enserio le gustaba que lo llamara así — Abaddon mostro una sonrisa

— me alegro que sean más unidos — miro el plato pensativo — por cierto recordé que tengo algo que hacer, tardare como mínimo tres horas — contesto terminando lo que tenía en el plato

Al terminar el desayuno, mire a mi hermano para preguntarle si le pasaba algo a nuestro padre a lo que el me contesto que solo debía tocarlo para averiguarlo por lo cual me sentí tonta ya que no se me ocurrió, pero ya era tarde él se fue rápidamente.

— Se que debemos entrenar, pero no tengo ganas de hacerlo — dijo mi hermano colocando sus manos en la cabeza — así que te dejo estaré en mi habitación perdiendo el tiempo, por favor no me molestes por hoy

Esto si que es extraño ya que desde hace tiempo que no estaba sola en esta gran casa, siempre tenía de compañía a mi hermano o a mi padre para hacerme compañía ya fuera entrenando o aprendiendo sobre este mundo y sus historias. Lave los platos y di un gran suspiro dirigiéndome a mi habitación pensando en lo que aria para pasar el tiempo, cuando llegue me tumbe a la cama y mire algunos libros sobre los demonios y el mundo demoniaco los cuales ya había leído, pero sin tener más opciones tome uno y comencé a leer nuevamente.

— Pensé que lo tendrías listo el día de hoy — le dijo Agramon a Abaddon

— Me tomaron por sorpresa esos días los cuales estuve ausente pero hoy estará listo — contesto Abaddon — pero no me reclames que tu hijo mío tampoco estas listo

— Eso es porque no tuve tiempo de ir por ellos, ya que cierto padre me obliga a no despegarme de mi hermana — contesto Agramon

Paso una hora y me sentía totalmente aburrida, pensé en ir con mi hermano, pero recordé sus palabras de "no me molestes" puede que aun este afectado por la conversación de ayer y necesité estar solo. "no debo depender siempre de ellos dos" pensé mientras me levantaba de la cama y dirigirme al bosque donde comencé a entrenar por mi cuenta. No me di cuenta del tiempo que paso hasta que escuche a mi padre y hermano buscándome con fuertes gritos.

— Aquí estoy — dije saliendo de los arboles — ¿Qué les sucede?

— Pensamos que habías desaparecido — contesto mi hermano con un rostro aliviado al igual que mi padre

— ¿Por qué desaparecería? — pregunte

— Olvídalo — contesto mi padre — mejor regresemos a casa

Aun quería entrenar un poco mas pero los dos insistieron en que no lo hiciera más y cuando llegue a casa, mi hermano me abrazo por sorpresa diciéndome que oficialmente cumplí un año en este mundo por lo tanto era mi cumpleaños básicamente, lo cual me sorprendió bastante. Me llevaron al comedor donde había un lindo pastel.

— Muchas gracias por esto — les dije a los dos cuando terminamos de comernos el pastel

— No tienes que agradecer, ahora los regalos — dijo Agramon emocionado — dándome una caja roja con un moño rojo

— Una decoración muy tu estilo — le dije con una sonrisita

— Se que te gusta el rosa, pero no quería que me vieran cargando un regalo de ese color

— Si, te comprendo, no es lo tuyo — comencé abrir el regalo y en su interior había tres libros — ¿estos son libros del mundo humano?

— Se que estas aburrida de leer nuestros títulos que solo hablan de este territorio y de los demonios en general — se sonrojo un poco

— Gracias me encantan — dije dándole un pequeño beso en la frente

— Este es el mío — me dijo Abaddon dándome una caja de un color azul intenso — gracias — abrí la caja y miré un lindo collar con una piedra negra tan oscura como la noche — ¿es la piedra demoniaca?

Había leído sobre la piedra demoniaca, la cual es una hermosa piedra preciosa y valiosa difícil de encontrar ya que son muy escasas, la leyenda cuenta que tienen un poderoso poder, pero nadie lo ha descubierto aún.

— Es preciosa — dije emocionada mientras me abalanzaba para abrazarlo — gracias padre

En ese preciso momento pude saber cómo unas simples palabras y una simple acción pueden ocasionar una enorme felicidad a cualquier persona, aunque este sea un demonio. Al siguiente día mi padre nuevamente volvió a salir por lo cual aproveche junto con mi hermano para salir de la casa como era costumbre recientemente. Nos encontramos con Perisa, Dumah y Guta los cuales estaban reunidos como siempre en el mismo lugar esperando a mi hermano.




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