Después de que Cupai terminara de hablar, sentí miedo de no cumplir con las expectativas de mi padre y sobre todo tenía miedo a morir en mi último examen, estaba paralizada no me podía mover, pero me ayudo recordar a Dumah dándome sus palabras de aliento.
— Oye ingenua muévete — escuche decir a Acatriel
— ¿Cómo me llamaste? — le pregunte enojándome
— Ingenua hay que buscar nuestra casa asignada — Acatriel comenzó a caminar dejándome atrás
Sin mas remedio comencé a buscar en las casas, afuera de ellas se encontraba una hoja con los nombres de sus habitantes, tenía que buscar el mío "solo espero que no me toque convivir con Acatriel" deseaba profundamente. Cuando por fin encontré mi nombre, pero por mi mala suerte tenia que compartirla con Acatriel "¿Por qué a mí?"
— Bien nos tocara vivir juntos — dijo mirándome fríamente cuando se entero —bien era muy difícil que no fuera así — suspiro — ¿Qué habrá querido decir?
Al entrar a la casa esta era acogedora, no era lujosa pero tampoco era un desastre, en simples palabras perfecta para vivir, sin dedicarle la mirada o la palabra a mi protector camine hasta que pare en seco, cuando escuche y mire a una serpiente roja, ocasionando que corriera y me ocultara atrás de Acatriel.
— ¿Qué te sucede? — me pregunto ya que no vio la serpiente
— Una serpiente — dije con la voz temblorosa, el dio un suspiro me tomo del brazo con la suficiente fuerza para tirarme al piso
— ¿en serio?, ¿te da miedo una serpiente?, si es así dudo que puedas sobrevivir un par de días — Acatriel se acercó a la serpiente lentamente, a punto de tomarla cuando esta dio un salto y se enrollo en su mano
— Creo que le agradas
Sin saber cómo o cuando, una chica de cabello rubio, ojos rojos y de piel blanca hablo, era una mujer muy bella con un cuerpo delgado pero balanceado simplemente era perfecta, creo seria la palabra adecuada.
— ¿esto es tu yo? — pregunto Acatriel mostrando a la serpiente
— Claro, es una de mis mejores amigas — contesto la mujer con elegancia —ven con mami — la serpiente la obedeció colocándose en su cuello como si fuera una prenda de vestir
— Me imagino que serás nuestra compañera — afirmo Acatriel
— Si ya o sabes, no hay necesidad de decirlo Acatriel — ¿ellos dos se conocían?
— Veo que sabes mi nombre, pero yo no sé el tu yo
— Bueno como no conocer al famoso Acatriel el demonio que fue castigado y ahora regresa convirtiéndose no solo en el demonio más viejo en la academia, sino que además es tan poderoso como para ser un nuevo líder, lástima que no lo aceptes
Acatriel mostro una cara de disgusto, mientras tanto yo seguía en el piso sin saber que sucedía con esos dos ¿de qué castigo hablaban?, en fin me puse de pie pero ahora algo nuevo me molestaba y es que me sentía observada sintiendo un escalofrió del cual Acatriel se dio cuenta.
— ¿ahora que te sucede? — pregunta con su habitual tono molesto
— Siento que alguien me observa — conteste y el me miro extraño
— ¿así? — continuo la mujer de la cual no conocía su nombre — ya sabes que hacer pequeña — le dijo a la serpiente de su cuello dándole un beso en la cabeza, la serpiente comenzó a deslizarse por la habitación hasta que comenzó a enrollar algo que era invisible el cual se quejaba, después de unos segundos se observó a un demonio
— De todos los demonios con los cuales tenía que compartir casa tuvo que tocarme contigo Morail — dijo enojada la chica
— Vamos Nina, yo estoy feliz de que me allá tocado vivir con una belleza como tú — contesto el demonio de nombre Morail con una sonrisa mientras la serpiente parecía apretarlo más — ¿me puedes quitar a tu amiguita?
— Si no estuviera prohibido matar, te juro que no dudarías un día en esta casa — la serpiente dejo su cuerpo para regresar a Nina — Morail se levanto
— Así que tú eres el famoso Acatriel, mucho gusto soy Morail del territorio de Amazarac al igual que Nina mi poder especial es volverme invisible— dijo tendiéndole la mano, pero Acatriel lo dejo con esta en el aire
— Acatriel, mi poder especial es que me obedezcan sin opción alguna
— Yo soy Nina mi poder es poder controlar a las serpientes de este mundo — por primera vez fui visible para mis compañeros
— ¿y tú?, ¿Cuál es tu nombre y tu poder? — me pregunto Nina con cierto aire de superioridad
— Mi nombre es Astartea y mi poder es sentir los sentimientos de los demás cuando hago contacto con él o la demonio — conteste orgullosa, pero al parecer a Nina le ocasiono algo de risa
— Que poder tan mas insignificante — dijo ella con una pequeña risa en sus labios — pensé que ya que estaría con el gran Acatriel tendría compañeros con grandes poderes, pero veo que no es así — Morail se acercó a mí para observarme detenidamente