Astartea el ángel del infierno

capítulo 31

Al llegar a casa subí a mi habitación sin mirar a nadie, me sentía destrozada por lo que había pasado ahora solo pensaba en que tal vez pude haberlo evitado, si hubiera entendido antes lo que mis síntomas significaban. En mi habitación me fui a mi cama, mis lágrimas no dejaban de salir mi padre estaba muerto, mire la piedra demoniaca que me regalo y seguía pensando lo mismo una y otra vez. "pude evitarlo". Las horas pasaron lentamente, sin darme cuenta llego la noche y escuche como golpeaban mi puerta era mi hermano al principio me negué a abrir, pero después de largos segundos tome las fuerzas para levantarme, aunque inmediatamente regrese a mi pequeño lugar de lágrimas. Mi hermano me consoló además de que al igual que yo dejo salir todo lo que se había guardado.

Ambos abrazados en mi habitación sin decir nada, porque las palabras eran innecesarias en este momento. Tiempo más tarde le conté que pude sentir cuando nuestro padre murió, me dijo que hablaríamos de eso más tarde y lo comprendí ahora que es el líder no tendrá mucho tiempo para mí además de tener otros problemas de los cuales ocuparse. Me quede dormida, a la mañana siguiente mi hermano salió primero diciéndome que viera a mi protector "te aconsejo que seas directa el no sabrá que hacer" fueron sus palabras que me dejaron con una duda a lo que se refería. Cambie mi vestimenta, pero antes de salir mire mis ojos aún se encontraban rojos por todas mis lágrimas derramas "no sirvo nada más que para llorar" me decía a mí misma para después salir.

Me lleve una sorpresa, mi protector se encontraba en la entrada de mi habitación, al verme su actitud fue una completamente inmóvil, como si se tratara de una estatua.

—¿sucede algo? — le pregunte por su rara forma de actuar

—Solo........... bueno — se quedó en silencio entonces recordé las palabras de mi hermano

Todo era claro Acatriel es un demonio solitario, solo ha tenido unos pocos que dejo entrar a su vida, pero además de eso no tiene experiencia con este tipo de cosas, el simplemente no sabe cómo actuar con mi presencia por lo que sucedió. Esto explica que se haya quedado como estatua y sin saber que decir. Acatriel debió de estar preocupado por mi todo este tiempo, mi reacción fue simplemente abrazarlo, cuando lo hice mis lágrimas quisieron salir nuevamente necesitaba ser consolada y dejar que todo lo que tenía dentro saliera.

—¿Astartea? — me pregunto confundido cuando lo abrace

—Solo abrázame, escúchame y no te alejes de mi — le dije comenzando a caer mi primera lagrima

Pensara que soy molesta, que no soporto nada, que soy débil o cualquier otra cosa desagradable en estos momentos, pero lo necesito, necesito de cada uno de los demonios cercanos a mí sobre todo de mi protector ya que extrañamente me siento protegida. Esperaba que en cualquier momento me alejara de el pero no fue así una de sus manos rodeo mi cintura y la otra se colocó en mi cabeza, acercándome más a él y haciendo de este abrazo fuera más profundo.

— Deberíamos ir a un lugar más calmado — me dijo después de largos segundos de silencio

Por primera vez puse atención en su rostro, también sentía tristeza por lo sucedido, aunque no lo dijera o tratara de demostrar. Ambos fuimos a la azotea, ahí cada uno se sentó al lado del otro con un gran silencio "¿debería decirle que descubrí el dolor del día anterior?, lo que significaba" pero ¿Qué me dirá él? Lo tomara de una manera relajada o explotara contra mí por no comprender lo que me sucedía en esos momentos con este demonio todo lo que piensa o hace es algo inesperado y ahora siendo una inútil sin mi poder especial, no puedo hacer mucho.

— No se cómo actuar en estas situaciones — hablo mirando hacia el cielo — es la primera vez que me enfrento a algo como esto, perdona si no soy de ayuda

— Estar a mi lado es suficiente Acatriel, no hay una forma correcta de como actuar solamente basta con que alguien sepa que tiene alguien a su lado en quien confiar — conteste, no sé si sea el momento adecuado, pero lo are le hablare de lo que sucedió

— Lo que me contaste que te sucedió el otro día fue lo mismo que sufrió Abaddon

Me quede sin habla este demonio es muy inteligente y no sé si sea bueno o malo pero siempre dice las cosas directamente sin divagar nada y sin importar que sea un tema delicado o sea lo más ridículo que exista.

— Te diste cuenta — fue lo único que pude decir, abrace mis rodillas — si hubiera entendido lo que me pasaba tal vez mi padre aun seguiría con vida

— Recuerda lo que te dije hace tiempo, nunca te arrepientas de las decisiones que tomes — contesto sin nada de tacto en su voz

— ¿aunque tengan consecuencias graves?

— No puedes cambiar lo que sucedió, solo vivir tu presente y usar tu pasado para aprender de el

Palabras que duelen, pero son ciertas, son las características que hacen a Acatriel único, de alguna forma me sentía un poco mejor pero aún me culpaba por lo que sucedió solo espero que no se dé cuenta de ello. Decidí hablar de algo más, aunque lo que salió de mi boca solo causo que tuviera más líos de preocupaciones en mi mente.

— ¿Qué sucederá ahora contigo? — sabia la respuesta, pero aun así quería escucharla de él, creo que muy en mi interior tenía la esperanza de que se quedará a mi lado

— Me quedare unos días para ayudar a Agramon y entrenarte, después me iré — contesto sin ninguna duda causando mi silencio total — regresare

Me dijo mientras colocaba un brazo en mi hombro sin pensarlo me acurruque en él, aunque mis alas estorbaban un poco y me sentía algo incomoda por su culpa, quería seguir a su lado, disfrutando de este momento ya que existe la posibilidad de que él también se aleje de mi lado al igual que mi padre. El tiempo paso, ambos bajamos y nos dirigimos a la despedida de mi padre, muchos de los demonios dijeron unas palabras mientras, cuando llego mi turno y me despedí nuevamente prometiéndole que me volvería una gran demonio me di cuenta de algo o más bien ya lo sabía pero no quería aceptarlo hasta ahora. Estos días me he estado comportando de una manera inmadura actuando como si estas alas que odio no existieran deseando no tenerlas sin hacer nada al respecto ya sea para deshacerme de ellas o para mejorar mis habilidades ocasionando solamente molestia y un peso a las personas cercanas a mí. Es hora de tomar los ejemplos que tengo aceptar lo que me esta pasando al igual que Acatriel lo hace. El último en decir unas palabras fue mi hermano al terminar le prendieron fuego al cuerpo de mi padre finalizando dejando que el viento se llevara sus cenizas, en esos minutos volví a llorar, siendo estas mis últimas lagrimas que derramaría por mi padre, de ahora en adelante lo tendré presente en mi mente y corazón, aunque el ya no exista más en este mundo.




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