8:18 am, esta vez sí desperté temprano, mi primer día de clases en mi nuevo salón. Estaba emocionada pues estaría con Lucy y Joshua de nuevo, pero ahora es un nuevo año donde podría tener más amigos aparte de Peter, Cecilia y Steven, que recientemente los había conocido, y que tal tendría más si soy social con los demás. «No, no creo que haga más amigos, pero daré mi intento hablando con todos» me confié viéndome al espejo. Me deje el pelo suelto, me pinte algo las pestañas y me puse una blusa holgada, unos jeans ajustados y un suéter gris para el frio. Baje las escaleras, ahí estaba mi mamá y mis dos hermanos, Joey y Ethan, en el comedor que está en la cocina. Joey tiene quince años, y en un año sabrá en que grupo le tocará, y así decidirá su futuro, así como yo lo acababa de hacer el día anterior. Al menos la prueba decidirá en que grupo le tocara y cuál es su futura profesión. Ethan tiene dieciocho años, el en un año más se iría de la casa para ejercer su deber en el militar, él estaba en el grupo B, y ellos son los más fuertes o inteligentes y en general los que son más exigentes. Pues en cada grupo hay una personalidad marcada ante todos los miembros en el. A mi mamá le preocupa mucho eso ya que puede sufrir el mismo destino que a mi papá, y perder a algunos de sus hijos creo que la dejaría más devastada. Que siempre he deseado que nunca pase con mi hermano, no soportaría perder de nuevo a otro miembro más de mi familia, aunque tenía en mente que no pasaría de nuevo otra guerra, de igual manera tenía miedo de que pudiera sucederle algo a Ethan al ejercer su profesión.
─Buenos días Eliza ─me saluda mi madre.
─Eliza, ¿quieres pan? ─Ethan me ofrece con la boca llena del pan que mi madre hizo. Como era de esperar, todos teníamos un desayuno en familia cada mañana.
─Sí, gracias ─contesté y me senté.
─Oye Eliza, ¿en qué grupo te toco? ─me pregunta Joey con la emoción de un niño. Pues él también estaba algo emocionado del próximo año.
─En el grupo... ─hice una pausa, pues tenía algo de miedo de lo que fueran a decir resultaría algo malo. Pero algo dentro de mi sabía que nadie de mi familia sabía lo que me pasaba y menos de mis “habilidades”, así que sin pensarlo más dije: ─En el grupo “A” ─a pesar del miedo que sentí al decirlo, no me importo tanto.
─¿En el grupo “A”? ¿qué hiciste para quedar ahí? ─me pregunto Ethan y me vio fijamente, como si estuviera mintiendo. Cambio mucho la actitud de mi hermano en el momento que dije ese grupo, o tal vez solo era una corazonada.
─Nada, ¿que podría hacer? ─respondí y volteé hacia el reloj que tiene la pared arriba del refrigerador. 8:33 am, el tiempo no estaba rápido, lo vi fijamente y se aceleró, todo cambio, solo mi cabeza me estaba dando vueltas. Volteé a todos lados y todo lo hacían rápido, como las dos veces del día anterior. Vi de nuevo el reloj y todo estaba distinto 8:42 am. Pasaron nueve minutos. Aunque después me dolió un poco la cabeza ya que todo esto en forma literal y en forma metafórica me daba vueltas y me mareaba ver que pasara muy rápido todo.
─¡Basta! ─grité con algo de ira y todo parecía normal de nuevo, así que comí lo más rápido posible y me despedí de mi mamá. Joey, Ethan y yo caminamos a la parada de autobús.
En el camino mis hermanos jugaban. Algo dentro de mi deseaba tener una hermana con quien hacer eso. Pero tengo algo mejor, a Lucy y ahora a Cecilia. Entonces Ethan empuja a Joey en la nieve, y el viceversa. No paraba de reír. Así que me vieron los dos y me empujaron también, así que me levante, estaba llena de nieve, pero no tenía frio. Trate de empujarlos, pero solo se cayó Joey a la nieve y Ethan se fue corriendo a la parada. Ahí estaba Steven, y su mirada se dirigió a mí. Tuve que ir a alcanzar a Ethan para que Joey no me lanzara de nuevo a la nieve, solo veía como Steven se reía de nosotros, no había escuchado su risa, es melodiosa y se contagiaba, no sé qué me pasa, me está gustando alguien que apenas conocí ayer. Eso solo es cliché en las historias románticas, y eso no podía pasarme a mí. Aunque podría gustarme, no tendría motivos para no hacerlo, digo, es un chico bastante atractivo, aunque si, no puedo enamorarme del primer chico guapo que vea. Pero sabía que no fui la primera vez que hablaba con él, pero en aquel entonces sabría que nunca tendría una oportunidad con él y tampoco creo que ahora tampoco.
─¡Eliza! ─me grito Joey detrás de mí, yo solo seguí corriendo tras Ethan y llegué por fin. Lo vi fijamente y lo empujé hacia la nieve, no podía evitar la carcajada.
─Qué mala eres Eliza ─me dice Steven sonriendo.