Los días pasaban, y los entrenamientos cada vez iban mejor, almenos ya no había incendiado nada que se debiera lamentar.
-Las ventajas que tiene haber sido entrenada desde niña.- Dijo Mila mientras tocaba a Hans en el pecho con la punta de la espada.
-Eres una gran adversaria princesa, debo reconocerlo.-Levantó los brazos en señal de rendición.
-Aun no me acostumbro a ese ... Título. - dijo pensativa. Y sin darse cuenta fue ahora hans quien tenía puntos con la espada.
-No es solo un titulo, es una herencia y debes recibirla con gusto, además de tus dones eres muy buena con la espada - Además de bella, carismática, hermosa ... rayos en qué estaba pensando!
Vaya asombro al ver que sus pensamientos hacia ella estaban cambiando.
-Rey Hans, puedo hacerle una pregunta?-Dijo bajando la espada, ya cansada de tanto entrenar.
-Dígame princesa.
-¿Porque su cambio de actitud hacia mí?, solía odiarme, desde el primer dia en que me vio.
Como decirle que su corazon latio por primera vez el dia que la conoció, como explicarle que se estaba enamorando de ella y no sabia ni como cortejarla, no con el problema que tenian encima, no con Abrahaxas rondando, amenazando con lastimarla, con llevarla con el. No... definitivamente ese no era el momento de hablar de ello.
-No era solo a ti Mila, odiaba a todo el mundo, pero ahora veo que hay más personas sufriendo mucho más que yo, y que aun así tienen fuerzas para salir adelante, me avergüenzo por sumergirme en mi miseria. Tu me diste esa lección Mila y te agradezco por ello- Dijo tomándola de su mano.
Se quedaron así hasta que un carraspeo los interrumpio,y Mila rompió el contacto muy de prisa.
Khan había visto toda esa escenita melosa y los celos lo estaban matando.
-Su Majestad, Mi lady, el comedor está listo.- Dijo viendo a Mila a los ojos y ésta pudo ver el dolor que le había causado.
...
Voy por ti princesa, seras mia y tu don sera mio, gobernaremos la tierra por fin será mi imperio total,no puedo esperar a llegar ti y sentirme fuerte, cada dia me debilito más no puedo esperar mas...iré por ti.
...
El cielo había cambiado su hermosos color azul celeste, por un gris,que daba miedo, definitivamente algo estaba cerca.
-¡Rab! ¡Hobson! ¡Gretta! ¡Khan!-Gritó Hans.
Llegaron todos corriendo llenos de pánico.
-Necesito que te encargues de la princesa Khan, tu y yo nos encargaremos de cuidarla. Mantente armado y no dejes que salga de sus aposentos. Pase lo que pase no debe salir y nadie ademas de mi debe entrar.- Si mi Lord.
-Rab, haz todo lo posible por mantener el reino a salvo tu sabes que hacer -Si mi lord .
-Y tu Hobson, pon mas guardias resguardando el castillo, vendrán por ella, tenemos que estar atentos. Pon todos los que sean necesarios, advierte al pueblo que no salgan. Y que los dioses no protejan.
...
El dia pasaba lento, y como si de un eclipse se tratase se había vuelto completamente negro.
Afuera se escuchaban gritos y mucho ruido como truenos o algo parecido, comenzaba llover, caían cántaros del cielo. Hombres a medio vestir, que más que hombres parecían esqueletos, entraban al reino haciendo desastre a su paso. Sus ropas destrozadas parecian pegadas a su piel, sus costillas quedaban ala intemperie podias ver casi todos sus huesos. De solo verlos provocaban pesadillas. Los mensajeros de Abrahaxas rompian todo a su paso, hasta que llegaron al castillo e irrumpieron tan fácil, que ni con todos los guardias los habían podido contener. Espadazos se escuchaban por todas partes y más gritos.
-Khan! ¡Déjame salir, no puedo permitir que mueran por mi Khan por favor!¡KHAN!- Gritaba una Mila llena de dolor.
-Lo lamento Mila, no lo hago por Hans, lo hago por ti, debo cuidarte.
Por Dios Hans debe estar peleando allá abajo, no puedo permitir que algo le pase por mi culpa. debo salir de aquí.
-¡KHAN ABRE LA MALDITA PUERTA!- Dijo llena de rabia.