(Tocaban a la puerta)
-Hola
-Hola, Melissa que milagro.
-¿Me puedo quedar en tu casa por unos días?
-Los días que quieras, sabes que yo soy muy feliz teniendote al lado mío.
-Gabriel, porfavor...
-Melissa si tú quisieras te podría tratar como una reina y hacerte la mujer más feliz del mundo.
-Sabes que no puedo porque tengo esposo.
-Pero el no te valora... Solo déjate llevar...
-No insistas Gabriel, porfavor.
-¿Y si insisto que?
-En ese momento Gabriel se acercó a mí, me agarró por la espalda y me besó.
(Tocaban la puerta)
-Pase.
¡Era Andrés!
-Melissa se puede saber que estás haciendo con este.
-Lo mismo que tú hacías con Claudia.
-Pero ahora eres mi mujer y ahorita mismo nos vamos a la hacienda.
-Tú no te vas a llevar a Melissa de aquí.
-No te metás, okay.
-Será mejor que me vaya Gabriel nos vemos luego.
-Jamás se volverán a ver, vámonos.
-Soy libre de hacer lo que quiera, tú no me lo puedes impedir.
-Claro que puedo porque ahora eres mi esposa y ya vámonos porque tu hermano te está esperando quiere hablar urgentemente contigo.
Editado: 26.11.2019