Atemporal-el mejor viaje de mi vida

Capítulo 4

Isabel

Uno de los soldados dice:

-¿ No pretendereis que entrenemos con una mujer, verdad?

-¿ Tienes algún problema con ello? - dice otro

-¿ Tanto miedo tienes de enfrentarte a mi por el simple hecho de que sea mujer?- le digo levantando una ceja; dejando así a todos los allí presentes sorprendidos de mi respuesta- sino es así enfréntate ahora mismo a mi.

Acabado de decir eso, me ataca con la espada y le esquivo. Veo una espada cerca de donde me encuentro y la cojo para defenderme como puedo y con lo que pude " aprender" de verles.

Después de unos minutos peleando con la espada no se como voy ganando, lo cual le cabrea. Como consecuencia, tira la espada y se abalanza sobre mí y yo para defenderme mejor hago lo mismo. Menos mal que aprendí muay thai-pienso- porque sino a ver que hago.

Cuando le reduzco todos se quedan mudos y él se marcha de allí indignado por el hecho de que una mujer le venciera, por lo que uno de los soldados comenta:

-Me parece a mi que tendrías que enseñarnos a luchar cuerpo a cuerpo en vez de nosotros a ti.

En cuanto recupero el aliento observo que todos están sorprendidos y al mismo tiempo demostrando respeto hacia mi.

-Me sorprendiste incluso a mi y eso que en cuanto a la lucha es casi imposible- dice Alex- Y no es porque seas mujer; no me importaría que me enseñaras.

-Cuando queráis os enseño- les digo- pero a cambio os pido que me enseñéis a manejar la espada.

-Por mi perfecto-dice Alex.

-Y por mi igual- dicen todos casi al mismo tiempo

-Pues empezamos pasado mañana- les digo

Vale- me responden

Después de eso, la reina y yo nos damos la vuelta hacia el castillo comentando lo que había pasado y me dice:

-Bedric se lo tenía bien merecido por engreído.

Después de unas horas más hablando y contándole cosas de mi época, Joakina nos avisa de que la cena ya está lista y la reina le dice:

-Joakina, mañana tienes el día libre para hacer lo que quieras

-Gracias majestad- le responde Joakina-Me gustaría poder estar con usted señorita y así me pudiera enseñar cosas de donde viene si no tiene algún inconveniente, claro.

-Por mi no hay problema- le digo- Mañana a primera hora estate aquí que ya se me ocurrirá algo que hacer.

Al día siguiente, después de desayunar, me pregunta Joakina:

-¿ Qué tiene pensado hacer, señorita?

- Lo sabrás en el momento- le digo con cara de malicia

Nos vamos a la cocina a por comida y de camino nos encontramos a la reina y la avisó de que no estaremos para la comida y que para la cena a lo mejor tampoco.

Después de habernos encontrado con la reina le pregunto a Joakina:

-¿Sabes qué van a hacer para comer?

-Pues cordero con no se que de segundo.

-Perfecto- le digo- Así nos pondremos las botas con el hambre que tendremos.

Cuando llegamos a la cocina la comida ya estaba hecha y le indico a Joakina que coja dos cantimploras con agua.

En el momento en el que estoy cogiendo la comida y algo de fruta me dice:

-¡¡¡¡¡¿ TU ESTAS LOCA ?!!!!!!!!!

-Puede- le contesto con una sonrisa pícara

Cuando estoy terminando de meter la comida en las dos bolsas, entra la cocinera y nos grita:

-¡¡¡¡¿ QUE CREEIS QUE ESTAIS HACIENDO ?!!!!!!!!

-Corre- le digo a Joakina al tiempo que echo a correr en dirección de los establos.

En cuanto llegamos a los establos colocamos la comida y el agua en la montura, lo sujetamos y la digo:

-Monta rápido y vámonos antes de que nos alcance la cocinera.

En cuanto nos alejamos un poco de la ciudad Joakina me dice:

-¡¿ ESTAS LOCA ?! ¿ Cómo se te ocurre?

-Pero te lo pasastes bien, ¿o ahora me dirás que no?- la digo riéndome

- He de reconocer que si – me dice Joakina riendo también - Me parece a mi que , mientras estés aquí , ni yo ni nadie se va a aburrir; quién diga lo contrario miente, y te lo digo muy en serio.

-Me alegra oír eso- le respondo- Anda vamos, que cuanto antes nos pongamos en marcha antes llegamos .

-¿A dónde vamos si puedo saber?- me pregunta Joakina

--Cuando lleguemos lo sabrás - le contesto mientras reanudo la marcha-Tranquila que no está muy lejos, como mucho tardaremos una hora.

Tienes suerte que gusten las sorpresas- me dice intentando amenazar seriamente pero al poco de decirlo nos echamos a reír como niñas pequeñas.

Después de un buen rato cabalgando y riéndonos, diviso el lago a unos metros y la anuncio:

-Ya llegamos, espero que te guste

-¡ Me encanta!- me dice sorprendida y asombrada- ¿Cómo sabías de este lugar? Es precioso.




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