Jamás me hubiera imaginado que Bastián Caristeas me estaría pidiendo ser novios. No después de todo lo que paso hace unos días.
Él quería ponerle un nombre a esto que apenas estamos iniciando y yo tengo miedo de avanzar a su ritmo, pero sé que debo remar en la misma dirección de que él, sé que debo continuar con mi vida. Ya he vivido demasiado con recuerdos del pasado y ahora debo continuar porque si no me quedare varada en una ruta espinosa y sin sentido.
Bastian quiere una relación, yo también.
Bastian está aquí, junto a nosotros y yo quiero atesorar estas nuevas oportunidades para ser feliz, para iniciar de nuevo. Quiero un nuevo inicio y aunque no sé cuál será el final deseo intentarlo para no arrepentirme en el futuro preguntándome ¿Qué hubiera pasado sí?
_ ¿estás seguro? – pellizque sus mejillas juguetonamente – podrías arrepentirte.
_Es un riesgo que quiero correr – sus ojos grises escrutaron mi alma – eres hermosa, pero aun prefiero oír la respuesta.
_Estoy embarazada – quería jugar con él un rato – creo que el orden no fue el correcto ¿no crees? – despeine su rubia cabellera mientras él seguía mirándome fijamente – no sé, no estoy segura.
_No juegues conmigo Atenea – me advirtió, sus ojos me acechaban…
_Normalmente no salgo con desconocidos – miré para otro lado – sobre todo con secuestradores de señoritas débiles como yo.
Bastian empezó a reír, seguramente recordó el día que me secuestro en la playa.
_Soy buena con los zapatos ¿no crees? – sonreí inocente – me asustan los hombres de negro.
_Sigues jugando – suspiró y negó con la cabeza, pero se reía – conozco muchas formas de sacarte una respuesta – sus depredadores ojos recorrieron mi cuerpo e inmediatamente me estremecí. Conozco mejor que nadie de lo que sus caricias le pueden hacer a mi cuerpo, pero lejos de querer escapar, deseaba ser devorada por él. – ¿quieres que lo intente?
Asentí como hipnotizada y él sonrió satisfecho por tener ese efecto en mí, efecto que ahora que he aceptado mis sentimientos por el son más evidentes.
_No puedo castigarte como quisiera porque hay alguien a quien debemos cuidar – acaricio mi vientre aun plano y llevo sus labios a mi cuello, mi clavícula, mis labios y mi rostro. Sus manos acariciaron mis piernas y se deslizaron por debajo de mi blusa hasta llegar a mis pechos y cuando estaba a punto de jadear me silencio con un beso.
No sé en qué momento deje mi timidez y mi pudor de lado, pero ahora mismo solo deseaba que él me volviera hacer suya, quería volver a sentir lo que sentí el día que me entregue a él por primera vez, quería sentirme plena, quería enterrar mis miedos y aferrarme a Bastian como mi salvavidas.
Sus besos eran suaves, tiernos y luego se volvían salvajes, me llevaba al cielo y luego su intensidad me arrastraba al infierno, era una sensación arrolladora de la que quería más.
_ ¿serás mi novia? – su voz era más profunda y rasposa. Me fascinaba.
_UMM – rodee su cuello con mis manos e intensifique el beso.
_ ¿tu respuesta? – insistió.
_SI… si quiero – y cuando por fin acepte se alejó de mi inmediatamente - ¿Bastian?
_Dios mío, mujer – se cubrió el rostro.
_ ¿qué pasa?
_Eres peligrosa – me subió a sus rodillas y sus manos rodearon mi cintura – casi pierdo el control y tú no ayudabas ¿fue apropósito? – recostó su cabeza en mi hombro y lo sentí inhalar mi aroma – pero… finalmente aceptaste ser mi novia y podré presentarte como se debe.
_ ¿de que estas hablando? – creo que vamos a la velocidad de la luz.
_ señor, hemos llegado – anuncio el chofer y nuestra conversación quedo suspendida.
_con cuidado, aun estás débil – sonreí por su comentario.
_no pensaste en eso cuando me manoseaste - le recrimine.
_Fue por eso que no te hice mía, si no, aun no bajaríamos del carro – mi rostro ardió de vergüenza y el desgraciado solo se burló de mi – baja con cuidado mi amor.
AMOR
Fue raro oírlo llamarme así. Hubo un momento en que pensé no volver a usar o escuchar esa palabra.
Editado: 04.03.2023