Athena

FASE 2     12

 

 

 

 

 

 

La transición al espacio normal resultó algo abrupta, como si algo en la zona A no estuviese bien del todo. La lanzadera apenas había podido frenar al regresar al espacio normal, cuando los sistemas de alerta se volvieron locos y emitieron alarmas de colisión.

¡Justo enfrente de él había dos lanzaderas como la suya, ambas apuntándole con sus armas! Nada más emerger la nave de Kai del hiperespacio, las otras dos dispararon misiles de alta maniobrabilidad. Sin tiempo para artimañas elaboradas, Kai contraatacó con una salva de misiles interceptores mientras hacía descender su lanzadera en picado. A una distancia más corta, su estrategia no habría funcionado, pero en esta ocasión, la suerte le sonrió. Su lanzadera estaba equipada con armamento de última generación. Nada más salir de los tubos de lanzamiento, los sensores de los interceptores captaron las firmas de calor de los misiles enemigos y se dirigieron contra ellos a gran velocidad. A pesar de las ventajas de las otras dos naves, los interceptores de Kai contaban con un factor decisivo: tecnología de detección.

En cuanto la carga fue detectada por los sensores de proximidad, los interceptores de Kai detonaron al unísono, creando un muro de explosiones con el tamaño suficiente para frenar en seco el ataque.

La reacción en cadena al explotar los misiles de ambos bandos no se hizo esperar, enviando oleadas de presión, metralla y energía en todas direcciones.

—¡Venga, venga! —exclamó Kai apretando con fuerza sus manos en torno a los controles de navegación mientras su nave temblaba con violencia.

Los pilotos de las lanzaderas enemigas, tal vez por falta de experiencia en combates espaciales, o quizá cogidos por sorpresa ante la veloz respuesta de Kai, malgastaron vitales segundos en reaccionar y fueron alcanzados de lleno por la detonación. Kai apretó ligeramente el puño izquierdo, sonriendo al ver emerger ambas lanzaderas con daños graves en los flancos traseros.

Los pilotos habían cometido un error de manual: colocarse demasiado cerca del punto de salida al espacio normal de su enemigo. En un combate espacial a tan corta distancia, los combatientes debían su vida a sus reflejos. Un simple despiste podía suponer la muerte.

Sonrió al recordar un antiguo consejo de uno de sus oficiales instructores: «Si os emboscan al salir del hiperespacio, vuestros reflejos y capacidad de adaptación serán lo que os mantenga con vida. Es una táctica de cobardes, pero el enemigo no jugará limpio con vosotros. Entrar en una zona no asegurada con la guardia baja es una excelente forma de que le entreguen a tu familia una bandera doblada».

—Adiós —se despidió Kai apretando un botón de su panel de mandos.

De inmediato, cuatro misiles brotaron de los lanzadores de su nave, dividiéndose en parejas para atacar las naves enemigas. Con los motores dañados, no tenían oportunidad. Las cuatro ojivas impactaron en los flancos dañados de las lanzaderas enemigas, destripándolas de lado a lado con facilidad. Una victoria fácil.

—Demasiado fácil... —murmuró Kai con inquietud.

Apenas le había costado. El hecho de que esas dos naves estuvieran esperándolo justo al salir del hiperespacio era inquietante. Le habían disparado nada más llegar. ¿Serían piratas, o tal vez mercenarios? ¿Cómo sabían que alguien llegaría a ese punto desde el hiperespacio? Si sabían de su llegada...

De todos modos, ¿qué demonios hacían dos lanzaderas sin identificación en pleno sector Unhru? El gobierno mantenía los sectores prohibidos bajo una estrecha vigilancia. Al menos, eso creía.

¿Cómo se habían colado y de dónde vendrían?

Demasiadas incertidumbres en una misión ya inquietante por sí misma.

Debía encontrar a Ilena y largarse del sistema.

—Análisis de la zona —solicitó Kai al ordenador de la lanzadera.

En cuestión de minutos, el ordenador de la lanzadera terminó su trabajo y desplegó una proyección holográfica del sistema, dominado por una estrella binaria con seis planetas orbitando a su alrededor. La baliza de Ilena se encontraba muy cerca de un planeta situado en un cinturón de asteroides. Kai observó pensativo los resultados.

Las condiciones del sistema no eran muy halagüeñas. Debería mantenerse alerta en todo momento.

 

Composición atmosférica planetaria

Nitrógeno: 55,234 %

Oxígeno: 15,234 %

Dióxido de carbono: 4,234 %

Argón: 20,234 %

Atención: 5,064 % correspondiente a compuestos no presentes en la base de datos. Procedencia desconocida.

Añadido: Graves fluctuaciones detectadas en todas las capas de la atmósfera del planeta. Indicios de grave deterioro reciente.

Causas probables: Impacto radiactivo de gran potencia, ondas gravitacionales.

Valoración: Atmósfera peligrosa.

Recomendación: Uso continuado de trajes con sistema de soporte vital.

 

Peligros potenciales

Presencia de meteoritos de gran tamaño en la órbita planetaria.

Probabilidad estimada de impactos: 150 %

Causa: Detectado campo gravitacional 120 puntos por encima de la media

Nivel de riesgo para la navegación: Alto.

Peligro: Niveles de radiación anormales en todo el sistema.

Causa: Desconocida.

Peligro: El sistema binario del sistema muestra fluctuaciones en sus campos magnéticos.

Causa: Desconocida.

Riesgo para la navegación: Extremo.

Detectadas construcciones en la superficie planetaria. Grado de destrucción extremo.

DETECTADA BALIZA IFF. CÓDIGO DE IDENTIFICACIÓN: D.V.O 54X25X01X05

CONFIRMADO CÓDIGO DE IDENTIFICACIÓN: ILENA HARDYAN

LOCALIZACIÓN: ACORAZADO NO IDENTIFICADO EN ÓRBITA ESTABLE ALREDEDOR DEL PLANETA.

CONSTANTES VITALES CONFIRMADAS.

 

Al comprobar los datos, Kai no pudo evitar exhalar un largo suspiro. El sistema era un auténtico destino turístico.




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