Atracción Peligrosa

Prólogo

Compruebo que todo esté en su debido lugar. Hago un check mental. Maquillaje en perfectas condiciones, vestido en su sitio, cabello peinado. No vaya a ser que lleguen rumores a oídos de mamá acerca de mi presentación en el evento ha sido todo un desastre al cual criticar.

Salgo del baño recorriendo mi mirada por los invitados donde no conozco a nadie, pero todos parecen conocerme o mejor dicho a mi madre. Debo mantenerme sonriendo para que no se note mi disgusto a la fiesta de gala que organizan a nombre del medio ambiente, donde seguro que en lo que menos piensan es en el calentamiento global. Y eso que no soy una ambientalista empedernida.

Atrapo un lado del vestido, acercándome a la exposición de vinos Müller. No dudo en tomar una de las copas que ofrecen, no es que sea experta, sin embargo, este está muy bueno; relamo mis labios escuchando atenta el acento extranjero del hombre que explica sobre cómo hacer semejante vino, ojalá yo hubiera nacido en Alemania.

— ¿Adalyn Cox? — volteo hacia otra persona que querrá una foto con esta desastrosa niña mimada

— ¿Sí? ¿Hola? — intento ser amable por más que aprecie la idea de salir corriendo y dejar a este montón de personas fingiendo, un grupo de payasos de circo, es obvio que solo quieren presumir cuánto dinero tienen en sus cuentas bancarias...

— Estuve observándote, aparentas estar muy aburrida — sonríe acomodando la corbata de su traje con tanta elegancia — ¿Te apetece salir de aquí? — claro que siento la mirada de muchos y noto los flash de las cámaras hacia nosotros.

No conozco al hombre en frente de mí, claro que debe ser alguien reconocido, de lo contrario no estuviera invitado a dicho evento. Su propuesta era interesante y era atractivo para descubrir. La idea da vueltas en mi cabeza, convenciendo a todo mi ser en milisegundos. Ya estaba harta de fingir elegancia, la verdad, eso no va conmigo para nada. Mordí mi labio indecisa.

— Perdona, no sé quién eres — tampoco era tonta como para escarpar con un completo desconocido.

— Discúlpame a mí por mi falta de educación, Soy Samuel Collins — todo un caballero se inclina y besa mi mano haciéndome sonreír.

Encendiendo más mi atracción al peligro con su acción, porque escapar sería un motivo para la prensa de escribir un artículo repleto de mentiras haciendo que mi madre se enojase... y yo no puedo resistirme a eso.

¡Vale mierda la vida! Ya me las arreglaré para alegrar a mamá como siempre lo hago... no sería vivir si no me arriesgase.

— Escapemos de aquí ahora mismo Samuel Collins — robo una de las botellas de vino que está en la exposición, luego la mano de mi nuevo amigo arrastrándolo fuera de la recepción lujosa.

Me arrepentiré más tarde, pero cuando me hacen una propuesta, me es difícil decir que no, más cuando incluye fastidiar a mi madre que nunca está satisfecha conmigo... lo siento, pero esto es lo que soy y todo deberíamos ser. Libres.



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En el texto hay: rosas, amor, motocicletas

Editado: 28.07.2024

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