Atracción Peligrosa

Capítulo 26

Brayden

No quería a nadie cerca. Todos eran desconocidos, no quería que nadie me viera con lastima, ni los conocía para tener que soportar esas miradas. Trato de buscar en mi mente algo, lo que sea, lo mínimo, pero no hay nada, aunque lo intente con todas mis fuerzas todo es negro, todo es una oscuridad profunda.

Grito arrancado los cables del brazo, el incómodo objeto en mi nariz, me muevo golpeando mi cabeza contra la camilla, odio esta sensación de desconcierto, necesito saber quién soy, como es que termine aquí. Más gritos de frustración, dolor en el cuerpo, pero hay algo dentro que me está lastimando más y no logro comprender que.

Duele algo dentro de mí, me han arrebatado algo más que mi memoria, pero no puedo recordar que. Necesito algo más que saber mi nombre, pero no sé nada. Las enfermeras y doctores a mi alrededor tratan de calmarme, pero ellos no saben una mierda de lo que estoy sintiendo, estoy temblando, tengo miedo, estoy perdido. Necesito… mi cuerpo pronto se siente débil como para continuar con la lucha conmigo mismo.

+++

Un huracán con imágenes borrosas está por enloquecerme, dan muchas vueltas en mi cabeza como si su objetivo si fuera enloquecerme. Imágenes que no me muestran nada en particular. Imágenes que cambian de tamaño, de posición de color, me persigue abrumándome ¡No entiendo una mierda! ¿Por qué…? Evito jadear del dolor de cabeza. Una chica. Un auto. Cigarros. Rosas. Peligro. Dolor. Sangre. El estómago se me revuelve.

Tomo aire desesperado incorporándome en la incómoda camilla... La luz intensa al abrir los ojos es como la del auto acercándose ¿Qué auto? ¿Dónde estaba? ¿Por qué la chica? ¿Cómo se llama? ¿Para dónde iba?

A mí alrededor hay mucho movimiento, pero me duele la cabeza al tratar de buscar más de lo que me da mis recuerdos de mierda, es un dolor insoportable. Las personas piden que me calme... no sentía mis piernas, mi cuerpo no reaccionaba. Tenía la necesidad de algo, mi cuerpo lo ansiaba ¿Pero que…? Lo había olvidado no tenía las respuestas a mi propio cuerpo… el necesitaba de algo para calmarse ¡¿Qué?! Era una sensación indescifrable.

—¿Nos puede decir su nombre?— me enfocó en la doctora.

Asiento seguro, el nombre es lo primero que se aprende, pero cuando abro la boca no logro formar palabra ¿Mi nombre? Estaba en blanco... No había nada en mi mente, pero ¿Cuál era mi nombre? No podía simplemente haber olvidado algo tan simple. Un dolor insoportable en toda mi cabeza.

—¡Aaaah!— un quejido de frustración, no encontraba mi voz, nada me obedecía. Estaba atrapado en un cuerpo que no era mío…

La doctora ilumina mis ojos con una pequeña linterna, inconsciente porqué mi cuerpo se siente cansado de la nada, llevo una mano a mi rostro, no lograba recordarme, no sabía cómo lucía. Entre adormilado, pude notar que los desconocidos estaban nuevamente ahí conmigo, haciéndome compañía ¿Dónde estaba mi familia? Por qué debía tener una ¿No? ¿O ellos eran?

Gorrito— una chica corre abrazarme, su cabeza descansa en mi pecho, trago grueso porqué es la primera vez que la veo, alzo la mano, pero aún me siento pesado —Estamos muy felices… la rubia estará feliz.

Esa palabra hace que grité de dolor tomándome la cabeza, me dolía mucho, era más de lo que podía soportar. Me muevo como un gusano en mi lugar, el solo pitido de las maquinas comienzan a desesperarme. No quiero esa palabra en mi mente. Duele demasiado.

+

Quería estar solo. No podía soportar ver cómo desconocidos lloraban a mi alrededor, esas miradas de lastimas. Ninguno se me era conocido y no los quería cerca. Mi mente vacía era una completa mierda. Jadeo tratando de buscar algún nombre, algo que me diga quién soy. Y tal vez de alguien más que me pueda ayudar.

La puerta se abre llamando mi atención, es una chica rubia demasiado sonriente… el corazón se me acelera, ella empezará a llorar en cualquier momento ¡No quiero que nadie llore a mi alrededor! Es una chica rubia… es como si me golpearan de la peor manera, un martillo en mi cabeza, no la quiero cerca… No la quiero cerca. Y inicio a gritarle, no la quería cerca, era otra desconocida y odiaba la idea de que llorara ¡Todos eran desconocidos! ¡¿No me podían dejar en paz?! ¡Que me dejen solo de una buena vez! No los quiero ver. No.

+++

Era una sensación completamente nueva la que me invadía en estos momentos. Por más que me esforzaba en encontrar algún recuerdo por mínimo que fuera en mi mente no había nada, era un vacío, un abismo oscuro y sin fondo. Podía sentir la presión en mis labios, pero me enfurecía no recordar a la persona o que no había logrado hacer que mi cuerpo obedeciera en abrir los ojos, descubrir quien se estaba llevando mis esfuerzos, algo me decía que era muy importante en mi vida, como que mi cuerpo y corazón sabían reconocerlo más no llegaba a mi cerebro, pero ¿Cómo podía ser alguien importante si no la recordaba siquiera? ¡Que jodido era!

—¿Estás seguro que nadie estuvo en la habitación?— Andrien niega una vez más acomodando las almohadas en mi espalda, en el sofá de la extraña cabaña.

Ellos dicen ser mi familia y los siento como una, me han apoyado y no se rindieron cuando les gritaba que me dejaran, tampoco creo que alguien quiera cuidar a un loco perdido, desconocido, luchando consigo mismo para que le dé una pista de como termino así.



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En el texto hay: rosas, amor, motocicletas

Editado: 28.07.2024

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