Capítulo 53

Un par de días después, Alejandro estaba buscando en los archivos de la Hemeroteca de la ciudad, artículos relacionados a algunos de los casos de los matrimonios asesinados: los Rogers, los Williams, los Toledo, los Aguirre, y los Aranda, que eran los casos más antiguos y anteriores al de sus padres. 

Ya que de sus padres tenía toda la información posible, la que había obtenido cuando tuvo acceso al expediente, y el de los Anderson era un caso abierto, así que seguían investigando. Lo que necesitaba era información sobre los casos que, hasta hace unos días, desconocían su existencia.

Hizo una mueca recordando como él y Owl habían terminado dormidos después de aquel día tan agotador, sus dos cuerpos enredados cómodamente -como si no fuera la primera vez- en la cama de Owl hasta que, unas horas después, el sonido insistente del móvil de Alex los había despertado.

Alex habría jurado que su móvil estaba bastante lejos de la cama, pero Owl se lo había puesto en la mano en sólo un par de segundos, mientras él se sentaba y se frotaba los ojos tratando de despertar, y recordar dónde estaba y qué estaba pasando. Owl ni siquiera parecía haberse movido, uno de sus brazos cubría sus ojos cuando gruñó algo y le tendió el móvil. 

Había sido Theo quien llamaba: "¿ALEX? ¡Por dios, hasta que respondes, hombre! ¡Te he marcado más de diez veces! -después de unos segundos para respirar, se había controlado un poco-. Sé que te dije antes que te tomaras el día y sólo leyeras... Uh... El blog, pero, por favor, dime que no lo has hecho todavía..."

Alejandro había mirado a Owl que parecía haberse quedado dormido de nuevo. ¿De dónde había sacado el móvil? 

—Sí, sí lo leí, Theo. Y encontré algo muy interes...

"¡NO! -Theo había gritado, sin dejarlo terminar siquiera-. ¿No me digas que lo leíste todo? Alex, yo no había leído el artículo completo. Fue un error dejarte leer primero. Hasta que terminé el expediente de los Anderson hace un par de horas es que pude leerlo de principio a fin, no sabía que incluía fotografías, Alex, te lo juro. ¡Maldición, ni siquiera sé cómo las consiguieron! Tienen información privilegiada que no debería andar por ahí en un blog público cualquiera. ¿Cómo consiguieron tantas cosas? Tienen fechas, información de los casos, fotografías de los cuerpos... ¡Incluso prometen conseguir la de los Anderson! Esas fotografías no las tenemos más que nosotros en la Central, los forenses en la Morgue, y los laboratorios a los que se les pedirán ciertos exámenes que esperemos arrojen algo de información... ¡No pueden conseguir esas malditas fotos! Es ilegal distribuirlas, va contra la ética de nuestros trabajos, y aunque este caso llegue a hacerse público, no se darían esos detalles..."

Alejandro aprovechó el segundo que Theo tomó para respirar, para hablar: -No te preocupes por el caso de mis padres, y las fotografías, sabes que ya las había visto antes. Y sobre la de los Anderson, puede ser sólo una promesa vacía, aunque obviamente alguien les ha dado el dato, tenían información, aunque básica, del caso. Mantén el expediente y los avances sólo para personal de confianza, si las fotografías se filtran, entonces sabremos entre quiénes buscar al infiltrado. Pero, hasta que eso pase, lo importante es buscar los datos de los casos anteriores, si conseguimos eso podremos avanzar en la investigación actual. Si son reales y el autor de este blog lo consiguió, nosotros también deberíamos poder. Eso nos será muy útil porque...

"¿Alex? -Theo lo había interrumpido-. Tú estás... ¿Estás bien? Te escuchas tan tranquilo y frío, tan concentrado en esto, no quiero pensar que lo haces sólo para seguir en el caso. Alex, si quieres ayudar, no voy a impedírtelo, porque entiendo lo importante que es para ti, pero me gustaría que seas honesto conmigo. No tienes que fingir o hacerte el fuerte. Cuando vi la fotografía de tus padres, lo primero que pensé fue en llamar a Sabine, pensé que la necesitarías, y más cuando tú no respondías a mis llamadas..."

Alejandro había dejado de escuchar, mientras miraba a Owl dormir. Había estado bastante ocupado durmiendo con otro hombre, en su cama, pensó, para responderte.

Esperó varios segundos a que el pánico llegara, ¡él estaba con un hombre! ¡en la cama de un hombre! No en un sofá, ahora habían dormido juntos en su cama. Pero esa sensación de estar haciendo lo incorrecto o tener que preocuparse al respecto, nunca llegó. Así que Alejandro suspiró y volvió a escuchar lo que decía Theo, para poder repetirle que: 

—Estoy bien, de verdad, no estoy fingiendo ni necesito a Sabine... -eso había hecho que el cuerpo de Owl se tensara, pero cuando Alex intentó salir de la cama para dejarlo que siguiera durmiendo, la mano de Michael lo detuvo y sus ojos se abrieron. Y Alex ya no pudo moverse, aunque quisiera. 

En ese momento, la mirada de Michael era plata derretida, tan profunda que Alejandro se sintió hipnotizado, había algo en esos ojos, algo más que sólo su reflejo, algo lo miraba y lo atraía. Alejandro había querido colgar a Theo y correr por su bloc, tomar sus lápices y terminar lo que había comenzado esa misma mañana. Eso o besarlo profundamente, besarlo tanto, en tantos lugares, sentirlo, de sólo pensarlo Alejandro sintió cada centímetro de su cuerpo arder y sus células volverse locas. Había tragado con dificultad, sin dejar de mirarlo, mientras su piel se erizaba.