Mire por la venta ahí estaban mis padres sentados en el sofá mirando la tele. ¿No estaban preocupados por mi? Me dirigí a la puerta con la intención de entrar, en esta había una hoja que ponía '' SE BUSCA A MIA DESAPARECIDA DESDE EL DÍA 18 DE NOVIEMBRE'' ponían también mi fotografía, y bajó esta ponía "si la ve o tiene alguna información contactar con familia Obrayan" y ponían el número de mis padres.
¿Cuanto había pasado? ¿Ya me habían olvidado? ¿Porque estaban tan tranquilos? Lograba sentir como mi furia subía y llegaba a mi cabeza, estaba tan furioza que solo quería morder y de sangrar a alguien. Solo quería morder a alguien, comenzaba a perderme en esos pensamiento tan sangrientos decidí irme caminar al otro lado de la ciudad.
Caminaba por un callejón tratando de centrarme en algo, cualquier cosa cuando recordé la tarjeta en mi bolsillo, traté de recordar donde había visto un telefono público.
A dos cuadras de la plaza principal había uno, me dirigí en su dirección alejandome de la gente, no quería volver a pasar por lo de antes. Llegué al lugar donde estaba el teléfono público, escondida en un callejón espere que lo desocuparan. Camine hacia él, lo tome y marque el numero, sonó una, dos y a la tercera contestó una voz masculina.
Hola-dijeron desde el teléfono, yo estaba muy nerviosa demore unos segundos en contestar.
Hola Spink, soy Mia- supuse que sabría con quien hablaba ya que tenia su tarjeta. Quise que me recordará, y que pudiera explicarme algo.
¿Mia? - preguntó sin más como si no supiera quién hablaba. Comenzaba a decepcionarme.
Si, supuse que me conocías tenía, tu tarjeta en mi bolsillo - rogaba que se acordará.
Mm, la rubia de ojos pardos-contestó, yo me alegre por lo menos recordaba algo.
Si, ella misma quería saber si nos podíamos juntar necesito preguntarte algunas cosas y se me acaba el tiempo en el teléfono público-le dije
Me sito en la plaza principal, yo estaba serca, camine hacia ella. Cuando llegue, ya era un poco pasado de las tres de la madrugada, casi toda las personas que estaban ahí se habían marchado, camine a la cúpula central de la plaza.
La plaza era el lugar más concurrido de la ciudad, se componia de casi dos cuadras de ancho y dos cuadras de largo, tenía tres cúpulas, las laterales que eran pequeñas y la central que era más grande, estaba rodeado de árboles y pasto, cada cúpula tenía un caminillo de piedras, en una esquina de la plaza habían juegos para los niños y en la otra unas bancas para los enamorados. Estaba ensimismada mirando la plaza cuando un pequeño sonido me alertó.
Él era alto, tenía el pelo rubio casi blanco, la piel muy pálida, en su cara tenía unos pequeños oyuelos, vestía un abrigo de cuero, y los pantalones también. Llevaba una remera negra que se pegaba a su cuerpo, se marcaban sus abdominales, parecía musculoso, lo mire nuevamente a la cara y note en su sonrriza sus colmillos, me asuste pero no podía moverme él se acerco me tomó del brazo y me dijo "cariño no podrás escapar" .
Trate de soltar e pero no pude, su fuerza era sorprendente.
Ya quedate tranquila, no voy a lastimarte, solo quiero explicarte nuestro mundo-dijo Spink con una sonrisa en la cara.
Ya quería respuestas así que me tranquilice, y me quedé callada esperando que Spink dijera algo más.
Supongo que no recuerdas nada, lo que es normal dado que te mordi, tu sangre es esquisita casi no logro controlarme pero te necesitaba lo suficiente como para dejarte vivir. - dijo sin más, como si eso explicara mucho.
¿Necesitarme para que? ¿Tu me mordite y me combertiste en esto? - dije aún aturdida por aquella información.
Cariño eso es asunto mio, a su momento te enterara. Y si yo te mordi, tu linaje es algo especial, como tu quedan muy pocas ya casi se extingue tu especie.- dijo Spink.
¿Mi linaje, los de mi especie? No veo que los humanos se estén extinguiendo. - todo me parecía muy raro.
Cariño no sabes de donde vienes, tu familia no te contó, ha no sabes que no eres hija de tus padres humanos--dijo Spink
¿De que esta hablando? Creo que te equivocas de mujer, sabría que no soy hija de ellos me lo ubiesen dicho--dije más para mi que para él.
¿Ya fuiste en busca de tus padres humanos? ¿Te siguen buscando? No sierto, no querrían estar con un demonio como tu, no ham pasado más de 4 días y ellos se olvidaron de ti. - su somrisa burlona me tenía de furia, solo pensaba en golpearlo, en quebrar su cuello y partir lo en dos.
¿Como se yo que no me lo dices para hacerme seguirte? - dije desconfiando de mi actuar, la furia cada ves se apoderaba más de mi.
Por qué yo te deje en la puerta de su casa cuando eras solo una bebe, salve tu vida aquella vez y hace unos días atrás cuando te lanzaste de aquel puente. ¿No me digas que no recuerdas eso? - estaba perpleja, una pequeña visión lanzadome vino a mi.
¿Porque me lance? ¿Como sabías que lo haría? - le pregunté tomándolo con fuerza del abrigo y alzandolo para que colgará sus pies.
Mia calmate no querrás enfrentarte a mi, yo soy mucho más fuerte que tu y aún no estas lista para la lucha.-dijo
Ya estoy arta dime todo lo que sepas de mi ahora- le dije lanzando lo lejos. No había notado lo fuerte que era ahora.
Agradece que te necesito - me dijo mostrando sus colmillos- lo sabía porque te vi salir de casa cuando el demonio se apoderó de ti y no podías soportarlo, te ordenaba que matarás me lo contaste mientras intentaba salvarte. Pero como eres terca te lanzaste y yo tras de ti, te tomé y te mordi. Ya es la hora de comer, puedo notar en tus colmillos sobresalientes que deseas la sangre.
Tenía razón, me moría de habré desee desgarrar algún cuello, pero me llevó a una casona, parecía abandonada. Me indico una habitación abrí la puerta, entre, y encendí la luz. Él se mantuvo siempre tras de mi mirando lo que hacía, la habitación estaba llena de personas, todas amarradas de pies y manos, bocas tapadas con cinta y cuello descubierto.