Yo... Yo... ¿Por qué me mientes tú? -Su tono suena enfadado.
Uno, yo no miento, no me gusta hacerlo; dos, si lo hago es siempre para proteger a alguien. -Ahora yo sueno enfadada.
¿Es por él? ¿Me mientes para proteger a tu amiguito? ¡Yo soy tu novio! -¿Por qué me grita?
Está bien, sí te miento, y sí, es para protegerlo a él, que es mi amigo desde antes que tú. Y que sepas que no te pienso decir lo que te oculto. -Le reproche.
No hace falta, ya lo sé. El día del ataque, me hice el dormido y os escuché hablar a las dos. -Mi cara de enfado se convirtió en una angustiada y desesperada cara de susto.
¿Có...cómo? No se lo diga a nadie. Por favor, o... o lo matarán. -Mi voz sale entrecortada y mis ojos empiezan a cristalizarse.
No se lo diré a nadie, pero me duele saber que no confías en mí. Vale, puede que no me caiga muy bien, yo tampoco a él, pero nos intentamos llevar por ti. ¿Cómo creíste que si lo sabía lo delataría? -Su voz es sincera, pero no del todo. Al ver mis ojos cristalinos se ha calmado. Nos hemos calmado.
Yo... No lo sé. -Bajo la cabeza para que no vea como las lágrimas recorren mis mejillas-. Supongo que pensé que sin uno sabía algo malo del otro enseguida lo usaría contra él.
Puede que no nos llevemos del todo bien, pero coincidimos en que no queremos que te pase nada malo; jamás haríamos algo que pudiera dañarte. -Lo dice tan tranquilo que hasta da escalofríos, siento que en el fondo no dice la verdad.
¿Por qué me seguías ayer? -Vuelve a estar nervioso.
Quería esperar a que te dejaran un momento sola para secuestrarte y darte una sorpresa. Pero eso no pasó. -Dice decepcionado.
Y ¿qué sorpresa era? -Pregunto tímida.
-Él me levanta la cabeza y dice secándome las lágrimas:-
Que siempre estaré a tu lado, me espere o no. -Y me besa.
Deberíamos salir ya. -Digo.
Sí. -Afirma.
-Salimos de casa hacia el Centro Comercia donde nos encontramos con Stephan y Clara. Fuimos a ver una peli de terror y al salir comimos por allí. Más tarde, cada uno se fue a su respectiva casa a por los disfraces, los cogimos y nos dirigimos a casa de Steph. Una vez allí los chicos dejaron sus disfraces en una habitación y las chicas en otra. Jack quiso comprar un disfraz diferente antes de venir, por si acaso, y no me ha dejado verlo, dice que es una sorpresa. Yo, sin embargo, me he traído el mismo. Aún queda tiempo para que la fiesta empiece pero nosotras necesitamos mucho de ese tiempo para prepararnos.
Dejamos a los chicos tomando unas cervezas y nos fuimos al Centro Comercial, Jack no será el único que me dé una sorpresa. ¡A por mi nuevo disfraz!-.