Capítulo 1
Miedo, aquel devastador sentimiento que invade tu ser y nubla tu mente, el que tiene el poder de parar tu corazón para luego hacerlo latir descontroladamente en menos de un segundo, ¿Hay algo peor que el miedo? Pocas cosas la verdad y como todo en la vida este tiene escalas, desde un leve susto hasta un terror constante, el peor creo que sería al que te acostumbras, muchas personas preocupantemente no notan que viven cómodos con el miedo y aunque suene irracional, es cierto. Estas tres hermanas son el vivo ejemplo, se resignaron, dejaron de luchar contra él, al ver una “desventaja” prefirieron aliarse sin darse cuenta que las hizo sus esclavas, perdieron la esperanza, perdieron la identidad ahora en sus bocas solo se oía el miedo hablar.
- Eso no funcionará, ya les dije nada podrá transformarnos – Damalis refutó perdiendo un poco la paciencia, su llanto se cambió por enojo hace ya un rato.
- Entonces pretendes que nos quedemos en este estado, lamento informarte querida hermana que soy un pez, Damalis, ¡un bendito pez!
- Prácticamente eres la mitad de un pez, la mitad de un pez maldito – sonríe Theodore mientras que todos lo fulminan con la mirada.
- Creo que debemos buscar otra forma, siempre Cas está leyendo esas cosas viejas y polvorientas seguramente puede haber un antídoto o algo semejante.
- Primeramente, esas cosas son libros Marilee, segundo los más cercanos son los del castillo y recuerda que el tío Bemus también nos tiene prohibida la entrada.
- ¿Puedo aconsejarles que…? – Evan fue el único con la valentía de interrumpir.
- ¡No! – gritaron las tres princesas al borde de la cólera sorprendiendo a todos.
- Perdón príncipe Evan no deseábamos responder de forma tan hostil y aunque no nos justifique entenderá en la intranquilidad que nos proporciona tratar este tema tan delicado – la ninfa ya más calmada responde, para después dirigirse a sus hermanas – ya les dije que la mejor opción será buscar un nuevo hogar, conocen bien que este reino es famoso por albergar seres iguales a nosotros quizás los podamos encontrar e integrarnos a ellos, además odio hacer esto, pero soy la mayor y la responsable por ustedes, vamos a hacer lo que yo diga – Damalis era tan buena dando órdenes como Marilee traduciendo griego, lo cual hacía fácil no tomarla en serio.
- La verdad Lysander es responsable por nosotros, el rey lo estableció y recuerda tú lo aprobaste, además nunca fuiste responsable por nosotras, cuando éramos pequeñas un guardia siempre nos cuidaba no tú – la sirena se calló al instante, la cara de sorpresa de los presentes no se hizo esperar, esta vez había metido la pata – explicándolo mejor tu…tu siempre estabas ocupadas en tus clases y… y el deber real llamaba, no sé por qué te lo explico si ya conoces la historia.
- Por la misma razón Cas insisto que no es recomendable hacerle perder tiempo a los demás – la trató con suavidad, entendía lo mucho que le incomodaba a Acacia recordar eso y si lo sacó a la luz fue porque de verdad estaba frustrada.
Desde ese momento la conversación se tornó más calmada y los muchachos ya no temían correr peligro de muerte al dar su punto de vista, después de horas socializando llegaron al consenso de tratar de revertir la maldición hasta la culminación del plazo, si este se agotaba y no lo lograban, buscarían un nuevo hogar. Aunque ponerse de acuerdo fue un arduo trabajo no se comparaba con lo que venía, tenían que infiltrarse en el castillo, famoso por contar con los mejores guerreros, los únicos capaces de hacerle frente a los griegos y solo contaban con tres días para llevar a cabo su plan, según el perfecto cronograma diseñado por Damalis quien insistía en la importancia de realizarlo al pie de la letra.
La noche llegó antes de lo esperado por fortuna, Theodore y Evan regresaron del pueblo a tiempo con todas las herramientas necesarias y algo de comida, para Damalis, Marilee y Acacia fue gracioso ver la expresión del príncipe cuando le explicaron la razón por la que él y Theodore eran los indicados para la misión, pues nadie lo reconocería a ellos, pero su ego sufrió más cuando comprobó que era cierto y regresó al campamento con cara de pocos amigos. A medida que transcurrían las horas, la inquietud aumentaba, trayendo consigo un sabor agridulce, se respiraba la emoción de un plan exitoso, para su desgracia no se llevó a cabo ya que el número de guardias aumentó aquella noche por un atentado contra uno de los miembros del consejo, casi nadie pudo dormir y la mañana se apresuraba en el horizonte sin perdonar a nadie.
- Princesa, princesa – Acacia sentía como si alguien la llamara, pero el sueño le ganaba – princesa por favor despierte, su hermana desea hablar con todos nosotros y requiere su presencia – los esfuerzos de Crisdean eran en vano – princesa Acacia por favor despierte – se aleja – no me harás despertarte así muchachita subversiva – la sirena despierta de golpe y al guardia casi le da un infarto preguntándose si habrá escuchado lo último que dijo, deseando que no - ¿princesa usted estaba escuchando? Es decir ¿la desperté? – dijo nervioso.
- ¿Estaba usted hablándome? Perdone recién despierto, me asuste por algo que cayó en mi arcón – la pelinegra le enseñó la basura, aliviando así al guardia.
- Es que su hermana desea hablar con todos sobre el plan que efectuaremos esta noche y necesita urgente su presencia.
- Gracias por avisar… - silencio - infórmele que en cuanto pueda iré caminando.
- ¡Ah! Si claro – Crisdean captando la indirecta la llevó hacia su hermana.
- Bueno ahora que ya todos están presentes repasemos el plan, yo y Theodore vamos a buscar en la biblioteca, mientras que Evan y Crisdean en la oficina real, la habitación del rey será registrada por Marilee y Lysander… aunque pensándolo mejor no creo apropiado dejar a Acacia sola en el bosque.
- Si porque una sirena preocupa más a la guardia real que seis intrusos, me gusta tu razonamiento hermana, me inspiras, de grande quiero ser como tú.
- Deja el sarcasmo Cas sabes a lo que me refiero, y si algo te sucede.
- Damalis me sé cuidar sola, no los puedo ayudar en nada, al menos no me conviertas en una carga para los demás, eso es estresante.
- Lysander puede ir solo correría menos riesgo si no lo ven con la princesa Marilee, ella ayudará con la soga y regresará con la princesa Acacia para que usted se quede más tranquila – Theodore aporta mientras que todos aceptan.
- Perfecto ahora mi hermana menor debe cuidarme – bueno casi todos.