¿aún hay esperanza?

Capítulo 6

  • ¡Escóndanse detrás de los árboles! - grita Lysander seguido de otra flecha.
  • Y yo ¿Qué? - Acacia trataba de escabullir las flechas que caían en el agua.

Las flechas eran cada vez más certeras y no solo era una, sino que ahora aparecían de cuatro en cuatro volviéndose más agresivas con cada tiro, ágilmente el joven se abrió camino entre los árboles hasta alcanzar a la muchacha, la colocó en el arcón lleno de agua y la arrastró hasta el primer pino que pudo encontrar

  • ¡Suelte a la princesa! - se escucha una voz desde lo alto de un árbol.
  • Esa voz me es conocida - sin percatarse Acacia reflexiona en voz alta.
  • Excelente la conoce, podría decirle que por favor no intente matarnos.
  • ¡Acacia! Yo sé quién es - grita Damalis desde atrás - es el príncipe Evan.

Acacia miró a su acompañante, su rostro reflejaba una clara e intensa preocupación.

  • Estamos muertos - se dirige hacia Lysander sin la menor delicadeza.

La sirena se alarmó aún más cuando divisó un líquido rojo correr por el brazo de su acompañante, su corazón se inquietó, estaba sangrado y aunque no era abundante, era preocupante, lo miró y este simplemente le regaló una sonrisa.

  • Habla con él Acacia - dice Marilee – quizás puedas lograr algo.
  • Si claro, que nos maten a todos, es mejor que hable Damalis.
  • Estoy muy lejos como para que me escuche, tienes que hacerlo tú.
  • Está bien - refunfuña - Evan… no sé si te acuerdas de mí, mmm… soy Acacia, ya sabes la sobrina del rey que te trajo hasta aquí y si lo consideras en lo más mínimo, no sé podrías… ¡No tratar de matarnos! - las flechas pararon.
  • ¿Acacia? ¿en verdad eres tú? - se escucha claramente a Evan.
  • ¡No!, soy una impostora, porque hay muchas princesas que se convierten en sirena, pero tranquilo entiendo tu confusión – Acacia exclama con clara ironía.
  • Si eres tú - dice con tono monótono, se puede ver como de entre los árboles emerge una cabellera negra y Acacia se encuentra con los ojos del muchacho - ¿estás bien? - le pregunta mirándola fijamente.
  • Sí, pero estaría mejor si alguien no hubiera intentado matarnos.
  • Por eso, les pido perdón - se rasca la cabeza avergonzado - pensé que las habían secuestrado, me preocupé y las vine a buscar…
  • ¡Evan! Que gusto volverte a ver – Damalis corre a abrazarlo y el joven le corresponde, Acacia rueda los ojos, aún no entendía que le veía su hermana a ese para quererlo tanto, aunque lo esperaba de Damalis, ella estaba llena de amor y siempre lo compartía con los demás sin importar nada más.
  • Tortolos no deseo interrumpirlos, pero… - Acacia dice molesta.
  • Acaso estás celosa Acacia - el joven la interrumpió con arrogancia.
  • Y de qué, ¿De ti? Perdóname, pero… - paró en seco, la imagen de sus padres invadió su cabeza, Evan le hacía recordar esa horrible noche y prefirió callar, sabiendo que no le prestarían atención, miró a Lysander con preocupación - podrías hacer el último esfuerzo para regresarme al río, por favor, no te preocupes una vez allí trataré de hacer algo con eso - señala su brazo.

Lysander arrastró el arcón hasta la orilla del río y regresó a la sirena al agua.

  • Tranquilo estas en buenas manos, hace mucho llegaron a invadir el pueblo y dejaron muchos heridos, mi madre nos llevó a cuidarlos y allí pude aprender algo - toma el brazo del muchacho y lava la herida - es un poco profunda pero nada que no se pueda solucionar, pásame por favor esas telarañas que están en el árbol de allá  - envolvió la herida con varias telarañas y lo obligó a mantener el brazo inmóvil pues el sangrado había parado, Lysander se acercó para ver mejor - No respires sobre la herida - se mantiene pensativa unos instantes - esta noche no podrás dormir en el suelo, se te puede infectar la herida, no sabes si tus amigos trajeron algún tipo de tela limpia.
  • ¡Theodore y Crisdean! Me olvidé completamente de ellos no han de estar esperando, será mejor que le avisemos a los demás - antes de que pudiera dirigirse a cualquier lugar, Acacia de improviso lo toma del brazo.
  • Sabes que hará Damalis si ve tu herida - lo mira con seriedad - será mejor que les expliques las coordenadas desde aquí y nos adelantemos.

Y así lo hicieron, Lysander y Acacia se dirigieron río abajo, a lo lejos alcanzaron a observar al muchacho de cabellos rubios recostado a un árbol, estaba completamente dormido mientras que el de ojos cafés caminando de un lado a otro le lanzaba hojas al rostro, los dos aburridos esperando junto a lo que parecía ser el refugio.

  • Al fin llegan, ¿por qué se tardaron? - Crisdean se queja ocasionando que su amigo despierte - Ya nos estábamos preocupando - Acacia mira Theodore.
  • Todos nos preocupamos de diferentes modos - se excusa el rubio.

Al notar que Lysander estaba herido, inmediatamente se levantó y se dirigió a él.

  • ¿Qué sucedió? - pregunta seriamente mientras observa su brazo.
  • Digamos que un príncipe engreído simulaba ser héroe y nos retrasó.
  • Esa no es la forma correcta de agradecer princesa Acacia - ríe Evan.
  • Llegaron - se sobresalta Acacia y jala el pie del herido para obligar que gire sin ningún éxito, pero este al percatarlo oculta su herida.
  • ¡No ¡somos espectros - Evan recalca con socarronería mirando a la joven.
  • Príncipe la verdad es que no poseo el tiempo suficiente para despilfarrarlo en alguien como usted, por esa razón sea tan gentil de no volverme a dirigir la palabra por el resto de su vida - la sirena lo mira para luego ignorarlo.
  • Será mejor que nos vayamos todos a dormir, mañana va a ser un largo día - Damalis se interpone entre los dos jóvenes antes de que lo peor suceda.
  • Es una idea fascinante - acota Lysander - pero antes establezcamos guardias - ahora mira a sus amigos - yo haré el primer turno.
  • Yo seré el siguiente - se ofrece Theodore proporcionando como era de costumbre un amistoso golpe en el brazo a su amigo, este ocultó su dolor – lo lamento Lysander - se disculpa rápidamente el joven.
  • ¿Qué lamentas? - pregunta Marilee con frialdad, esa pregunta despertó la curiosidad de Damalis y Evan quienes esperaban ansiosos la respuesta.
  • Lamenta haberlo lastimado, pero ya no debe preocuparse eso queda en el pasado - reaccionó rápidamente Crisdean.
  • Tu amigo tiene razón no dejes que los recuerdos malos te atormenten pues lo pasado permanece en el pasado, lo más importantes son las decisiones que tu tomes desde ahora para cambiar tu futuro – Damalis finaliza dramáticamente.




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