Cap 3

Un vestido verde oscuro brillante, unos tacones negros y un bolso Gucci negro en el cual llevaba todas mis pertenencias, que se reducían a mi maquillaje, un paquete de cigarros y mi celular.

Iba mirando la ciudad en el recorrido hacia una parte apartada de Londres hasta que José uno de mis guarda espaldas pone "me equivoque" de ventino, y por en un instante se me aguan los ojos hasta que logro recuperarme y comienzo a cantar a todo pulmón mientras que Patrick nos mira de una manera extraña, casi que riéndose de nuestra pasión por cantar una canción. Mis guarda espaldas son lo máximo.

Y así en el transcurso del trayecto la música colombiana inunda mi carro con José y yo cantando a todo pulmón, con Patrick moviendo la cabeza de un lado al otro, las risas inundando la camioneta y nuestros gritos al parecer nos hacía ver como una secta. Estos momentos en la vida de lujos que amo más.

Al llegar y ver los flashes, me puse un tanto incomoda, y más cuando Patrick abrió mi puerta, todos enfocados en mí y haciendo mil preguntas, preguntas relacionadas con la pasarela, así que solo modelo por la alfombra con elegancia glamur y pertenencia, haciéndoles ver el por qué soy modelo, deteniéndome frente a un periodista que conocía bien, dándole la primicia a él y a su periódico, de tener lo que tantos añoran, de tener la "verdad"

Estaba muy nerviosa por darle la primicia a este chico, ya que Alejandro no me había vuelto a escribir, por tanto, no sabía cómo íbamos a solucionar esto, así que decidí inventar algo y salir a delante. Alejandro ni un comunicado había dado por lo sucedido lo cual me hacía poner muy furiosa, él estaba raro hace un par de meses y eso me preocupaba, ya que él se hace responsable de mi carrera como modelo (gracias a Dios solo de ello)

—Srta Ruby Juliana López, es un placer tenerla de nuevo al frente de este periódico —Habla el chico que conozco con total amabilidad.

—El placer es mío —le respondo yo al muchacho que conozco como Justin.

—Ya que nos diste el placer de obtener esta primicia, cuéntanos que sucedió en la pasarela de anoche.

—Sabía que ibas a preguntar eso —rio suavemente— realmente, yo había comunicado a la persona que se encargaba de mi vestuario, que los tacones se sentían extraños, un tanto flojos, a lo cual me respondió que no era nada, sin embargo salí a pasarela y ocurrió lo que tenía que pasar, el tacón me hizo trastabillar, y yo caí al suelo, creo que mi huida en toples fue lo más visto, pero realmente estaba muy apenada —Digo en una pequeña mentira piadosa que oculte el verdadero porque de mi caída, además de no querer hacer un escándalo en un vaso de agua.

—O eso escena terrible srta Ruby —dice el volviéndose a poner el micrófono cerca.

—Lo es, y realmente estoy muy apenada por mi caída frente a una de las mejores pasarelas —hablo suave pero segura.

—Gracias por la primicia srta Ruby, y no te deberías sentirte así, sigues siendo una gran modelo, y habrán mil marcas que están tras de ti, también sé que Victoria's Secret te quiere aun, lo se

—De nada Justin y gracias, fue todo un placer hablar contigo —digo sonriéndole, dando la vuelta para seguir mi camino desempeñándome en esta alfombra dándoles buenas fotos a todos los reporteros.

Al entrar a la gran casa en la cual se está haciendo esta gala me fijo en dos cabelleras, una totalmente ¿rosa? y otra rubia casi que blanca y salgo a correr sin importar los tropezones con las demás personas y los abrazo con todas mis fuerzas sin que ellos se den cuenta de soy.

—¡Dios, los extrañe tanto! ¡tanto, pero tanto que no tienen idea! —grito de la felicidad, y ellos se dieron la vuelta tomándome por la cintura y dándome cada un beso en las mejillas y en la Frente, molestándome y revolviendo mi cabello que me había esmerado en peinar.

—Estábamos preocupados por ti, así que le dije a Pablo que alistara el Yet para venir a esta belleza a la cual casi no podemos entrar pese a haber sido invitados —habla Daniel en español con su acento usual de pomposo.

—La verdad, la verdad, pensé que esto solo era una fiesta donde derrochan el dinero, y no me equivocaba, acá solo derrochan el dinero —dice de manera pomposa Pablo, también hablando en español.

—¡Oh dios! no pensé que fueran a venir, ¿cómo esta Grecia?, ¿cómo están ustedes?, tenemos mucho de qué hablar

—Los que hacemos las preguntas acá somos Daniel y yo ¿qué paso anoche? —pregunta Pablo

—Y sabemos que no fue un tonto tropezón —lo corta Daniel— Habla, y con detalles Ruby Juliana López.

—Porque dices mi nombre completo Daniel Alejandro Molina —respondo con un dulce puchero— no digas mi nombre completo, me siento regañada —miro a los dos hombres más altos que yo, bueno uno es más alto que el otro.

—Vamos a un lugar más privado, acá pueden escucharnos —comenta Pablo haciendo que Daniel acierta.

—Dudo que nos presten atención, hay mucha gente acá, además es evento privado.

—No fue una pregunta Ruby, vamos —habla pablo tomándome del brazo y llevándome a un cuarto en el piso de arriba, con Daniel siguiéndonos unos pasos atrás

En el cuarto me quedo observándolos, Pablo Tomas Alarcón Hernández y Daniel Alejandro Molina Luna. Mis mejores amigos desde la infancia, nuestras madres eran amigas y nuestras familias siempre se han llevado bien, además, venir de familias con arto capital también fue un punto a nuestro favor creando un vínculo muy fuerte desde que éramos niños los 5 éramos inseparables, bueno ahora los 4 antes los 5.

Pablo era alto, no tanto, solo estaba al margen con la estatura promedio en Colombia 1.72, nada mal, su familia era dueña de tres de los imperios más grandes en Colombia, morocho comprometido, cabello ahora rosado y ojos cafés, empresario y escritor, caballeroso y en busca de su amor ideal. Que más se puede esperar de un hombre.