El tercer Dios caminaba con cuidado por el bosque de su casa, observando aquellas almas que ahora eran suyas. Pero él realmente no estaba ahí, su mente volaba hacia múltiples recuerdos de una peculiar pareja. Un ángel, llamado Isaac y un demonio femenino llamada Caos, ambos se enamoraron, y él no lo pudo evitar. Pero, a pesar de eso les dio un nuevo comienzo. Un ángel de la guarda llamado Devora y un humano llamado Alexander, ambos, de nuevo, se enamoraron. Otra muerte inevitable. Otra desilusión.
Pero tomo una nueva decisión, los traería a la vida por una última vez. Él era el único Dios que creía en nuevas oportunidades, sus hermanos eran bastantes rígidos, en su opinión. En ésta nueva oportunidad los haría a ambos humanos, sí, solamente humanos.
Sonrío, en ésta ocasión, ganaría la apuesta.