EL CIELO
El tercer Dios, caminaba hacia los archivos de todos sus habitantes, a veces, alguna alma lo paraba y le besaba la mejilla. Hace poco Samuel venía a decirle que el demonio traidor, Dylan, aceptó ayudar. Eso lo alegró, pero también estaba alerta. Dylan y Samuel tenían cuentas pendientes con la diosa del universo uno, la única diosa con nombre. Pandora.
Sacudiendo la cabeza, las puertas de cristal se abrieron. El olor a pergaminos viejos y rosas llegó al dios, quien sonrío con nostalgia.
Camino entre las estanterías, buscando el registro de Colt cuando era Alexander y Casiopea.
Casiopea fue tal vez… la enfermedad y la cura de Samuel, pero no era tiempo de pensar en eso.
Rápidamente empezó pasar sus dedos bajo el pergamino. La sensación de papel áspero se posó bajo los dedos del Dios. El suave susurro de las telas de su vestido. Y el murmullo lejano de los ángeles y habitantes de su cielo.
El Dios estiró sus manos al frente de él. El sonido del viento se intensificó, suaves voces empezaron a susurrar dos nombres.
Alexander.
Casiopea.
Rápidamente dos pergaminos cayeron en los pies del Dios. Los tomó y se sentó en una mesa cercana. En un movimiento ligero abrió el de Alexander.
Todo el perfil del humano iluminó la sala. Un chico de ojos grises, piel morena, pelo oscuro revuelto y mirada aburrida.
Género: Masculino.
Nombre: Alexander Mathew* Castillo Park.
Raza: Humano.
Universo: N.3
Número de vida (s): Segunda vida.
Padres: Ausentes. Dos humanos.
Adoptado por el demonio exiliado, Dylan. (SIN GÉNERO).
Nacimiento: 23/11/1950. (FECHA DEL UNIVERO TRES).
Muerte: 2/01/1970. (FECHA DEL UNIVERO TRES).
El Dios asintió con el cabeza, confirmado sus memorias de la segunda vida de Colt. Después de leerlo una vez más, soltó el pergamino al aire y éste regresó a su lugar. Era el turno de la difunta Casiopea.
COLT
Colt observó el gran edificio frente a él. Las personas iban y venían, todas le daban una mirada, Colt no era una persona que ignorarías. Pero él no era consciente de eso, tan solo pensaba en lo que le esperaría allí. En la facultad de literatura.
Su amor por leer empezó a los diez años. Cuando encontró aquel interesante libro de semidioses, pronto, descubrió que era una saga. Saga que leyó y amó. Y después, empezó a leer más géneros y libros. Asesinos, amor, hadas, ángeles, dioses, brujos, vampiros, secuestradores. Sí, la literatura se volvió un fundamento en su vida.
Y después vinieron las pesadillas. Pesadillas de un demonio de pelo rubio platino, ojos sin iris ni pupila, aquellas alas negras. Y después un chico moreno, mirando a un ser tan etéreo. Con aquel pelo negro, ojos azules, pecas y mejilla regordetas.
Y unas palabras resonando sin parar en sus sueños: Dioses, universos, Re encarnación, muerte.
Pero también sangre, destrucción, anhelo, caos.
La única forma de calmar todo ese caos y organizarlo fue escribir una bilogía.
Sí, Colt convirtió sus pesadillas en libros.
Los público en una página web de auto publicación a sus catorce años. Y sus pesadillas ganaron más de diez millones de leídas. Sí, más de diez.
Actualmente una gran editorial del continente lo contactó para publicar sus pesadillas.
-¡Hey!-dijo una voz masculina en su oído, sobresaltándolo.
Colt dirigió su mirada a la voz. Un chico con pelo azul intenso, piel morena y ojos cafés lo saludó.
-No te he visto por aquí,-murmuró el chico-¿Nuevo, verdad?
Colt metió sus manos en su sudadera, y le dio una mirada inquisitiva la chico.
-Sí-respondió después de un silencio.
-Genial,-exclamó el moreno alegremente- Soy Julián y estoy en la facultad de veterinaria.
-Colt-dijo el rubio de manera seca.
-¿Y, qué más?-presionó Julián.
-Emmm, ¿qué se suponga que diga?-preguntó ladeando la cabeza, confundido.
-Tu facultad-canturreó Julián con las cejas encarnadas.
-¡Oh, sí!-exclamó con las mejillas sonrojadas-literatura.
-¿Literatura…?-murmuró Julián a la nada. Y de repente, su rostro se iluminó-¡Oh, eres Colt Triunfo! ¡El autor de “Una última vez”!
Colt encarnó sus cejas y sonrió con diversión.
-Sí, soy él-dijo quitándose la capucha que cubría su pelo rubio.
Julián sonrió y empezó a reír.
-Cuando tenía catorce empecé a leerlos… cuando no tenías tantas leídas.
-Yo empecé a escribir a los catorce-conto Colt.
-Sí que tiene un talento innato-exclamó el moreno con una sonrisa ladeada-¡Vamos, te daré un tour!
Colt se sentía ligeramente incómodo con alguien tan confianzudo y hablador. Él no era así, le costaba abrirse y hablar con tanta ligereza y comodidad con recién conocidos.
-No seas tímido-dijo Julián pasándole un brazo por su hombro. Algunas personas los vieron intrigados- soy una persona muy famosa, tendrás grandes amigos.
-Ehhh-empezó Colt de manera dudosa-¿ok?
-¡Maravilloso!-gritó él-vamos por un capuchino.
Comenzó Julián haciéndolos caminar entre edificios y personas. Muchas observaron a Colt hipnotizado y boquiabiertos.