Pov.Jennie.
- Chicas de que hablan?. - dije confundida.
- Tu eres la Reina, yo soy la prisionera y como ardillita es tu hermana es princesa y ella tiene derecho de liberarme. - Dijo Lisa y yo reí un poco.
- Entiendo. - dije. - Entonces soy la Reina?. - dije y mis hombres ríen.
- Si! - dijo Lisa. - Y ellos son las hormigas comunes. - dijo Señalando a mis hombres y dejan de reír y yo reí con ganas.
- Entren a la casa chicas. - Dije y ellas se cruzan de brazos y niegan. - Repito, entren a la casa. - dije y ni se inmutan.
- A nosotras no nos asustas, Reina. - dijo Lisa y los chicos se ríen.
- Pero-
- Nada de peros, yo liberé a Lisa y ella se irá a casa. - dijo Rosé.
- ¡Nada de eso, entren a la casa!.
- Reina, no nos grites. - dijo Lisa. - Vamos ardillita, la Reina es una maleducada. - dijo Lisa y se fueron a la casa con brazos entrelazados y cabeza arriba.
- Vieron eso? Creen que pueden mandarme a mi, ¡Ja!.
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- Auch! Rosie. - Me quejé mientras Rosé jalaba mi pelo con un peine.
- Quédate tranquila. - dijo Lisa mientras también jalaba mi pelo.
Estaban jugando al salón de belleza y obviamente necesitaban una clienta, yo estaba hablando algo sobre los casinos con Sehun y me fueron a buscar subiéndome a rastras a la habitación de Lisa.
- ¡Ya es suficiente!. - dije y me levanté de la silla donde me tenían sentada. - Me voy. - dije.
- Al menos paganos. - Dijo Rosé.
- Pagar?. - dije.
- Dinero, ya sabes. - dijo Lisa. - La gente Da dinero a cambio de algunos favores, y nosotras te hicimos un GRAN favor.
- Pero nisiquiera son...¡Ahg! Bien. - dije, saqué mi billetera y les entregué un billete a cada una.
- Es poco. - dijo Lisa.
- Que?. - Dije. - ¡Es un billete de 50 dólares!.
- Si, pero es sólo un billete, quiero Cinco. - dijo Lisa. - Así como este.
- Yo también. - Dijo Rosé
- Cinco que? ¡¿Están locas?! Que harán con 250 dólares?. - dije.
- Compraremos dulces y ropa linda. - dijo Rosé y empezaron a saltar de emoción. - Anda llevanos a comprar dulces y ropa. - dijo poniéndose su abrigo y dándole uno a Lisa.
- Chicas, chicas, chicas. - dije cerrando la puerta con llave para que no salgan. - No se puede salir de la casa. - dije.
- Por qu-
Iban a preguntar pero un trueno muy ruidoso las interrumpe y se lanzan encima de mi haciéndonos caer al suelo.
- Auch...
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- ¡Leo! Mira ardillita, es mi gatito Leo, Leo ella es ardillita. - dijo Lisa cuando le entregué su gato. - Él dice que mucho gusto, ardillita.
- Hola, Leo!. - dijo Rosé.
- La Reina gruñona te trajo?. - dijo Lisa.
- Oye! No soy gruñona. - dije. - Rosie ya tienes que Irte, es tarde.
- Que? - dijo Rosé triste. - Nooo...por favor. - dijo con un puchero.
- Rosie...
- Ya está lista la camioneta Jefa. - dijo Sehun
- Ya nos vamos, cariño?. - dijo Chae entrando a la sala.
- Si...No quiero irme. - Dijo Rosé.
- Mañana puedes volver. - dijo Chae.
- Si, Linda, mañana te traeré de nuev-
- No me hables. - Me dijo Rosé. - Bye Lis. - dijo despidiéndose de Lisa y salió de la casa con Chae, pero luego regresó. - Estoy enojada, no hables. - dijo, me abrazó y se fue.
- Reina Mala. - dijo Lisa y subió con su gato a su habitación.
- Genial, ahora todos están enojados conmigo. - digo a Bobby.
- Eso parece Jefa. - dijo riendo.
- Bueno, ya pueden irse, le dices a Sehun que ya no los necesitaré por hoy. - dije y subí a mi habitación.
Cuando estoy acostada en mi cama mirando al techo me llegan a la mente unos lindos ojos color avellanas con una mirada inocente.
Lisa, Lisa, Lisa, Lisa.
- Dios mío, que me está pasando?. Debo de estar loca. - Me dije a mi misma.
Cerré mis ojos pero los abrí de golpe cuando escuché el grito de Lisa después de un trueno.
Me levanté rápidamente y salí corriendo a su habitación.
- Lisa?. Que pasa? - dije cuando entró a su habitación y veo que está debajo de su sabana temblando. - Hey.
Me senté a su lado y le quité la sabana.
- Que pasa?. - Le digo.
- Dios está enojado. - dijo. - Esta gruñendo como tu cuando ardillita y yo te pedimos dinero.
- Dios no está enojado, Lili. - dije y ella se acerca más a mi. - Sólo es la naturaleza.
- La naturaleza está enojada?. - pregunta y yo niego riendo.
- Quiero decir que, la lluvia es de la naturaleza y cuando llueve suele haber truenos.
- Lisa le teme a los truenos. - dijo y me abraza, algo que me sorprende ya que una persona con autismo no le gusta tener contacto con las personas desconocidas.
- Por que le temes?.
- Es muy ruidoso. - dijo y vi como sus ojos se ponían triste, al recordar algo al parecer. - Lisa una vez escucho a papá gritarle a mamá, y Lisa se asustó. Papá es muy ruidoso cuando le grita a mamá.
- Que dices?. - dije confundida. - Tu papá le grita a tu mamá?.
- Si. - dijo y la sentí temblar. - También juegan un juego que no me gusta.
- Que clase de juego?
- Mamá siempre llora en esos juegos y...y...ella...
- Tranquila, pequeña, no pasa nada. - dije acariciando su pelo y ella esconde su rostro en mi cuello.
- Su nariz...su nariz...sa-sangre. - dijo y sentí mi cuello mojado.
Yo suspiro profundamente para calmarme.
- No pienses en eso, borra esas imágenes de tu mente, te juro que nunca más verás eso. - dije apretando mi mandíbula.
- Cuando Lisa ve eso, papá dice que es un juego entre él y mamá, pero Lisa no cree eso, Lisa no es tonta.
- Claro que no lo eres, pequeña, no eres tonta, nunca pienses eso. - le dije y ella asiente.
- Extraño a Mami. - dijo.
- Quieres hablar con ella?. - le digo.
- ¡Si, si quiero!. - dijo sentándose en la cama.
- Bien. - Busqué mi teléfono y busque el número de Daniel. - Llamaré a tu padre pero no hables ok? Le diré que me pase a tu madre y luego yo te la pasaré a ti. - le dije y ella asiente con entusiasmo.