Pov.Jennie.
- Rápido, Nini, rapido!. - decía Lisa mientras se bajaba del auto.
Habíamos llegado a la casa de sus padres y ella estaba muy feliz.
- Lisa, espera. - dije siguiendola hasta que estuvimos frente a la puerta.
- Esa gente de nuevo está aquí, Nini. - Dijo Lisa señalando una camioneta blanca que se aparcó delante de la casa.
- Quien es esa gente?.
- Ellos, ellos quieren quitarle la casa a mami. - Dijo Lisa.
- Tranquila, eso no pasará. - Dije con el ceño fruncido y empecé a tocar el timbre.
- Buenas tardes. - dijo alguien a nuestras espaldas, me gire y habían dos hombres con traje negro y unos papeles en las manos.
Yo me volví a girar y volví a tocar el timbre. Miré a Lisa y ella miraba a los hombres con miedo.
- Ven aquí. - Le dije y la acerqué más a mi.
La puerta fue abierta y una mujer de pelo negro y un poco bajita apareció detrás de ella.
- Lisa? - dijo Viendo a Lisa. - ¡Oh Dios mio! - dijo la mujer con lágrimas en los ojos. - ¡Karol, Lisa está aqui!
En unos segundos Karol apareció en la puerta y abrazó a Lisa de inmediato.
- ¡Mi amor!. - dijo Karol llorando.
- Hola mami! - Dijo Lisa feliz y yo sonreí.
- Cariño, dime como estas, amor. - dijo Karol tocando la cara de Lisa.
- Estoy bien, Mami. - dijo Lisa y luego me mira a mi. - ¡Mira, ella es Nini!. - le dijo a su madre.
- Hola, J-Jennie. - Dijo Karol y yo hice una pequeña reverencia hacia ella.
- Conoces a Mami, Nini?. - dijo Lisa.
- Si, nos conocimos cuando vine a buscar a Leo y tu ropa. - dije y ella asiente.
- Ella es mi tía Taís. - dijo señalando a la señora que abrió la puerta. - Aveces me da dulces a escondidas de Mami, es buena tía por eso. - dijo en mi oído.
- Soy Jennie, un gusto. - dije haciendo una reverencia.
- Igualmente.
Escuchamos un carraspeo y yo me giré hacia los hombres con el ceño fruncido.
- Disculpen, venimos del Banco, está casa está hipotecada y no han pagado ningún adelanto, además el señor Daniel Manoban solicitó otro préstamo de 30 mil dólares. - Dijo uno de los hombres.
Yo sólo agarro el puente de mi nariz mientras suspiro.
- Este hombre le debe al mundo. - dije en un murmullo.
- Nos vemos obligados a tomar posesión de la casa ya que le pertenece al banco. - Dijo el otro hombre.
- N-no! - dijo Lisa. - Es la casa de Mami!.
- Podrían darle unos meses más?. - pregunté y ellos niegan.
- Ya hemos venido 5 veces en los últimos dos meses, y hemos dejado que ocupen la casa a pesar de que ya no es de su pertenencia.
- Daniel está aquí?. - le pregunté a Karol y ella niega.
- P-por favor, señores, le pagaremos pronto un adelanto. - Dijo Karol.
- Lo siento, no podemos darle ni una hora más. - Dijo uno de los hombres mientras leía algo. - Ya es demasiado dinero que le deben al banco, estamos perdiendo bastante.
- Le daremos 30 minutos para que desalojen. - Dijo el otro hombre.
- ¡No! ¡Es casa de Mami!, ¡No pueden hacer que Mami salga!. - Dijo Lisa y vi que estaba llorando.
- Señorita, ¿Podría ser más madura por favor?. - dijo uno de los imbéciles.
- Lisa no quiere que saquen a Mami de su casa. - dijo Lisa y se acercó a mi. - Por favor, Nini, no dejes que le quiten la casa a Mami. Mami de Lisa no tiene donde ir. - dijo Llorando.
- Hey, tranquila, nadie sacará a tu madre aquí. - Le dije y ella asiente. - No llores ¿Ok?.
- Les quedan 27 minutos.
- Entra con tu Mami a la casa, voy a dialogar amablemente con esta gente. - Le dije a Lisa y ella entró junto con su madre y su tía.
- Nada impedirá que ellas salgan de esa casa hoy, es casa del Banco.
- La están vendiendo?. - pregunté.
- Lamentablemente no.
- Ahora si lo está, cual es el precio de la casa?.
- Disculpe?.
- Eres sordo?. - Dije con el ceño fruncido. - El maldito precio de la casa, animal.
- ¡Tenga mucho cuidado como me habla, soy una autoridad!. - Dijo con un tono de voz muy alto.
Miré hacia las ventanas de la casa asegurándome de que las ventanas estén cerradas.
- A mi que me importa que seas una autoridad de mierda. - Dije mirándolo fijamente y el otro sólo miraba todo atentamente.
- ¡Esa mujer, su esposo y su hija tonta saldr-! - se calló de inmediato cuando sintió la punta de mi pistola en su cabeza.
- Vuelve a decirle tonta a la chica y te quedarás sin tu trabajo, sin tu autoridad y sin tu cerebro. - Dije mirándolo y sintiendo como mi cuerpo era dominado por la furia.
- Se-señorita, baje esa pistola, p-podemos llegar a un acuerdo. - Dijo su compañero.
- Ningún acuerdo, tienen que salir hoy de esa casa. - Dijo el muy valiente.
- Escucha. - Dije poniéndolo de rodillas. - No creas que me cuesta mucho meterte un tiro ahora mismo, te estoy dando una oportunidad.
- Soy una autoridad, tengo muchos contactos en la policía, fiscales amigos míos que te encerrarían con sólo una llamada.
- Terminaste?. - dije y escuche como la puerta era abierta.
- Nini? Ya terminaste de dialogar - dijo Lisa.
Yo escondí mi pistola rápidamente y me giré para verla.
- Ya casi, Lili. - dije sonriendo.
- Por que él está en el suelo?. - dijo mirando al hombre. - Te sientes mal? Puedo decirle a Nini que te lleve a un hospital.
- Sólo está buscando un anillo que se le calló. - dije. - Vuelve a la casa, cuando termine entraré yo.
- Ok, le diré a Mami que haga chocolate para ti ¿Ok?.
- Ok. - dije, ella me dio un pico en los labios y volvió a la casa. - Como decía. Si ya terminaste de tu disparate de discurso házmelo saber por favor.
- Mire, podemos dejar que usen la casa por una semana más, no más de ahí. - Dijo el hombre que estaba de pie, el otro iba a hablar pero fue interrumpido. - ¡Maldita sea, Jiwon, tiene un arma! ¡Una maldita pistola! Sí ella te vuela la cabeza ninguno de tus amigos podrá ayudarte.