Un pequeño refugio en el año 2054, rodeado de jóvenes que apenas conocían una parte sombría y desolada de la vida que les impusieron, se encontraba un anciano con cabellos plateados y arrugas profundas en su rostro. Sentado en una silla desgastada, miraba con optimismo a aquellos que ansiosamente esperaban escuchar su historia. Sabía que era su deber transmitir la verdad, por más dura que fuera.
- ¿Solo cuatro personas para luchar contra el mundo? -preguntó una joven con sarcasmo.
El anciano sonrió y respondió:
Un científico brillante, experto en la ciencia genética, concibió una visión para remodelar el futuro de la humanidad. Consciente del inmenso potencial de esta disciplina, comprendió que necesitaría la colaboración de influyentes líderes para convertir su sueño en realidad. Así, invitó a tres destacados personajes a unirse a su proyecto, con la promesa de que serían todos igualmente poderosos.
Entre ellos, se encontraba una exitosa empresaria reconocida por su dominio en el sector de alimentos y medicamentos; valiosa por su habilidad para controlar la producción, suministro y distribución. Por otro lado, convocó a un magnate energético con amplia experiencia en el manejo de recursos naturales y el desarrollo de tecnologías renovables. Este líder ejercería el control estratégico sobre la producción y acceso de energía sostenible. Además, para asegurar la creación de sistemas avanzados y la optimización de todos los procesos, invitó a una experta en inteligencia artificial y automatización. Su experiencia en estos campos permitiría impulsar la investigación y aplicación de la tecnología y los sistemas informáticos con los seres humanos.
Los líderes aportaban una combinación única de recursos, experiencia y poder en sus respectivas áreas, formando un equipo excepcional para alcanzar su ambicioso objetivo. Con avances revolucionarios en el campo de la genética, como la manipulación del ADN, la regeneración celular y la criogenia, lograrían prolongar su vida y mantener un control absoluto a largo plazo, disfrutando de sus logros durante décadas.
Sin dudarlo, todos aceptaron la loca idea. Cada uno desempeñaría un papel crucial en el plan. A través de la producción de alimentos sintéticos y el control de su distribución, asegurarían el dominio sobre las masas. Mediante el control estratégico de fuentes de energía clave, regularían el suministro y la disponibilidad de energía. Con la tecnología cibernética, crearían un puente entre el mundo digital y el físico, permitiéndoles ejercer su influencia en todos los aspectos de la sociedad. Y gracias a los avances genéticos, podrían aprovechar al máximo las ventajas de una salud prolongada y mejorada. Con el control de estas áreas, su dominio sobre el mundo sería indiscutible.
Los jóvenes se acomodaron, capturados por la misteriosa historia que comenzaba a desplegarse frente a ellos. El anciano continuó, sus ojos brillaban con la intensidad de sus recuerdos:
Decidieron que solo ellos controlarían el mundo en el siglo XXI. Hasta entonces, cada uno tenía un dominio en su propio reino y disfrutaba de una vida llena de lujos y privilegios. Se rodeaban de otros millonarios y tomaban decisiones que afectaban la economía, la política y muchas otras esferas de la sociedad. Su influencia se extendía incluso a la tecnología y los medios de comunicación, y a través de sus acciones filantrópicas, dejaban su marca en áreas como la educación y la salud.
A pesar de su aparente éxito y abundancia, nunca estaban satisfechos. Cuanto más poder obtenían, más deseaban. El hambre insaciable por el control y la acumulación de riqueza les dejaba un vacío que ninguna posesión material podía llenar. En su apetito constante de emociones y satisfacción, buscaban nuevas formas de entretenerse, sin darse cuenta de que su propio afán de poder los conducía a una espiral de aburrimiento y descontento. Por eso, decidieron que …
El anciano tomó un momento para reflexionar, no estaba preparado para esa pregunta. Era cierto, desde afuera parecía que los millonarios tenían todo lo que podían desear: riqueza, poder y lujo. Podría decirles que eran personas sin escrúpulos ni consciencia, narcisistas, egoístas, ególatras, dictadores, sociópatas, amargados; en fin, una serie de calificativos que seguramente les calzarían.
Prefirió ir a sus posibles orígenes, desde su infancia o juventud.
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poder y ambicion, sumision y manipulacion, resistencia reconstruccion
Editado: 11.07.2023