Howard Stark iba llegando a su mansión junto a el doctor Abraham Erskine cuando de pronto hubo un fuerte impacto cerca de ellos y Jarvis frena de golpe. Howard sale del coche se acerca lo que parece ser un pequeño cráter.
Jarvis se acerca también–señor acaso es...
–Hay que llevárnosla–murmura interrumpiéndolo y el doctor asiente aun en shock.
(....)
–Esto es asombroso–murmura asombrado viendo el cuerpo de Diana–No sufre ninguna hemorragia ni siquiera tiene un solo rasguño, es imposible que ella aun sigue con vida.
–Imposible...¿cómo es que?...–dice Howard acercándose a ella–Es La Mujer Maravilla, tendria que tener mas un siglo y se ve como de 25.
–Es claro que esta chica no es normal, jamás había visto algo así–se acerca a su maletín y saca una jeringa.
–Yo solo habia visto la fotografía en el museo y su estatua en París–Murmura Howard sin dejar de verla–Gracias a ella y a otros soldados ganaron la primera guerra mundial, es impresionante que aun siga convida.
De pronto la chica abre los ojos se levanta tomando el brazo Howard y con un golpe lo avienta a un estante, se acerca al doctor. Llama a su espada con su mano y a punta a su cuello.
–¿Dónde estoy? y ¿quiénes son ustedes?–lo amenaza.
–Tranquila no vamos hacerte daño–inmediatamente dice el Doctor asustado mientras alza sus manos.
–¿Si es así por que me hiba atacar con esa cosa?–Pregunta mirando la jeringa.
–No es un arma–Se apresura a decir el Dr.Abraham asustado–Tranquila, no vamos hacerte daño.
–He cierto–dice Howard levantándose–No tenias que ser tan ruda.
–¿Cómo se que puedo confiar en ustedes?–dice a un apuntándolo–No los conozco.
–Tranquila chica maravilla–alza las manos en rendición–no estabas atada cuando despertantes o, ¿si?–ella baja la espada lentamente–Y tampoco estas encerrada.
Ella lo piensa unos segundos mirando a su alrededor el lugar parecia algo extraño, pero seguro.
–Lo siento–guarda su espada–eh viajado mucho y no suelen ser muy a amables–ella se separa del Doctor–Perdon por a atacarlos.
–Descuida–dice Howard–aún que la verdad nos gustaría saber ¿cómo es que sigues convida?. Y esa ropa tan extraña–ve a la pelinegra de pies a cabeza ya que en la fotografía tenia cubiero su traje–A un que debo admitir que se te ve bien.
–¿En donde estoy? ¿Qué planeta o mundo es este?
–¿En que...?–Howard mira al Doctor y viceversa parece que su pregunta los tomo por sorpresa–...En la tierra–La chica suspira asintiendo.–Lamento mis modales, Howard Stark–Dice coqueto– y el es el Doctor Abraham Erskine.
–Es un gusto midgardianos, me llamo Diana So-rel princesa de Cripton, hija de Zeus y una Amazonas y ahora si me disculpa tengo que irme.–se dirige a la puerta.
Tanto Howard como el Doctor Abraham quedaron en Shock, acaso ella dijo princesa y Zeus en una misma oración. A demás qué rayos era Cripton.
–¿Acaso nos dijo Midgardianos?–Pregunta el Doctor Erskine a Stark y este último asiente.
Diana camina a la salida y Howard va tras ella.
–¡Espera!–la detiene.
–Escucha no tengo tiempo, tengo que buscar un midgardiano–intenta irse pero la vuelve a detiener.
–Hagamos un trato, tu no conoces Nueva York, ¿Cierto?.–Comenta el Stark con una sonrisa.–Sera difícil para ti en contrar a un midgardiano, aun que no tengo la menor idea de que sea eso.
–¿Qué es Nueva York?–Pregunta Diana confundida.
–Eso creí–murmura Stark–Tal vez yo pueda ayudarte.