Una vez listas las preparaciones, todos se dividieron en grupos para salir hacia diferentes lugares. Madison y Anneth siempre irían juntas, mientras que era la tarea de cuidar a Raphael recaía en Lance y Pietro.
En esta ocasión, ya que Pietro saldría solo, Madison le hizo una propuesta a la chica que les ayudaba cuidando la residencia. Ella era una amiga cercana de Madison, por lo que era alguien de confianza. Todos la conocían perfectamente y no tenían nada en su contra, por lo que nadie se opondría a que ella saliera con alguno de ellos esta noche.
Después de todo, el estar cuidando día y noche que Central no se entere de lo que hay justo del otro lado de su barda perimetral no es un juego, así que ella debe tener unos niveles de estrés muy elevados. Anneth sabía lo que esto significaba, por lo que, la mejor manera de mantenerla saludable era disipar ese estrés de vez en cuando.
—Entonces, volveremos a la medianoche, algunos antes que otros. Si quieres, puedes venir con nosotros.
—N-no puedo, estoy de servicio.
—Cariño, sabes que eres amiga y puedes pasear con nosotros. Ninguno se opondrá.
Madison apuró a la chica para que acompañara al grupo.
—Excepto Raphael, él está en contra de pasear con gente externa al grupo, pero no te preocupes, puedes ir con Pietro, si lo deseas, después de todo, él está solo esta noche.
Lance, que se unía a la plática, agregó su comentario a las palabras de Madison, la cual se sonrojó ligeramente al voltear a verlo. Pietro vestía correctamente y se veía elegante. De alguna manera, se las había arreglado para alisar un poco su cabello, dándole una apariencia más sofisticada.
—Bueno, como sea, es hora de irnos. Pietro, ¿puedes llevarla a ella?
—Claro, no hay problema.
El rostro de la chica que cuidaba la residencia se iluminó, causando que Lance sospechara. Sin duda, Pietro sabía lo que sucedía, pero decidió actuar como si no lo notara. Sus estudios sobre el comportamiento de las personas eran lo suficientemente avanzados para leer e interpretar el estado de ánimo de una persona, así como lo que siente, con una sola mirada. No es algo que lo haga ser un genio, ya que muchas personas más lo han logrado, pero él fue el primero en descubrirlo y llevarlo a cabo de manera exitosa.
Como sea, no es muy relevante en este momento.
Pietro extendió su mano hacia la chica, la cual respondió tímidamente.
—¿Me concederías este baile?
—¡C-con g-gus-to!
La boca de la chica no se coordinaba perfectamente, por lo que arrastraba y entrecortaba las palabras mientras hablaba. Pietro solamente sonrió y ambos salieron juntos por la puerta de la casa. Lance y Madison soltaron un silbido al ver el comportamiento de la chica.
—Son veinte a que hay acción —habló Madison.
—Treinta y una comida a que es la chica quien lo seduce —respondió Lance.
—Hecho.
Lance y Madison hicieron una pequeña apuesta mientras los veían salir. Anneth no entendía el comportamiento de ambos mientras que Raphael, estaba en lo suyo.
Trataba de ocultar sus rasgos físicos peculiares, ya que, al ser conocido por todo el mundo, él sería el causante de que los descubrieran. A veces, Madison le ayudaba a ponerse algo de maquillaje, pero esta vez, quiso actuar por su cuenta.
—Tal vez deba agregar el gen dominante de un camaleón —pensó mientras veía las dificultades que tenía cada vez que salían.
Sin duda, si fuera capaz de tener la habilidad de cambio de color de un camaleón, no tendría que preocuparse por sus resaltantes colores en cabello y ojos. Al menos, no había desarrollado escamas o pelaje, ya que sería más complicado mantenerlo oculto.
Si lo tenemos que describir en un par de palabras, sería "Quimera andante". Pero bueno, es lo que hacía a Raphael un genio, ya que, aún con toda la carga genética en su cuerpo, sus funciones normales no eran alteradas.
—Bueno, nosotras también nos vamos —señaló Madison.
Ella tomó la mano de Anneth y salieron de la casa casi corriendo, dejando atrás a Lance y Raphael. Ya que no podían dejar solo a Raphael, Lance se encargaría de él esta noche.
—¿Qué quieres hacer? —pregunta Lance.
—Sería una buena idea recolectar muestras de los animales del zoo cercano, pero ya es muy de noche.
—Pensando en tus experimentos de nuevo, ¿eh? No tengo problema con eso, pero esta noche hay que divertirnos. ¿Qué tal una fiesta de disfraces? Supongo que no tendrás que preocuparte porque te descubran ahí.
—No es lo que pensaba, pero suena bien. Las muestras humanas están bienvenidas.
—Creo que no estás entendiendo el concepto.
Lance lucía preocupado. Era difícil tratar con Raphael, por lo que todos intentaban comprenderlo y mantenerlo vigilado. Era el más excéntrico y problemático de los cinco; si quitamos la poca motivación de Anneth, el acoso de Madison, la despreocupación de Lance y la moral de Pietro.
Sin duda, eran fenómenos, pero sabía cómo complementarse.
—Como sea, tenemos que irnos, tenemos casi cuatro horas para divertirnos, y conozco un buen lugar.
—Si tú lo dices.
Ambos salieron de últimos y cerraron la puerta con llave. Era por pura precaución, ya que no querían dejar evidencia de que salieron. Sin duda, las cámaras los habían captado salir, pero, no los reconocieron. Lance las había modificado junto a Anneth para facilitar su salida, los días de hacer que Raphael o Madison construyeran señuelos había terminado.
Regresando a las chicas, Madison tenía la intención de ir a cenar junto a Anneth a un restaurant cercano de lujo, pero, debido a su corto capital, se tendría que conformar con un restaurant un poco más barato y menos exclusivo. Aunque Anneth no tenía problemas con ello, Madison realmente parecía devastada.
Apenas habían caminado un par de cuadras cuando Anneth sintió que alguien las estaba observando. Era la misma presencia que había percibido cuando se estaba cambiando. Le hizo una pequeña seña a Madison, la cual seguía peleando por el motivo financiero antes mencionado. Ella ni siquiera se había dado cuenta de lo que Anneth presentía.
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Editado: 15.05.2021