La poca luz que entraba por las cortinas de la habitación de Anneth iluminaba su interior. Sobre la cama estaba acostada Madison, la cual se encontraba algo confundida. Se sentía culpable por las cosas que habían transcurrido la noche anterior.
La relación entre ambas chicas estaba algo fragmentada, pero, si lo platicaba, podían llegar a un acuerdo.
—Y yo ya tengo a alguien —pensó Madison.
Es cierto que las relaciones entre compañeros de trabajo no eran muy raras, pero tampoco era muy bien vistas. Ver a un par de empleados acaramelados en horas de trabajo no era la mejor escena del mundo, y más cuando simplemente tratabas de ser productivo y ganar algo de dinero.
Pero eso no importaba, Madison tenía a alguien especial, con el cual pasaba tiempo de vez en cuando, sin llegar a formar parte de una relación seria. Esa era información que Anneth no conocía, ya que no se ponía a investigar cosas más allá de sus trabajos. Las relaciones personales no eran su fuerte, así que era de esperar que, tarde o temprano, un problema apareciera.
Madison suspiraba mientras permanecía acostada. No se sentía con fuerzas de ir a trabajar el día de hoy, todo lo que quería hacer era arreglar las cosas con Anneth y tomarse el día libre. Estaba esperando a que Anneth saliera del baño para poder hablar con ella.
Sentía cómo los minutos pasaban mientras ella esperaba pacientemente, pero, al cabo de media hora, se dio por vencida. Anneth no saldría para conversar. Parecía que había sido afectada en gran manera por un malentendido.
—Como sea, tendré que arreglar el problema.
Madison se levantó de la cama y caminó hacia afuera del cuarto, llegando a la sala. Recorrió los muebles que estaban colocados en esta mientras suspiraba.
Fue hasta ese momento en que se percató de su vestimenta. Su cuerpo estaba cubierto con una lencería que ella había comprado hacía poco, y que quería mostrarle a Anneth, lo cual resultó de la manera equivocada. Pero bueno, no es tiempo de lamentarse sobre la leche derramada.
Madison tomó una pequeña bata que colgaba del clóset de Anneth, la cual había dejado la noche anterior mientras trataba de jugar con ella. La colocó sobre su cuerpo y salió de la habitación de Anneth, recorriendo el pequeño pasillo que separaba ambas puertas.
Al entrar en su propiedad, se dejó caer en la puerta, estaba devastada.
De pronto, escuchó cómo su tableta sonaba, indicando que un mensaje le había llegado. Ella esperaba que fuera de Anneth o de Lance, ya que, por lo que ocurrió ayer en la conferencia, las noticias cubrirían por completo ese hecho.
Se levantó del suelo y caminó hacia una mesa ubicada en su sala, sobre la cual descansaba su tableta. En esta, apareció la notificación de un mensaje proveniente de Lance, el cual tenía adjunto un enlace a un sitio web. Seguramente se trataba de noticias, pero Madison no reconoció el dominio por completo.
Gracias a las constantes notas que escribían sobre los cinco, y que Lance les compartía, se había aprendido el dominio de la mayoría de las páginas de noticias, pero esta era completamente desconocida.
Con algo de miedo, Madison hizo click sobre el enlace, el cual llevaba a una nota con un título extravagante.
“¿Amorío entre genios? La razón de por qué los proyectos no avanzan.”
Al leer el título, Madison abrió los ojos grandemente y, al momento de continuar leyendo la nota, una imagen salió a la vista, en la cual, una chica pelinegra de piel algo morena con solo las bragas, estaba sobre una chica rubia vestida con lencería. Ambas estaban en una cama y besándose.
Madison reconoció rápidamente a las dos protagonistas, ya que se trataba de Anneth y ella. Alguien les había tomado una foto mientras estaban distraídas.
—¿Cómo sucedió esto?
Mientras Anneth estaba en el baño, Madison se había encargado de revisar que las cortinas estuvieran en su lugar, al mismo tiempo que los cristales fueran del color más oscuro posible, todo para aumentar la privacidad.
Si ella había revisado todo. ¿Cómo habían podido tomar esa foto?
—Si Anneth lee esto, las cosas se volverán peores.
Madison sabía lo que podía ocurrir, así que salió de su cuarto rápidamente, pero, justo en el momento en que la puerta de su habitación se abrió, un grupo de personas trajeadas y adornadas con lentes oscuros apareció. Entre ellos, había una persona que ella conocía.
—Coronel Anton.
Anton Magnusson, un hombre de casi cincuenta años, era el actual director general de Central. Portaba un uniforme militar de color verde oscuro, con varias insignias en el pecho, los cuales representaban sus logros. Si él aparecía frente a la puerta del cuarto de alguno de los cinco genios, significaba que estaba en un gran peligro. Madison lo sabía, pero no podía dejar que ello le impidiese evitar que Anneth se enterara de la noticia.
Era obvio que Lance no se lo diría, pero no tardaría mucho en regarse la nota.
—Madison Hughes, usted queda arrestada temporalmente por diversas violaciones al reglamento de Central.
—¿Esto es por la nota de Anneth y yo?
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Editado: 15.05.2021