El respirador me molesta pero me aguanto, tendría que haber llevado más cuidado con mi salud. Llevaba días mala y pospuse hasta tres veces la visita al médico así que ahora no puedo quejarme de estar hospitalizada y con varias máquinas a mi alrededor.
El abuelo llamó a mi madre después de no poder contactar de ninguna forma conmigo, y mi madre le contó que tuvieron que llamar a una ambulancia y trasladarme de urgencia al hospital. Nadie estaba contento porque todos sabían que no me encontraba bien, y ya les había prometido varias veces ir al médico. Detesto tener que ir al médico hasta por lo más mínimo.
Tenía un pequeño resfriado que al no haber sido tratado ha desembocado en una infección respiratoria que me va a tener por lo menos dos días hospitalizada, retrasando la realización de mi informe para el hotel en Colombia. Soy estúpida por negarme la realidad, no es la primera vez que me ingresan por lo mismo, y aún sabiéndolo no fui al médico. En resumen, es mi culpa.
Mi padre está en la cafetería, hoy tenía un reunión que ha tenido que aplazar por mi culpa. Mi madre tuvo que irse hace un rato a casa pero no tardará en volver. Mi cuidadora se encargó de avisara Andrew y Kristal. Yo no quería decirles nada,no tenían porque preocuparse, pero tienen un trato con muy cuidadora para que siempre que haya una ambulancia en mi casa, ella los llame.
Andrew se pasó esta mañana antes de entrar a su turno y me prometió volver por la tarde para que no me aburriese mucho.
Intento volver a dormir cuando la escandalosa voz de Kristal llega a mis oídos, todavía no está dentro de mi habitación y no la he visto pero sé que se trata de ella. Kristal tiene una de edad voces únicas que eres capaz de diferenciar en cualquier parte y aunque hayan veinte personas hablándote.
A penas unos segundos después asoma su cabeza morena, adoro su pelo, es negro y esponjoso. Me mira ligeramente enfadada cuando entra por completo al cuarto. Detrás de ella entra Jacob, su novio y otro de mis amigos, por suerte él es más callado y tranquilo que su novia.
– Me prometiste que irías al médico.- me mira enfadada.
– Lo sé, lo siento.- digo arrepentida.
Ella cambia su cara de enfado por una sonrisa y con cuidado de los cables me abraza. Esta es Kristal, no estaba enfadada conmigo sino más bien preocupada por mí, por eso su actitud inicia.
– Me alegro de que estés bien.- comenta Jacob.
– ¿No tenéis que trabajar?
– Querida, soy una modelo que puede permitirse faltar a una sesión de fotos a la semana.- la miro inquisitiva.- Vale no, le pedí permiso a mi agente.
– Eso tiene más sentido.- le sonrío.- ¿Y tú?
– Me despidieron hace dos días- sonríe como si nada.
– ¿Por qué?
– Le dije a mi jefe que era el mayor gilipollas que conocía, y eso que conozco a Mario, y que si seguía gastando tanto pronto tendría que cerrar.
– ¿Te sientes mejor desde que ya no trabajas ahí?
– Mucho mejor, estoy menos estresado.- resopla antes de sentarse en la silla que hay libre.
Cuando mi padre vuelve a mi habitación los saluda a ambos y les pide que cuiden de mí para ir a hacer un par de cosas a la empresa. A veces se me olvida que cuando me ingresan no es solo mi vida la que se ve alterada, sino también las vidas de las personas a mi alrededor.
– Andrew me dijo que volviste a la playa.- comenta por encima Kristal.
– Si, mi abuelo insistió y volví a bañarme en la playa.
– ¿Estarías dispuesta a acompañarme a San Francisco para una sesión de fotos en la playa?
– Kristal.- comienzo.- Necesitaría ayuda para poder entrar a la paya. No quiero ser una carga.
– No serías una carga, por fiii.- me pide juntando las palmas de sus manos.
Observo a mi amiga y a su novio, ambos parece suplicarme con la mirada para que acepe la propuesta. Suspiro rendida, ella a hecho muchas cosas por mí, no solo en los últimos cinco años, sino desde mucho antes. No me disgusta ir a San Francisco, me disgustan algunas chicas de la agencia a la que pertenece Kristal. Ellas hablan mucho y sueltan mucho veneno, ya que la mayoría son amigas de Renatta y siempre supieron del engaño.
– Bien, iré.- Kristal me abraza con alegría.- ¿Cuándo es el viaje?
– El mes que viene, el diecisiete de agosto.- asiento, no tengo planes para esa fecha.
– Ya no estaré solo.- miro al novio de mi amiga.- No me mires así, esas sesiones de fotos son eternas y aburridas.
– ¿Mis sesiones de fotos también lo son?- él me mira nervioso y niega.
– Las tuyas son interesantes.- niego divertida.- Solo me estás tomando el pelo.
– Es fácil asustarte.- me encojo de hombros.
Kristal halaga la foto editada que le pase de Kaden, Jacob también lo hace aunque es más técnico. Él es el chico de informática que arregló el ordenador que yo casi destrozo en mi primera clase de edición. Desde entonces Jacob y yo somos amigos. Dos semanas después conocí a Kristal quien ya por ese entonces era la novia de Jacob y modelo. Kristal y Jacob son dos años mayores que yo y llevan saliendo juntos diez años. Envidio su sana relación y lo bien que se complementan ambos.
– No te pregunté, pero...¿Cómo fue tú tiempo en Colombia?- pregunta más seria.
– Estuvo bien, me ayudo a tranquilizarme y a pensar.- ella asiente.- La mejora no fue de la noche a la mañana Kristal, necesité muchas terapias y mucho tiempo de reflexión que antes no tenía porque solo vivía para el trabajo.- prometí que al volver trabajaría un poco menos y me centraría más en mí.
Jacob escucha la conversación sin meterse, este tema lo pone nervioso, melancólico. Su hermana pequeña se suicidó tirándose de un décimo piso, después de que su novio doce años mayor que ella la violase y le contase que estaba casado, y que ella solo había sido su juguete del momento.
En ese tiempo Jacob y yo ya éramos amigos y fui como apoyo al funeral de su hermana. Él estaba destrozado como era normal. Por suerte Jacob tuvo el gran apoyo de Kristal, incluso en los días que no quería ver a nadie y se encerraba en su cuarto para llorar solo