El policía repartió las cartas y después de varios juegos terminados en empate le advirtió a Christine que su tiempo allí se acababa. Solo por esa vez hizo una excepción pues no parecían violentos como para quedarse juntos un rato en un lugar cerrado.
Joiichiro no había visto nunca una oponente tan fuerte. Cuando era joven se involucró un poco con apuestas ilegales, manejaban un pequeño casino clandestino así que sabía todos los trucos para Póker y Blackjack, sin embargo, el Conquián no era algo que jugará con frecuencia. Era más fácil que los anteriores aun cuando no era tan sencillo leer el rostro de la mujer que tenía enfrente.
Cada que sacaba una carta intentaba marcarla de alguna manera pero, ¿Cómo estaba seguro de que ella no hacía lo mismo? Después de todo, el juego también era basado en probabilidades y si no tenías ninguna manejo de cartas y buena visión, entonces sería difícil ganar.
El policía repartió por última vez. Joiichiro solo esperaba una carta. Christine bajo su mano. Se intercambiaron una carta. Joiichiro la miro y no tenía uso para ella, cuando saliera la que necesita podría desecharla.
— Oye Mujer, ¿Quieres apostar? — pregunto Joiichiro
Miro el fajo de cartas del centro reconoció la carta de 4 que necesitaba. Él ganaría.
— ¿Tienes dinero?
— ¿Solo piensas en dinero? — pregunto de nuevo.
— Bueno, si vas a jugar cartas lo ideal es que apuestes dinero si no, ¿cuál es el chiste? — contesto Christine habituada al juego.
— Apostemos a qué te gano con esta carta. Si gano me dejaras ir libre, no presentarás cargos de ningún tipo.
— ¿Y si yo gano? — replicó Christine
— Te diré todo lo que se.
— De acuerdo pero creo que yo te gano, en menos de un minuto con una corrida de cuchillos. — contesto.
Joiichiro accedió. En una gala de buenos modales le “permitió” sacar la primera carta. Esperaba que la soltara para así tomarla en su juego. Tenía tres caballos; un cuatro, un cinco y un seis de bastos; un cuatro de oros y un cuatro de copas. Solo esperaba su cuatro de cuchillos.
Christine tomo la carta, volteo toda su mano y tenía; as, dos y tres de cuchillos; Cinco y seis de cuchillos; siete, jota y caballo de cuchillos más el cuatro que saco completaba tres tercias.
— ¡Hiciste trampa! ¡Guardaste esas cartas debajo de tus mangas! — levantó la voz enojado
— Si sabes que mi blusa es sin mangas, ¿no?
— ¡El policía confabula contigo! ¡Este juego está armado! — dijo desesperado.
No había duda de que ella ganó. Joiichiro en medio de su desesperación giro todas las cartas y verificaba que fueran auténticas. Otro policía entro y estaba dispuesto a comenzar en interrogatorio. Ella pudo meterse en problemas solo por ese juego y no dudaba que después le llamarían la atención.
Christine iba de salida. Esos 15 minutos fueron muy largos.
— Oye, ¿Cómo me ganaste? Estoy seguro que hiciste trampa. — le dijo
— No soy tu... digamos que desde los cinco años juego Conquián, si me hubieras pedido póker o Blackjack sería algo distinto pero bueno... estaré escuchando... lo que quieras decir.
Christine regreso con Ryusui quien le dijo que no debería esforzarse tanto.
— Les diré todo lo que se...— empezó a hablar sin preguntar nada. — poco después de que está mujer y mi artista contrajeron nupcias me llegó correo a mi oficina en la agencia. Eran cartas dirigidas a mí, en el interior había impresiones de un viejo blog de odio dirigido a Christine Riels...
“...ella siempre fue el principio de todos. Me llegaba a diario esas cartas con información similar adentro. Todas mencionaban que la mujer cerca de mi artista era un buscapleitos, caza fortunas y una mujer bastante problemática. Entonces decidí contratar a un detective.
Cuando ella fue secuestrada, las cartas cesaron, sin embargo, mi artista se negó a trabajar hasta que fuera rescatada. Todos los correos que recibí hasta ese momento la ponían como oportunista pero, al pensar un poco, ¿Por qué ella se casaría con un don nadie en la actuación? Muchos de sus trabajos fueron propuestos gracias a sobornos así que su nulo talento fue compensando por lo atractivo que resulta para los espectadores.
Pero los reportes de mi detective decían algo distinto. En su país, ella es conocida por ser demasiado cruel por la manera que habla, además de ser violenta y golpeadora, también se hizo conocida por dejar que sus trabajadores sufrieran algunas crisis nerviosas por el exceso de actividades.
El detective añadió que su vida en el núcleo familiar era común. Su padre es un prestigioso abogado y su madre agente de ventas. Aunque no vivió con carencias solía envidiar todo lo que los demás poseían y no le importó nada más. Usaba su carita y forma trabajadora para que todos bajen la guardia cerca de ella y así sacarles provecho si era necesario.
Después de que nació, o eso dice, su hijo mayor, comenzaron a llegar fotos de ella con todos los hombres que ha estado. Se le vio en encuentros con un tal Adolfo, después un sujeto llamado Enrique que si bien no aportan nada de capital a ella el siguiente si lo hace, Un tipo llamado Tomas quien es cuñado del presidente de Galia Inc. Así como Andou Takashi, Suman Whitelies, Reyik Whitelies y Alan Álvarez... la lista es larga
Esa mujer vive engañando a mi artista. Solo quería desenmascararla. Siempre tan mentirosa y manipuladora. La acaban de ver, me hizo caer en su juego para que confesara lo que se. Si no me cree de esas cartas, están en mi casa, en mi escritorio. Ella solo juega con ustedes…”
— Entonces, manager Joiichiro Kumamoto, ya he escuchado porque no le agrada entonces ¿Por qué la ataca? Me dice que esos niños no son suyos ni de él señor Suzuhara, sin embargo, usted no es competente para decidir si es verdad o no.