Azul Violeta (tercer libro)

XXI.- La incertidumbre del chico serio

Había pasado poco tiempo desde que el comenzó a charlar con su amiga secreta que aún no sabía cómo era. Se esforzaba aprendiendo español por todos los medios sin que interrumpirá sus horarios de trabajo pero aún le parecía difícil. Por otra parte, Ryusui vivió un momento de gran tensión cuando le envío una foto suya y no recibió ninguna respuesta.

 

Días después

— Ryusui, ¿porque tan decaído?

— Ella no me respondió más. Quizás soy tan fastidioso que le da flojera saludarme o decirme algo...— menciono asustado

— No, creo que eso quiere decir que esa ella es en realidad un él, concéntrate mejor, que pronto comenzarás a grabar.

Ryusui hizo lo mejor que pudo y poco a poco dejaron de escribir malas notas sobre su trabajo. Su agencia siempre le recordaba que no importa lo mucho que se esforzaba si no trabajaba con los mejores y mencionaba a una tal "Darí" no obtendría una mejor posición pero él nunca recordó su rostro.

Cuando iba a casa se encerraba en su habitación, entrada en su perfil social y espera que ella le contestara el mensaje. ¿Ella estaría bien? ¿Quizás estaba enferma? ¡Quizás se había roto la mano! Ah también pudo haber roto su teléfono, ¡estaba ocupada con el trabajo!

Buscaba una y mil maneras de justificar porque ella no contestaba ningún mensaje reciente pero tampoco había actualizado las noticias que compartía. Le parecía extraño y pensó que él solo se ilusionó porque nunca, bueno casi nunca, alguien lo trato como un amigo. La mitad era su culpa, lo siguiente era también su culpa combinado con arrogancia.

De alguna manera indirecta, ella logro hacerle entender muchas cosas incluso si no hablaban de ellas.

Sin embargo una mañana, por fin, por fin recibió la respuesta que esperaba.

"Sorry, I was busy but you are very handsome. This is my picture" escribió ella.

Cuando Ryusui vio la imagen, una chica joven, su piel era parecida al café con leche, sus ojos redondos con un delineado bien hecho, sus labios gruesos, su cabello café oscuro y al parecer algo largo, en su opinión, era una persona muy bonita.

Tan bonita que por primera vez sintió su corazón acelerado. Quería conversar más con ella, quería aprender todo. Sus comidas, pasatiempos, artistas que le gustaban, música que escuchaba, las joyas que quería, algún gusto secreto pero parecía que él hablaba más que ella.

Su cerebro lo traicionó recordándole que quizás fuera imposible que se vieran en persona y que una foto no significaba nada pues puede ser cualquiera persona. Estaba decidido a conocerla, si no podía tener un relación de novios mínimo podrían ser amigos.

Durante sus descansos de las sesiones él comenzó a sentirse mal al investigar la diferencia de horario. No pensó en ella y lo difícil que sería contestarle los mensajes. Creyó que estaba siendo una molestia.

— Joiichiro, ¿crees que algún día me case?

— ¡Que tonterías dices! ¡Mejor concéntrate en aprenderte los diálogos de tu personaje!

— Hablo enserio, manager, ¿alguna vez te has enamorado? — pregunto muy serio

— Claro que sí, de mi esposa...— y lo miro — ¿no me digas que le vas a ese bando? Ah la persona en línea, ¿verdad? Es hombre, ¿verdad?

— No a todo lo que dijiste. Es una mujer...tiene 25 años y...

— Ryusui, te diré que no hables con extraños. Solo tienes 22 y experimentas con el amor primaveral de la adolescencia, mejor déjalo para cuando llegue la afortunada. Nunca sabes quién está detrás de una pantalla — le dijo y siguió haciendo llamadas.

Ryusui se volvería atrevido.

"Do you have Line? Could you give me your phone number?  I want to hear your voice..." le escribió una noche

La respuesta la recibió por la mañana.

Al ver su número de teléfono se emocionó demasiado al grado que grito. Su madre estaba furiosa por el disturbio matutino. Termino de leer el mensaje y ella también le escribió que solo podía responder cuando estuviera menos ocupada en su proyecto. Ryusui acepto eso de manera tácita.

Los pocos mensajes se volvieron más cómodos y llegó finalmente el día de su primera video llamada.

Él acababa de terminar su trabajo y estaba revisando sus mensajes cuando sin querer inicio una video llamada con ella. Estaba tan nervioso que en lugar de colgar no sabía que decir o cómo comportarse. Cuando ella la acepto sonrió y le saludo con la mano.

— Ho...la...Chriss...— dijo Ryusui lentamente

— Hola, ¿cómo estás?

Su voz era como un coro de ángeles. Le pareció que su voz era bastante delgada, quizás había cantado... ¿y si era cantante? No podía hablar más y solo se quedó mirándola. Esperaba que ella siguiera con la conversación pero por su expresión tampoco sabía que decir.

— ¿Quieres ver el cuadro en el que trabajo? — sugirió ella inconsciente hablando de repente en español.

Ryusui no entendió mucho y solo asintió. De repente ante su pantalla apareció un lienzo a medio acabar. Lo sentía tan realista que casi podía tocarlo.




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