Nothing.

Mila.

Demonios la cara de Liam era un maldito poema en estos momentos. Miraba con recelo los rollos de Sushi que había pedido para el. Mientras el los miraba yo estaba comiendo como una gorda, siendo sinceros el Sushi es una de mis comidas favoritas y tener el placer de ver como Liam los comiera por primera ve era toda una aventura.

-Oh vamos, solo cómelo.-Hable con la boca llena, el rió y tomó los palillos.

-¿Y si no me gustan?-Agarro uno con los palillos y lo puso a centímetros de su boca.

-Me los como yo y ya, pero estoy segura de que te gustara.-Comí otro rollito y gemí de placer. Diablos es lo mejor.

-Si gimes así no me puedo concentrar.-Rió y o empuje el palillo a su boca para que de una vez por todas comiera el delicioso rollito.

-¿Y? ¿Como esta?

-Delicioso.

***

-Te dije que te gustarían.

Íbamos caminando por la calle tomados de la mano y sintiendo la brisa fría. Era un momento perfecto.

-Se acaban de convertir en una de mis comidas favoritas.-Estiro mi mano hacia el provocando que colocara mi cara en su pecho.-Gracias por hoy.

-Gracias a ti.-Levante mi mentón y cruce miradas con el.-Ha sido el mejor día de mi vida.

Me pare de puntillas y roce mis labios delicadamente con los suyos. No fue como los besos que nos habíamos dado antes, este era mas calmado, yo trataba de sentir la textura de sus labios. No había lujuria o tensión sexual. Se sentía como si todo el mundo hubiera parado su marcha, solamente estábamos el y yo, las cosquillas en mi estomago eran intensas. Era perfecto. Pero todo se arruino.

A lo lejos vi a un hombre que en mi vida queria volver a cruzarme. Me se separe bruscamente de Liam y volví a tomarlo de la mano.

-Vamos.-Comencé a jalarlo y el avanzo a regañadientes.

-¿Que pasa?

-Nada, solo que tengo frió.

Pasa todo, y justo ahora tengo miedo.