Pedro dejó una hoja con un mensaje escrito para Carlos encima de su mesa. Apenas podía explicarle lo agradecido que estaba con él luego de enviar a Dorian a la cárcel. El licenciado Pérez les habló con respecto a la decisión que se llegó con respecto a Dorian. El curso entero concluyó que se sentían más aliviados.
En hora libre, Carlos intentó encontrarlo con la mirada. No estaba en el aula. Pudo notar la llegada de Ronaldo con un outfit muy diferente al que sabe llevar: una camisa de tela con mangas cortas de color azul oscuro y un jean negro con rasgados modernos. Sus zapatos eran unos converse de color negro. Caminó hasta donde estaba Carlos, quien le dijo:
-Amor, te ves muy bien así.
-Muchas gracias, mi niño. ¿Cómo ha ido el asunto hasta ahora?
Ronaldo se sentó al lado de Carlos.
-Hoy en la tarde será la audiencia judicial. Iremos los testigos y yo. Quisiera que estés cerca.
-Ahí estaré, Carlos Isaac. De eso no lo dudes.
-Gracias, Ronaldo. En verdad te lo agradezco.
-Ya te he dicho que no necesitas agradecérmelo, mi amor. Tú eres mi novio y mi amigo. Tienes mi apoyo incondicional.
-No sé qué decirte, amor.
-Me gustaría besarte.
-Yo quiero que me beses.
Se besaron en la boca. Luego de eso, Ronaldo acarició su cabello con suavidad.
-Te amo demasiado, mi niño.
-Y yo a ti, amor.
Ronaldo lo abrazó. Besó su frente.
-Amor...
-¿Qué tienes, mi niño?
-Me gustaría vivir contigo.
-Yo también, amor mío. Te trataré muy bonito y te consentiré mucho.
-Yo prometo encargarme de la limpieza y aseo, amor. Y si gustas, te cocino.
-Mi niño, no quiero que seas mi sirviente. Tú eres mi pareja y te debo tratar como tal. Pero si deseas, podrías hacerlo. Yo también puedo cocinar.
-Sí, claro. Quiero probar la sazón de mi novio.
-La probarás, mi niño. Te prepararé algo especial.
-De acuerdo, amor.
Gabriel se acercó a donde estaban los dos para conversar un rato con Carlos.
-Hola, Gabo. ¿Cómo estás?
-Hola, Carlos. No me puedo quejar. ¿Y tú cómo estás?
-Yo estoy bien. Quería avisarte que te entrego la presidencia del curso en el próximo semestre.
-¿Y por qué no se la entregas a Tito?
-Porque Tito asistirá a terapia y no necesita más presiones. Te sugiero que escojas a Francis o a Martín como vicepresidente.
-¿Crees que Martín sea capaz de asumir el cargo de vicepresidente?
-Sí, estoy más que seguro de eso. Martín es un buen muchacho y bastante protector. A menos que quieras que tu novio lo sea.
-No puedo aceptarlo, Gabo, pero gracias por la consideración. Es por mi trabajo.
-Entiendo. Solo espero que cuides muy bien al presidente de tercer semestre.
-Lo cuidaré a diario. ¿Sabes cuándo entregan las notas finales?
-Mañana salen todas en el sistema. Desde mañana son los supletorios. Yo pasé en todas las materias.
-Yo debo dar el examen de Teorías de la Comunicación. Y Ronaldo el de Estadística.
-No pude repasar muy bien porque se presentó algo en mi trabajo. Y yo sé que Carlos me ayudará a estudiar.
-De eso no hay duda. Aunque también tengo que repasar para el examen.
-De acuerdo.
Sonó la campana. Gabriel y los demás se sentaron en sus asientos.
Entró a los cinco minutos el licenciado Pérez.
-Buenos días, jóvenes. Necesito conversar con ustedes sobre dos asuntos de gran importancia.
Caminó hasta estar en frente del salón. Empezó a hablar con autoridad y firmeza:
-Como ya es sabido por todos ustedes, el señor Dorian Merizalde ha sido expulsado de esta universidad y estará en prisión por 10 años luego de haber aceptado los crímenes que ha cometido. El caso de su difunta compañera es uno de ellos. Y a pesar de que sus notas le permitieron aprobar para el siguiente ciclo, no continuará con ustedes el resto de la carrera. Adicionalmente, el joven Roberto Salas ha optado por cesar sus estudios, quien también pasó al tercer semestre. Desconozco los motivos a profundidad que lo llevaron. Y me enteré que uno de los antiguos compañeros del curso de Marcelo Estrada se integrará a este grupo. Su nombre es Jefferson Landín. Ya lo conocerán cuando inicien el nuevo periodo académico. Por ahora hay que terminar este ciclo recordando que todos estuvieron muy bien en sus proyectos. Felicidades.
Gabriel se levantó y empezó a hablar:
-Licenciado, debo decir que, en nombre de todo el segundo semestre, quiero darle mil gracias por ayudarnos durante el largo proceso de investigación y también le pido mil disculpas por no haber participado cuando pasó.
-Eso ya quedó en el pasado, Gabriel. Ahora lo que importa es que en este nuevo período académico, ustedes se superen y sean un solo equipo hasta el final. No olviden que son compañeros y van a necesitarse en cualquier momento de sus vidas y donde sea que vayan. Quiero pedirle al joven Márquez que se ponga de pie.
Carlos se levantó algo temeroso y avergonzado por la mirada de la multitud.
-Carlos, te felicito por tu heroísmo y por tu apoyo a todo el semestre y a mi persona también.
-Muchas gracias, licenciado.
-Gracias a ti. Tú has sido muy útil en todo el trayecto de la investigación. Y por eso es que Gabriel te ha considerado para que seas el presidente del curso a partir del siguiente semestre. Yo creo que serás capaz de lograrlo.
-Estoy dispuesto a intentarlo.
El licenciado Pérez parecía estar complacido con esa respuesta.
-Bien, eso era todo. Gracias, chicos. Pueden retirarse.
Salió del aula. Gabriel fue a abrazar a Carlos.
-Amigo, has sido un héroe. Te felicito.
-Bueno, fue algo que me pediste que hiciera y así fue. Solo cumplí con mi parte.
-Pensé que te rendirías o que no lo lograrías. Pero yo me equivoqué. Perdóname.
-Te perdono.
Ronaldo se acercó y comentó:
-Parece que te gusta andar muy cariñoso con mi novio. Cuidado te pasas.
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Editado: 19.11.2024