Semanas antes del encarcelamiento de Dorian Merizalde, Pedro y Jossimar se habían encontrado en la biblioteca del campus. Jossimar tenía un sobre grande con ciertos documentos importantes.
-Esto hay que entregárselo a Carlos. Pero no quiero que sea ahora mismo.
-¿Por qué no?
-Mi primo quiere hacer una emboscada para atrapar a Dorian. Sin embargo, él tiene unos aliados muy peligrosos. Si alguno de ellos sabe que Carlos está investigando sobre la muerte de Carla, podrían matarlo.
-Pensé que eran rumores.
-No lo es. Esto hay que terminar de alguna manera u otro.
-¿Sin el permiso del coordinador? ¡Jamás!
-¿Estás seguro de que quieres formar parte del plan?
-Ya te dije que sí, Jossimar. No soy un miedoso.
-Demuéstralo, Pedro. No a mí, sino a Carlos.
-¿Quieres que le entregue esto?
-¿Y cómo piensas hacerlo sin que te atrapen?
-Tengo mis métodos.
Jossimar le entregó el sobre a Pedro. Él lo guardó en su mochila. Se retiraron de la biblioteca.
*****
Un día antes del final, Pedro dejó el sobre dentro de la mochila de Carlos mientras él se encontraba en el comedor con Ronaldo. Gabriel sospechaba de algo raro.
-¿Qué haces, Pedro?
-Nada. ¿Por qué?
-Solo pregunto. Oye, ¿no sabes que Ronaldo es celoso?
-No, pero no hice nada.
-Espero que no hayas guardado una nota de amor.
-No soy gay, Gabo. Y no es una nota de amor lo que guardé.
-¿Entonces qué es?
-Un cuaderno. Carlos me lo había prestado.
-Ah, entiendo. Bueno, me voy al comedor con Dennys. No hagas locuras en el aula.
-No lo haré.
Pedro exhaló tranquilo. Al menos no lo atraparon con ese sobre.
Carlos encontró el sobre en su mochila estando el departamento de Ronaldo. Decía: "Espero que leas esto a solas. Att: Pedro"
-Amor, ¿qué es eso?-le preguntó Ronaldo al observarlo guardar en su mochila.
-No sé, amor. Pero lo revisaré después.
-¿Quién puso eso en tu mochila?
-No lo sé. Ya te lo diré después, amor.
-Bueno. Entonces, haremos la maleta para ir a la cabaña del lago.
-Mi ropa está en mi casa, amor. Tengo que ir allá.
-Lo sé. Bueno, antes que te vayas, quiero decirte que estuve pensando en el hecho de vivir juntos. Y podremos hacerlo antes del próximo semestre. No éste que viene, sino el otro.
-¿Te refieres a cuando vayamos a cuarto?
-Sí, mi niño. En este departamento la dueña no acepta parejas con hijos ni sin hijos. Es para una sola persona.
-Suele pasar. Y descuida, amor, yo sé que no es viable en estos momentos. Estoy dispuesto a ayudarte en lo que pueda.
-Muchas gracias, mi niño hermoso. Te amo demasiado.
-Y yo a ti.
Ronaldo besó su boca. Lo abrazó.
*****
Carlos fue a su dormitorio luego de caminar un poco. Empezó a preparar la maleta para irse de vacaciones. Ronaldo le había llamado para confirmar si estaba listo o no.
De repente, escuchó el claxon afuera. Sabía que Giovanni estaría ahí. Sin dudarlo, tomó su equipaje y salió de casa.
Subió al auto. Ronaldo estaba sentado atrás. Adelante estaba Joan Salas.
-Hola, Joan, ¿cómo has estado?
-No puedo quejarme. Pero gracias a mi novio por llevarme de paseo.
-Siempre lo mejor para ti, mi príncipe bello.
-Gracias.
Se besaron en la boca.
-Amor, ¿qué tienes?
Carlos lo miró.
-Nada, amor. Vámonos ya.
Los cuatro fueron al destino escogido. Ronaldo habló con el portero. No demoraron mucho en ingresar a un patio enorme con salida a la cabaña. El lago se encontraba detrás de ésta. Carlos se asombró al contemplar el lugar.
-Es hermoso-comentó casi en un murmuro.
-Sí, lo es. Amor, espero que te sientas a gusto.
-Lo estoy, Ronaldo. Gracias por traerme.
Giovanni estacionó el auto a un lado de la entrada principal.
-Llegamos.
Todos bajaron del vehículo. Ronaldo abrazó a Carlos y besó su frente.
-En tres días cumpliremos 5 meses, Carlos Isaac.
-Sí, amor, ya son cinco meses a tu lado.
-Los mejores de toda mi vida. Y como pasaremos aquí hasta que sean las matrículas para tercer semestre, podremos pasarla aquí en nuestra fecha especial. Aunque yo debo regresar a trabajar el martes.
-Amor...
-Regresaré en la noche, mi niño. Y traeré comida para ambos.
-De acuerdo.
-Te amo demasiado, mi niño.
Carlos y Ronaldo se abrazaron. Giovanni y Joan fueron a una de las habitaciones de la cabaña.
Unas horas más tarde, habían llegado Lenin con Fabián y Gabriel con Dennys.
Ronaldo los recibió con amabilidad y les entregó una habitación para las parejas.
Luego de eso, le comentó a Carlos:
-Tú y yo dormiremos en la habitación principal de arriba. La de abajo está cerrada por dentro.
-¿Cuántos pisos hay en esta cabaña?
-Son tres, pero el desván es sucio y maloliente, así que solo se usa la planta baja y la planta alta.
-Comprendo. ¿Podemos ir al lago?
-Sí, amor, iremos después de la cena. Te aseguro que estaremos solos.
-Gracias, Ronaldo. Eres el mejor.
Se besaron en la boca.
-Vayamos a cenar, mi niño. Giovanni y yo fuimos a comprar pizza para nosotros. Y Gabriel trajo las bebidas. Aparte de gaseosa, trajo ron y whisky.
-Ronaldo, ¿piensas emborracharte esta noche?
-Bueno, no mucho. Además, te tengo a ti y no quiero que solo me veas tomar. Te aseguro que no nos excederemos.
-Más te vale. Estando ebrios no podríamos nadar.
-Lo sé. Pero descuida, amor mío. O podríamos tomar el vino que está en nuestro cuarto.
-Eso suena mejor, amor. Me gusta la idea.
-Iré a verlo. Tú anda a la mesa.
-Vale, pues.
Carlos fue a la mesa del comedor. Todos estaban sentados junto a su pareja. Ronaldo se sentó al lado de Carlos.
Después de cenar, Ronaldo y Carlos salieron al lago a nadar. Estaban en pantaloneta y camiseta. Se metieron al agua. Nadaron y jugaron por varios minutos.
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Editado: 19.11.2024