Ya estando en mi habitación me puse la pijama, supongo que ya no puedo hacer nada hasta mañana, pero antes debo llamar a Megan para decirle que estoy bien.
Tome mi teléfono, me senté en la silla de mi escritorio, y después de unos segundos de haberle marcado ella contesto.
—¡Por Dios Abi! ¡¿Dónde estás?!—respondió muy histérica.
—Tranquila Megan, estoy en mi casa, ya no tienes por qué preocuparte—le dije tranquilamente para que ella también se calme.
—¡Que buena noticia!, ¡¿Pero dónde estabas?! ¡¿Qué te paso?!
—Es una larga historia, pero te lo contare todo mañana que regrese a la escuela, lo bueno que es viernes y podremos salir el fin de...
Me quede atónita, pues me di la vuelta y detrás de mí esta ese chico, y peor aún, la pared que divide nuestras habitaciones se ha ido.
—¿Abi? ¿Qué pasa?—dice Megan ante mi repentino silencio.
—Nada, oye lo siento me tengo que ir, pero te veré mañana adiós—colgué el teléfono y me levante de la silla.
—¿Ahora si podemos hablar?—dice Adrik como si nada.
—¿Qué le has hecho a la pared?— y me acerque hasta donde solía estar la división de las habitaciones, todo el muro desapareció, ahora ambos cuartos están conectadas.
—Solo la quite, necesito hablar contigo—insistió
—¿Cómo les voy a explicar esto a mis padres?, Dime que puedes dejarla como antes—lo mire asustada.
—Si puedo—Él se acercó a donde debería estar el muro, estiro su brazo derecho y el muro empezó a aparecer de a poco hasta estar completo y como antes.
—Lo vez, no te preocupes por eso—dijo muy tranquilo para luego ir a sentarse en la silla en la que yo estaba.
Eso me tranquilizo, al menos pudo repararlo, fui a mi cama y me senté ahí.
—No puedes desaparecer cosas así como así, hay tanto que debo hacer que entiendas—dije con algo de preocupación.
—Pues comienza ahora, dime que fue lo que estaban haciendo hace rato, ¿Por qué estaban ingiriendo cosas por su boca?—preguntó, debo explicarle al menos lo más básico posible.
—Para alimentarte, ¿Acaso los certer no ingieren nada para sobrevivir?—Todos deberían alimentarse, ¿No?
—No, no es necesario ingerir nada para nosotros, nuestro cuerpo es autosuficiente—dijo
—Bueno pues el nuestro no, debemos ingerir alimentos y líquidos para vivir, o si no moriríamos
—¿Morir? ¿Es decir que desaparecen?—Parece que tampoco entiende muy bien eso.
—Algo así, es como que tu cuerpo queda inservible y se pudre—No sé cómo explicarlo mejor.
—¿Y no pueden conseguir otro cuerpo?—cuestionó.
—No, ¿Qué ustedes no mueren?—Creo que deberían hacerlo.
—Algo así, a diferencia de ustedes nuestro cuerpo nunca será inservible, pero en algún momento desaparecemos, es como nunca haber existido—respondió.
—¿En serio? ¿Simplemente desaparecen? ¿No queda nada?
—Nada
—Vaya—Eso debe ser peor que morir.
—Anda, cuéntame más cosas—Es como un niño pequeño.
Pero yo también estoy muy ansiosa por saber más sobre él y su extraño mundo, creo que ambos estamos igual.