Bajo la cama

Capítulo 26

—¿Adrik?—Volví a revisar todo mi alrededor.

¡No esta! ¡¿Cómo pude perderlo de vista tan rápido?!

Comencé a caminar de forma acelerada, regrese por donde veníamos y no paro de buscarlo con la mirada. Pero solo veo a chicos normales, algunos caminando, otros en pequeños grupos estáticos charlando, y algunos más sentados en el piso.

Mientras más avanzo más nerviosa me pongo, y accidentalmente choque con alguien.

—Oh lo siento — trate de disculparme.

—¡Aby!— es Meghan, se sorprendió al verme y me abrazo—Aby estoy muy feliz de verte, que bueno que estas bien

—También me alegro de verte— y le devolví él abrazo

—¿Pero a dónde vas tan a prisa? Las clases son por allá y ya casi empiezan, vamos—empezó a jalarme del brazo.

Debo entrar a clases, pero también debo buscar a Adrik.

—Alto Meghan— me detuve.

—¿Qué?— se detuvo a la par.

—No puedo irme aun, venía con un amigo y ahora no sé en dónde está, y debo buscarlo— dije algo preocupada.

—¿Un amigo? ¿Quién?—pregunto confundida.

—Te lo explicaré luego, pero ahora debes ayudarme a buscarlo— le suplique.

—Solo llámalo por teléfono—dijo ella.

—Es que no tiene teléfono

—¿Qué clase de chico no lo tiene?

—Él, ahora ven conmigo— y yo la jale ahora a ella.

—Pero, ¿Cómo es? ¿O quién es? No puedo identificarlo si no lo conozco—me dice.

Me detuve.

—Tienes razón — le solté él brazo— Mejor ve tu a clase y dile al profesor que llegare tarde, por favor

—Está bien

Me di la vuelta y me aleje rápidamente.

Recorrí los edificios, los salones, los baños, la cafetería, me perdí la primera hora de clases, y cuando creí que había desaparecido por completo, lo encontré.

Está rodeado de unos chicos, los peores que puede haber. Con algo de miedo y vergüenza me acerque a ellos.

—Adrik, puedes venir un momento — dije en un tono tranquilo.

Todos los chicos voltearon a verme, incluido Adrik.

—¡Aby!—corrió a abrazarme— que bueno que me encontraste, estaba perdido y estos chicos me dejaron estar con ellos hasta que me encontrarás— me soltó y volteo a ver a los chicos como si fueran sus amigos de toda la vida.

—Así que tú eres Aby— dijo uno de ellos mirándome de arriba a abajo.

—Sí, gracias por cuidar de él, ya nos vamos— tome a Adrik del brazo y trate de alejarlo de ahí, no es que sea grosera, pero esos chicos tiene una mala reputación en la universidad, son malas personas.

Pero antes de que pudiéramos alejarnos se pararon frente a nosotros, nos rodearon esos seis chicos.

—¿Por qué te llevas al chico?—dijo uno de ellos, según sé, se llama Félix.

—Porque tenemos clases, y ya perdimos casi dos horas— dije de modo firme, para que vean que no me intimidan, pero la verdad sí.

—¿Eres su mamá?— dijo en tono de burla, y los demás comenzaron a reír.

Trate de contener mi enojo.

—No, pero ya tenemos que irnos— los rodee por la derecha y me aleje rápido.

—¡Puedes volver cuando quieras raro!— grito Félix

Adrik volteo a verlos sonriente.

—¡Gracias!—les respondió.

Yo lo jale con más fuerza, me siento muy molesta.




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