El profesor siguió la clase como normalmente lo haría, y mis compañeros también siguieron en clase sin prestar atención al chico nuevo sentado detrás de mí, excepto Meghan, quien comenzó a susurrarme cosas.
—¿Quién es ese?—me pregunta.
—Es…—no sé si debo decirle la verdad a ella.
—Me llamo Adrik—le susurro él a Meghan, parece que nos estaba escuchando.
Ella solo le sonrió extrañada, él le devolvió la sonrisa y luego se acercó a mí.
—¿Quién es ella?—me pregunta.
—Hay que hablar de esto en otro momento—dije algo frustrada, Adrik sin remedio se inclinó de nuevo en su silla, y Meghan también volteo hacia la clase, suspire aliviada, por ahora todo parece estar tranquilo, ojala se mantenga así.
Hubo un pequeño receso de quince minutos mientras la siguiente profesora aparece, de inmediato saque a Meghan y a Adrik del salón para hablar, he decidido no contarle a ella la verdad, al menos por ahora, le voy a decir lo mismo que a mis padres.
—…Y pues ahora se está quedando con notros, por agradecimiento por salvarme—concluí mi falsa historia.
—Cielos, no puedo creer que hayas tenido que pasar por eso—ella estuvo atenta a todo lo que le dije, mientras Adrik estaba distraído observando todo lo del pasillo—Pero… ¿De verdad confías en él? No es que lo juzgue por no tener hogar, pero hablo de que es algo extraño
—Lo es, es raro, pero no es un mal chico—en ese momento sonó la campana para volver a clases, le pedí a Meghan que entre primero mientras nosotros esperamos a la maestra para “hablar” con ella, así que Adrik y yo nos quedamos solos en el pasillo.
— ¿Ahora si puedes decirme quien es ella?—me pregunta
—Es mi mejor amiga, se llama Meghan, y no le conté la verdad sobre ti—le dije.
— ¿Por qué no confías en ella, es una mala persona?—me pregunta
—No, no es eso, es solo que no quiero nadie más se meta en este lio
— ¿De verdad te causo tantos problemas?—dice algo apenado
—No, no tantos por el momento—él sonrió al escuchar eso.
El sonido de unos pasos nos alertó, es la maestra Karlota, Adrik y yo la detuvimos antes de que llegara al salón.
—Hola maestra, necesito hablar con usted un momento—le pedí amablemente.
—Te escucho—dijo observándonos algo curiosa.
—Gracias, él es Adrik y estará como oyente en la escuela un tiempo—lo señale, en ese momento que ella volteo a verlo Adrik empezó a hacer lo suyo, la maestra cayo en sus ojos, y mientras eso sucede yo no dejo de pensar en algo, que creo que no es bueno pero si necesario para mí.
Una vez que Adrik terminó, la maestra volvió en sí y nos miró amablemente.
—Aún no se vaya maestra, necesito decirle algo más, pero denos un momento—le pedí a ella, luego tome al chico del brazo y lo aleje un poco para hablar con él.
—Adrik—dije en voz baja para que la maestra no nos escuche— ¿Crees que puedas hacer que ella suba mis calificaciones?
Lo sé, lo sé, no es correcto, pero sus clases son muy complicadas y la verdad ni siquiera me gusta, y si tengo la oportunidad pues tengo que aprovecharla.
—No entiendo a qué te refieres con eso—dice Adrik, pues a él jamás lo deben haber calificado en algo antes.
—Solo pon la idea en su mente de que yo debo obtener siempre la mejor calificación, estoy segura que ella lo hará—le dije
—Está bien, lo voy a hacer
Volvimos con la maestra y Adrik hizo lo que le pedí, luego entramos al salón, quince minutos después nos encontrábamos haciendo un examen sorpresa, obviamente yo no había estudiado nada, y lo entregue con algunas preguntas en blanco y otras con respuestas que estoy segura no son correctas, pero cuando la maestra los devolvió me quede sorprendida al obtener la máxima calificación.
—Quizá ahora no recuerdas todo lo que les he enseñado pero yo estoy segura de que lo sabes—me dijo la maestra cuando me entrego el examen, ¡funciono! Jamás volveré a reprobar, y quizá no solo en esta materia.