Bajo la cama

Capítulo 8

—¿Y qué es eso que dices que eres? Un cer…

Certer, eso soy—afirmó.

—¿Y qué es?

—Pues no es algo fácil de explicar, soy un ser con varias características y habilidades que estoy seguro tú no tienes, ya que pertenecemos a mundos distintos—me explico.  

—¿De qué tipo de habilidades o características hablas?—pregunte.

—Habilidades, por ejemplo, puedo entrar en tu mente, y manipularla si quisiera, también puedo crear materia de la nada

—¿Cómo es posible?—eso suena increíble.

—Sí, solo basta con que veas este lugar, esta no es su apariencia real, yo lo hice así para ti—dijo.

—¿Para mí?—¿Por qué haría eso?

—Sí, quería que fuera algo parecido a tu mundo y no te sintieras tan diferente aquí—respondió.   

—Pues gracias, pero esto no se parece tanto al lugar de donde vengo

—¿A no?—me mira extrañado.  

—De hecho no, es decir, si hay flores y nubes, pero no están en todas partes— de hecho este lugar me recuerda a algo, pero no sé a qué.

—Pero yo lo vi en tu habitación—dijo confundido.

—¿En mi…—Ahh, ya recordé— Lo que tu viste fue una pintura, es un campo de flores exactamente igual a este, pero no es real

Él me mira confundido.

—Veras, mi mundo no es así, por fuera es muy diferente, si hay nubes pero no siempre, y a veces son grises, también hay árboles, casas, autos, edificios, todo tipo de animales—su cara sigue mostrando que no entiende nada— Supongo que no sabes de lo que estoy hablando

—No, ¿Qué son árboles? ¿Casas? ¿Autos? ¿Gris? Y todo lo que mencionaste—preguntó, a lo que me quede muy extrañada.

—¿En verdad no conoces nada de eso?

—No, pero si me dices lo que son tratare de crearlo aquí para conocerlos—dijo.  

—¿Crearlos?

—Sí, te dije puedo crear materia y darle forma, mira—trato de demostrarlo.  

El chico se puso de pie, estiro sus brazos y empezó a levantarlos, haciendo que las flores crecieran tanto que ahora parece una selva, luego las volvió a su tamaño normal invirtiendo el movimiento que había hecho, luego les cambio el color de rojo a azul con tan solo mover un poco sus dedos, luego corto una flor y en sus manos la convirtió en una pequeña nube esponjosa, luego la arrojo hacia arriba y se unió a las demás.

—¿Lo ves? Solo dime qué hacer—dijo listo para actuar.

Yo casi estaba con la boca abierta después de ver eso, es asombroso, nunca pensé que alguien pudiera hacer algo así.

—Aun así será difícil, tu no conoces nada y aunque te lo diga no lo entenderías—no puedo explicarle algo que jamás ha visto.    

Se quedó pensativo un momento.

—Creo que tengo una idea, mírame directamente a los ojos—dijo señalándolos.   

—No, ¿Por qué?—pregunte algo asustada.

—Solo quiero que visualices en tu mente una de todas esas cosas que mencionaste, y yo la hare aquí

—¿Vas a leer mi mente?

—Algo así. Anda, solo haz lo que te digo—insistió.   

Respire profundo, él se puso a unos centímetros de mí, y atrapo mi mirada, mientras yo sigo pensando en si es una buena idea, no puedo concentrarme en una sola cosa, pasan muchas por mi mente, este lugar, ese chico, ¿Qué estoy haciendo aquí?

De pronto sus ojos se iluminaron aún más, sus pupilas se dilataron bastante y se convirtieron como en abismos, ya que siento que me pierdo dentro de sus ojos y no puedo dejar de verlos, me siento extraña. Y después de unos segundos sus ojos volvieron a la normalidad, él parpadeo un par de veces, luego me dijo.

—Te dije que pensaras en alguna cosa que mencionaste, no en mí—dijo.

—N-No entiendo—dije confundida.

—Si miro directamente a tus ojos puedo entrar en tu mente y ver lo que hay dentro, pero solo imágenes, tomo una de ellas y la puedo guardar en mi propia mente, pero solo estoy viéndome a mí mismo ahí dentro, solo piensas en mi—dijo sonriente.




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