Subí detrás de ellos y me interpuse entre ambos y la habitación de mi cuarto.
—¡Espera papá!—le dije para que dejara de golpear la puerta
—¿Qué pasa hija?—se quedó extrañado
—Él no es quien me secuestro, fue él quien me ayudo a escapar—parece algo creíble
Mi padre y Marco se quedaron sorprendidos, en eso mi madre también subió.
—Ya llame a la policía—dijo
—¡No! Mamá él no es el secuestrador, diles que ya no vengan—no podre justificarme con la policía
—No, está bien, tenemos que informarles que ya has vuelto y debes declarar como fueron los hechos para buscar al culpable—dijo mi padre
No puedo creer que esto esté pasando, quizá aún sea tiempo de arrepentirme.
—Mientras esperamos a la policía déjanos hablar con ese chico—dijo Marco y trato de abrir la puerta, pero no se lo permití
—No, él es muy tímido, mejor bajen a la sala mientras lo convenzo de salir, por favor—todo me miraron raro, pero aceptaron, bajaron a la sala y yo entre en la habitación
No veo al chico por ningún lado, y solo se me ocurrió un lugar para buscarlo, me senté en suelo cerca de la cama, levante la colcha y ahí está, asustado.
—Ya se fueron, puedes salir—trate de ser compasiva, todo esto debe ser abrumador para él.
—¿No me harán daño?—pregunto temeroso
—No, no dejare que te hagan nada, solo fue un mal entendido—y luego lentamente salió de su refugio, y se sentó frente a mí.
—Oye la policía va a venir, tengo que inventar una historia, y sé que tú no sabes que decir, así que quédate callado y deja que yo hable, ¿Entendido?
—¿Qué es la policía?—pregunto
Esto no puede ser, quiero darme de golpes en la cabeza contra la pared, suspire para tranquilizarme.
—Son las personas que se encargan de que las otras personas hagan lo correcto, también nos protegen, y castigan a quien hace cosas malas—trate de explicárselo lo más simple que me fue posible
—Creo que estoy familiarizado con eso—dijo pensativo
—Bien, ahora debemos bajar con mi familia para esperar a que lleguen—me levante del piso y él también
—Esas personas me asustan, no quiero bajar—dijo nervioso
—Ya te dije que no te harán nada, tu solo quédate tranquilo y no vayas a hacer cosas raras—lo convencí de salir
Pero apenas habíamos salido al pasillo escuche la sirena de dos patrullas llegar a las puertas de mi casa, el chico se asustó por el sonido, así que lo tranquilice.
—Cálmate, así suena la policía—se tranquilizó un poco pero está nervioso.
Es momento de bajar, solo espero que todo salga bien.