Bajo la Lluvia de mi vida

CAPITULO 22

Una vez ya en la playa, todos fueron directamente a unas casetas que se encontraban allí para el cambio de ropa, luego de estar listos toda la mayoría se fue a nadar.

Mientras que Eli y Leila estaban esperando a sus amigos gritándoles que eran peor que mujeres por el tiempo que se tomaban para cambiarse, ellos al salir acompañaron a las chicas a poner sus mantas en la arena y colocar la sombrilla.

Eli se sentía nerviosa por la sorpresa que estaba preparando, tan nerviosa que ni cuenta se daba de su propio tobillo y el color que tenía.

Los chicos decidieron meterse al agua, mientras que las chicas quisieron esperar un rato más, luego de un rato ellos volvieron diciendo que estaban aburridos sin ellas y las jalaron para que entraran al agua, así se pasó la tarde entera, entre risas, al rededor de las 5 de la tarde Eli convenció a su amiga de que distrajera a Alejandro y Liam para que no se dieran cuenta de su ausencia.

Eli rápidamente subió al autobús y agarro una maleta que había escondido debajo de su asiento, de esta saco una caja dentro de una bolsa, también saco un par de ingredientes y una bolsa con unas decoraciones.

Bajo del autobús y se fue al hotel donde todos se quedarían esta noche, pidió a una de las cocineras que la dejase usar la cocina por unos, pero esta le dijo que no podía hacer eso, tanta fue la insistencia de Eli que la dejo pasar a la cocina, también decidió ayudarla para acabar el trabajo más rápido.

Eli sacó los ingredientes y se puso a hacer trufas, hasta la cocinera se sorprendía, ya que Eli le había comentado que era el cumpleaños de su amigo y ella pensó que haría un pastel, pero al ver sus ojos brillantes de aquella jovencita decidió no decir nada y solo ayudarla.

LUNA

Durante 2 semanas estuve observando a Alejandro para saber cuál era su postre favorito, aunque lo admito no fue fácil, para nada, me entere de que le gustaban las trufas debido a que un día que se durmió en clase hablo y dijo que quería trufas, lo sé bastante tonta la forma en que descubrí que le gustaba pero bueno.

Después de eso le pregunté a mamá si me podía enseñar a preparar trufas, y ella se sorprendió porque Eli desde que su padre nos dejó, nunca pidió trufas, ya que eran las favoritas de él, pero decidí callar y solo enseñarle a hacerlas.

Al cabo de una hora las trufas ya estaban, ahora solo debía decorar el lugar donde sería la sorpresa, lo iba a hacer en el techo del hotel.

 




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