CAPITULO 42

Cuando fui allí me tope con personajes muy conocidos, lo cual me sorprendió, ya que había de todo, desde actrices reconocidas hasta empresarios famosos, a simple vista pareciera que simplemente estuvieran coqueteando, pero al acercarme note que estaban cerrando contratos, aunque quise escuchar más no pude porque dos guardias me sorprendieron y me preguntaron que es lo que estaba haciendo hay escondido, y que si tenía un pase, pero me di cuenta de que no, por ello me cargaron y me llevaron a una habitación, yo les grite pidiendo verlo a él, a ese hombre, pero nadie me hizo caso, pase dos días en ese oscuro sótano, si no hubiera sido por el dolor que sentía al morderme el labio, no hubiera podido quedar consciente.

A l cabo de la noche del segundo día, alguien entro y para mi sorpresa era MARCOS mi asistente, de verdad fue la primera vez que sentí a alguien realmente apoyándome lo cual me hizo llorar, él me dijo que me callara porque si no nos atraparían, yo no sabía como logro entrar, pero tampoco tenía la energía suficiente de preguntar, así que solo obedecí sus instrucciones, él me miro de pies a cabeza, al notar mi estado, saco un tónico de su bolsillo el cual me dijo que era una creación de su hermano, servía para proporcionar energía l cuerpo, por más débil o enfermo que este, él dijo que confiara en él, y que este tónico solo tenía duración de 24 horas exactas y si para ese entonces no lograba escapar no podría salir jamás.

Al escuchar sus palabras realmente me asusté, y lo bebí sin pensar, de pronto sentí mareos y caí por el cansancio al piso pasado 1 minuto.

Pensé que otra vez había sido engañado, traicionado, que nadie realmente me ayudaría jamás.

Pero al cabo de maso menos 20 minutos, como si estuviera reviviendo de la misma muerte, abrí los ojos llenos de energía, pero ya no vi a Marcos, note que las sogas de mis manos estaban más sueltas, lo cual me ayudaría a escapar fácilmente, de verdad sentí una amargura en la boca y era una nota de Marcos en mi boca, pensé que este chico era muy tonto, pero en el fondo pedí perdón como mil veces por haber dudado de él.