Bajo La Luz Del Sol

EN LAS FAUCES DEL ENEMIGO

Con una gran preocupación, Jan se acerca a Merci y a Ana, y les pregunta:

— ¿Qué les paso?

Ana le responde a Jan:

— Todo parece indicar que han secuestrado al pastor.

— ¿Cómo?

Merci le dice a Jan:

— Ayúdame a buscarlo.

— Busquémoslo haya en el bosque.

— Si, si, vamos.

Ana les dice a los dos:

— Yo me quedo cuidando los vehículos.

De inmediato, Jan y Merci entran al bosque y comienzan a buscar al pastor por todos lados, pero no lo encuentran...

Después de veinte minutos, Jan y Merci salen a la carretera con caras de mucha preocupación.

Ana se baja de su auto, y les pregunta a los dos:

— ¿No vieron nada extraño?

Merci no le responde nada a Ana, y le dice a Jan:

— Voy a ir a esa alcaldía, y voy a confrontar a ese señor.

— Es mejor que vaya a la casa con la compañía de la hermana Ana, y llamen desde allí a la policía. Para reportar el caso.

— Jan, no me dejes sola en esto.

— Claro que no, el que va ir a la alcaldía soy yo.

— ¿Qué piensas hacer?

— Con la ayuda de Dios, voy a decirle que si tiene al pastor que lo devuelva.

— Gracias Jan.

— Súbase al vehículo de su esposo, y ore porque todo salga bien, y si ese señor lo tiene, con ayuda de Dios. Él lo soltara.

— De nuevo gracias Jan, que Dios te acompañe en eso, y en todo lo que vayas hacer.

— Gracias.

Merci mira a Ana, y le dice:

— Vamos a revisar mi casa.

— Bueno.

En ese momento, Merci y Ana se despiden de Jan, y luego se van cada una en su vehículo, mientras Jan se sube a su camioneta, y piensa:

"Parece ser que el pastor fue capturado por el alcalde... ¿qué debo hacer?"

En seguida, Jan se pone a orar:

— Oh padre celestial, ayúdame a encontrar al pastor, oh señor, no permitas que le pase nada, no permitas que el enemigo... que el enemigo se salga con la suya...

En la alcaldía, Meneses entra a la oficina de Marchal, y lo encuentra bebiendo, y le dice:

— ¿Ya estas celebrando anticipadamente?

— ¿Conseguiste al dueño de la caseta?

— Si, y quiere vender, que digo, está feliz por venderte.

— Qué bueno, entonces la voy a comprar hoy mismo.

— ¡Aquí esta su número de teléfono!

En seguida, Meneses le entrega un papel a Marchal. Donde está el número telefónico del dueño de la caseta. Cuando este le dice:

— ¿Y qué paso con el diseñador que te mande a buscar?

— Oh, si, también lo encontré.

— ¿Y dónde está?

— No te preocupes por eso, ya lo conocerás.

— Te veo con mucha confianza.

— Es que el diseñador es un familiar, quiero darle una oportunidad.

Marchal comienza a marcarle al dueño de la caseta, y le expresa a Meneses:

— Después que tu familiar trabaje espectacular.

— Meto las manos por el fuego por él.

— Está bien Meneses. Ya entendí...

Gold Run, complejo de viviendas, Merci llega su casa junto a Ana, y se bajan de los vehículos...

De inmediato, Merci abre la puerta de la casa, y llama por todos lados a su esposo, y entra a las habitaciones, mientras Ana mira en los alrededores de la casa...

Merci sale de las habitaciones y baños, y le dice a Ana:

— ¡Voy a llamar a la policía!

— Si, no perdamos más tiempo...

En la alcaldía, Jan llega al frente de ese lugar, y ve muy pesado el ambiente, y de inmediato le pide a Dios que lo proteja. Y que lo deje entrar hasta el lugar donde está el alcalde.

Luego de pedirle a Dios protección para entrar a ese lugar, Jan saca su teléfono celular y llama a su mamá, pero esta no responde. Cuando ve el teléfono, y dice:

— Justo ahora está fallando la señal... bueno.

Jan se baja de la camioneta, y espera que pasen varios carros, y pasa la carretera, y con gran astucia se infiltra en la alcaldía. Pasando por varios funcionarios y personal de seguridad del edificio.

Jan no sabe a dónde queda la oficina del alcalde, y aprovecha que una señora está trapeando el piso, y se acerca, y le pregunta:

— Perdone señora.

— ¿Sí?

— ¿Usted sabe dónde queda la oficina del alcalde?

— Si, es la que queda allá.

— Muchas gracias.

— De nada, espere.

— ¿Sí?

— ¿Usted tiene cita con el señor Marchal?

Jan se queda pensando por unos segundos. Cuando una mujer coge de la mano derecha a la empleada de servicio, y le dice:

— ¡Te necesito!

— Es que el joven...

— Deja a ese joven en paz, te necesito en mi oficina.

En ese instante, la mujer se lleva a la empleada. Cuando Jan dice:

— Menos mal apareció esa mujer.

Jan no pierde tiempo y se acerca a la puerta. Y sin ningún miedo alguno, entra a la oficina suavemente. Cuando Marchal deja de beber vino, y le pregunta a Jan:

— ¿Quién eres tú? ¿Y porque entras así a esta oficina sin avisar?

Jan se acerca a Marchal, y desde su interior le pide a Dios que lo calme. Cuando Marchal le vuelve a preguntar:

— ¿Quién eres?

— Yo soy una oveja que busca su pastor.

— ¿Cómo? ¿Acaso estas bromeando conmigo?

— Yo pertenezco a la Iglesia El camino a Dios, y vengo por el pastor Alberto, porque yo sé que usted tuvo problemas con él.

Marchal se enoja bastante, y se levanta de su silla, y le responde a Jan:

— ¿Vienes también a molestarme como ese pastor? ¿Él te mando?

— No se haga señor, suelte al pastor, su familia lo está buscando.

— ¿Pero que tonterías dices muchacho? Yo no tengo a nadie, además, ¿sabes con quien estás hablando?

— Claro que sí, pero por más que usted sea el alcalde de este pueblo, no le da derecho de secuestrar a una persona que le sirve a Dios.

— Ese pastor que tú dices, no tiene derecho de hablar de mí.

— Ah, ¿entonces acepta que usted lo tiene?



#7095 en Otros

En el texto hay: espiritual, salvacion, concejos y otros

Editado: 09.02.2024

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