★ Bajo tus estrellas ★
★ Capítulo 37 ★
Charlotte
Si me voy podría pensar que estoy huyendo de él, pero todos nosotros hemos llegado al punto en el que ya no me importa lo que los demás digan de nosotros. de nuestra persona.
Y este es mi 8vo. consejo para todos ustedes: La única percepción que los demás tendrán de ti, es la que tú te designas. Y esa es la única que realmente importa.
Decidí seguir haciendo ejercicio, e ignorar que su presencia esté cerca de mí, tal como le he hecho todos estos años atrás desde 6to. grado.
Se puso frente a mí, y ni siquiera se el porqué. Detuve la máquina de ejercicios, baje de ella y hable después de tanto tiempo.
Rodrigo
No es la primera vez que veo a Charlotte en este gimnasio, supongo que debe ser el único de buena calidad que esté la zona.
- ¿Qué quieres? -dijo seria. Y tiene razón ella siempre me ha tenido en la definición de mala persona.
- Saber cómo estas. - Cuando tiene su falta de ánimos es cuando más ganas me dan de acercarme a ella y ser su felicidad.
Pero no siempre tenemos lo que queremos.
- Eso ya lo debes de saber ¿no? Siempre eres uno de los primeros en saber los rumores así tienes razón para burlarte de otros ¿no es así?
En serio odio como ella me tiene en tan mal punto de vista.
- Si, así como ya se quien publico esa fotografía. - Mentía, en todo el fin de semana pase en el hospital con mi abuelita ni si quiera sabía que todo esto estaba sucediendo hasta hoy en la mañana que uno de los del equipo lo comento.
Recuerdo que en ese momento Joshua salió corriendo, y Christian dijo que tenía diarrea, pero yo no le creí. Cuando lo seguí llego hasta la biblioteca fue ahí...
Cuando la vi con ella y ese fue la milésima vez que la misma chica me rompía el corazón solo en un momento.
Volví a la realidad, y vi su rostro despreocupado.
- ¿Qué no te interesa saber quién lo hizo? -Pregunté.
- No, el daño ya está hecho.
- Pero podría eliminar la fotografía para que no siga causando daño.
- ¿Podrías cierto? Pero no quieres hacerlo ni, aunque de eso dependiera tu vida.
- Si lo haría, y te lo digo porque quiero hacerlo. - Dije. Ella dio media vuelta y volvió a subirse sobre la máquina, diciendo...
- No quiero tu ayuda, no confió en tu palabra.
- No porque confíes en mi lo hare, ¿Qué te parece una carrera?
- Tentador, pero eres un tramposo. No sé qué mañas tengas.
- Te gustan los retos y a mí también, y si aceptas el mío será tu oportunidad de ver que no miento.
- ¿Una carrera contigo? Si claro, algún truco tendrás escondido. -Dijo apagando por 2da. vez a la maquina y cruzándose de brazos.
- No, esta será nuestra primera competencia y una manera de practicar mi tiempo de velocidad para las practicas.
- ¿Cuánto es tu tiempo?
- 25 minutos.
- Esta bien, acepto la carrera. - Dijo triunfante, y no sé por qué, pero me agrada.
- Si tú ganas, elimino la fotografía de Instagram y todas las repercusiones de esta y si yo gano entonces sabrás que harás.
- Oh no, dime ya.
- No quería arruinarte la sorpresa, pero tendrás que ayudarme a entrenar hasta el viernes, en la tarde después de tus entrenamientos y clases.
- Oh, jamás tuve tanta emoción de ganar de una carrera.
- Saldremos del gimnasio, hasta el parque.
- Recorrer 4 cuadras, nada mal.
- Bien, haz calentamiento y come o toma algo para tus energías.
Poco después...
- ¿Lista? - Pregunté.
- Si.
Comienzo a contar lento para arrancar:
- Uno, dos...
- Tres. - Gritó y salió corriendo, y me tomo solo segundos alcanzarla.
Decidimos tomar un descanso antes de continuar, bueno ella lo decidió. Apenas vamos en la tercera cuadra solo faltaba una.
Pero a pesar que estaba como lechuga fresca hace un par de minutos, la noto muy cansada.
- Hey, ¿estás bien? - Ella estaba sentada en una banca cercana al parque, flexione mis rodillas agachándome y quedando a una distancia prudente dijo...
- Si estoy bien. - Con un intento de risa y respirando pesadamente.
- Continuemos, entonces. - Me levanté y volví mi vista al frente.
Luego volví atrás, al sentir y escuchar...
- ¡Charlotte! ¿¡Estas bien?!
No era primera vez que veía a alguien desmayado, podría estar acostumbrado a eso ¿pero ella?
Tome su pulso y estaba normal para mi criterio, tome mi celular y le marque a Fernando.
- Este número esta fuera de servicio, lo lamentamos Rodrigo. - Dijo en tono burlón.
- No tengo tiempo para explicaciones ni bromas, ven en tu auto al parque está cerca de mi casa. Rápido.
- ¿Te tiene la policía? - Preguntó.
- No, ven ya.
Intento hacerla reaccionar, pero no funciona. Y 5 minutos fueron suficientes para que Fernando viniera y por suerte me encontrara.
- Oye, fue una linda amistad viejo. - Dijo asustado.
- ¿Qué hablas? Ayúdame, se desmayó.
Su rostro fue alivio.
Entre los dos la levantamos y la llevamos a la camioneta de Fernando, el comienza a manejar en dirección a mi casa y yo voy con Charlotte en los asientos de atrás.
Su celular suena y el nombre de contacto dice: "Mi oso polar"
Joshua
Es extraño que no me conteste, tal vez siga haciendo ejercicio. Dirijo mi atención a los chicos que siguen haciendo su trabajo excepto por la misma chica que se me queda mirando.
Caminando en medio de las filas puedo sentir el miedo que les inspiro a los alumnos.
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Editado: 27.03.2022