Capítulo 67

★ Bajo tus estrellas ★

★ Capítulo 67 ★

Joshua

Lo vi llegar.

Lo sentí llegar.

Supe que esto iba a pasar, y aun así decidí hacerlo.

Decidí hacer que una chica me dejara en paz, a que explicarle primero a Charlotte y evitar sentir el riego de perderla.

Pero me conozco a mi mismo, lo suficientemente bien como para saber que no quiero perder a la segunda chica mas importante de mi vida: Charlotte.

La mujer que me dio la vida, y me ha estado cuidando todo este tiempo es la primera chica mas importante: mi madre.

Y la chica, mas tierna que he conocido ha sido y es el amor más profundo que he sentido en mi vida.

Y perder a Charlotte, no estaba en mis planes.

Por eso, estoy en un duelo mental: Si tocar la puerta y verla, o irme y verla mañana en la escuela.

Así que, toco con 2 leves golpes la puerta principal de su casa.

Miro al suelo, y cuando veo la luz del interior de la casa expandirse cerca de mis pies, supe que la puerta ya estaba abierta por lo que ya podía levantar mi mirada.

Y para mi mala suerte, no me encontré con los profundos y hermosos ojos oscuros color café de Charlotte, fueron los verdes cristalinos de su madre.

- Buenas Noches, señora. Me preguntaba, si me podía decir – jamás estoy nervioso, pero no encuentro las palabras correctas y educadas para preguntarle a la madre por su hija—, si me podía hacer el favor de llamar a su hija, es urgente que hable con ella. – Finalmente, pude cerrar mi boca y esperar a su respuesta.

Tranquilo, relájate es solo una chica.

Esa frase me ayudaría, lastima que no es una chica... no es solamente eso en mi vida.

- Buenas Noches, te recuerdo ¿el del equipo de futbol, cierto? – Pregunto.

- Afirmativo. - ¿Afirmativo?, ¿Quién soy? No suelo hablar así.

Es el efecto Charlotte, ha estado por mucho tiempo en mi mente, libre.

- Buena suerte, en tu próximo juego. – Dijo, tomando su celular—, voy a ver si me contesta, hace 5 minutos había llamado para decir que se quedaría en casa de una amiga.

- ¿En serio? – Pregunte, y no quiero imaginar lo tonto que debo estar luciendo—, y, ¿por casualidad sabe con quien se ha quedado, esta noche?

Me miro, con unos ojos que traspasan los míos hasta llegar a mi mente y dejar ahí: "No luzcas así, pensara que iras detrás de ella y eso no te dejara bien frente a tu posible futura suegra".

Cielos, o lo pensé yo o ella quiere que piense en eso.

Y es un buen punto.

Ante todo, mis padres me inculcaron que no importa lo bueno o malo que las personas lleguen a ser conmigo, siempre el dejar una buena imagen de respeto y amabilidad no me vendrá mal a mi persona.

Y no sé, pero...

- Disculpe la pregunta, señora. Simplemente quería saber si había algún modo de contactarla.

- Puedes llamarla, te será mas fácil. – Dijo, esperando algo más.

- Me gustaría hacerlo en persona, es importante lo que le tengo que decir – mas bien es explicar, porque merece saber lo que en verdad paso—, ella es importante y quiero hacer las cosas bien.

Por alguna razón, luego de haber dicho eso quedo en mi un presentimiento: siendo sincero, hasta el punto extremo... solo lo he hecho con el pasar de los años, con mi mama.

- Eres un excelente, chico y me gustaría ayudarte pero con todo el estrés del trabajo no recuerdo muy bien su nombre. – Dijo.

- No se preocupe, entiendo. La buscare, mañana temprano en el instituto. – Dije, colocando mis manos sobre el bolsillo listo para irme.

- Buenas Noches. – Finalice, antes que cerrara la puerta.

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Y antes de dar el quinto paso, observo el cielo.

Las estrellas, específicamente. Busco mi constelación favorita, pero no tuve éxito al respecto, y no es porque sepa como identificarla.

La habitación de Charlotte... tiene la luz encendida.

Creí que no estaba en casa, o al menos eso es lo que supe por su madre.

Camine hacia mi casa, lo que agradezco porque no es a mucha distancia, fui directo a mi habitación en la que tengo el panorama completo.

Desde el patio trasero del jardín de Charlotte, hasta su ventana.

Su habitación, no la veo completa pero si veo lo necesario como para saber si es ella quien esta en uso de la luz de su habitación.

Si es así, entenderé que quiere espacio.

Solamente con ella, olvido que no soy la persona más paciente del mundo.

Y solo con ella, existe mi lado cursi con un poco del viejo romanticismo.

Al grado, de tener mas de 7 poemas... todos creados por su inspiración.

Abro la puerta de mi habitación, y decido no encender la luz ir directo a la ventana y observar.

No es la primera vez que lo hago, y ella lo sabe muy bien.

Levanto un poco la vista y para mi sorpresa es la madre de Charlotte que esta en su habitación, parece buscar algo.

Creí, que estaba trabajando.

Y debe ser algo muy importante, porque jamás la había visto en la habitación de su hija.

No así.

Desde los 9 años de edad, hasta hace 2 días jamás la había visto así.

No soy acosador, simplemente me gusta verla cuando ella también lo hace.

Así como aquella vez, después de que salí del baño estaba frente a la ventana esperando como una pequeña e inocente niña.

Y su expresión al verme, ha quedado capturada en el tiempo, y de manera gratis en mi mente.

Realmente la quiero, y ella no lo supo de manera exacta todo este tiempo atrás. Específicamente, desde que cumplió 13 años.