Nota de la autora:
Este capítulo ha sido todo un desafío para mí. Quise traerles lo mejor y creo que les gustara, espero…
Disfruten, y no olviden sus votos y comentarios.
Los amo mucho,
Ligia M.
Capítulo 82
Joshua
Ayer. Después que ella se fue a su casa, tuve que pedir ayuda para esta sorpresa especial que le tengo preparada.
Al principio, la sentí «planeada de último momento» pero ahora todo está saliendo a la perfección.
—Esto es y siempre será para Charlotte Miller —dije con mi mirada fija sobre ella. Está derramando lágrimas, lo sé, pero aún así quiero proseguir.
Quiero que disfrute del pequeño detalle que le tengo preparado.
—Jamás he hecho esto con nadie, pero este poema es para ti —me detengo al escuchar los “¡Awww!” de las chicas en las gradas y el de las porristas, continuo cuando son con menos intensidad:
—Hermosas cascadas de chocolate, caen de tu cabeza
Haciendo juego con las 2 hermosas perlas que nunca quiero perder.
Charlotte Miller, la chica de 8 años que me hipnotizó con su belleza
Y luego contagió a mi mente con ideas de romantización, a más no poder.
Mi chica, me has tenido a tus pies por todos estos años
Convirtiéndote en el “Alto” a las pesadillas, y en el motor de mis sueños.
Cuando te besé, no sabía que terminarías siendo la dueña de mis labios,
No sabía que mi mente y mis ojos estarían perdidos
En el eco de tu voz y en el inexplicable brillo de tus ojos.
Me enamoré de ti y no fue por estética.
Invadiste mi mente y no fue por brujería.
Tu manera de sonreír y reír siempre tenía más de una pizca
De una imponente majestuosidad, evitando salir de mi memoria.
Me has querido en mis peores momentos,
Supiste esperar cuando estaba en mi mundo y pensamientos, sumergido.
Por ti, supe mantenerme cerca cuando no quería estar lejos
Por ti, estoy frente a una multitud después de haber recitado un poema.
—Solo por ti, mi pequeña Osa polar.
Siempre tuve miedo de recitarle uno de los muchos poemas que había escrito para ella. O todos...Pero el que escribí anoche, después de saborear sus labios y tenerla lo más cercano a mi cuerpo que la he tenido...Después que ella se fue a dormir a su casa fue el que le recite el día de ahora.
—¿Por qué tienes que ser así de tierno? —Preguntó limpiándose las lágrimas que habían brotado.
—¿Por qué tuviste que enamorarme de esta manera tan jodidamente fuerte? —Contesté a su pregunta.
Volví a tomar su rostro entre mis manos, me hinqué para estar bajo su mirada.
—Te amo, mi osa polar.
Ella no supo contestar en palabras. Y está bien. Me gusta que haya contestado con el hecho de juntar sus labios sobre los míos y permitirme tener mis brazos alrededor de su cintura.
Finalicé apoyando mis rodillas sobre el suelo, mientras ella seguía sentada en la banca. Yo por mi parte, quería seguir saboreando esos labios, dejarlos rojizos como anoche. Pero sentí sus dedos apoyarse sobre mi pecho, deteniéndome.
—Yo también te amo, mi oso polar —dijo, con cierto aire de tristeza que pude percibir.
—Continuaremos con la ceremonia de celebración en honor a nuestro equipo —dijo el director.
—¿Quieres que vaya con mi equipo o prefieres que esté admirando de cerca, junto a ti?
Ella se mueve, y con una sonrisa en sus labios me señala un lugar junto a ella.
Me siento, y la ceremonia comienza. Algunas de las porristas están con sus novios de la otra preparatoria, otras están con personas en las gradas.
A pesar de la felicidad, siento aires...pequeñas intuiciones de que Charlotte no está del todo feliz.
—¿Qué te parece, después de la ceremonia ir a cenar? —Pregunté susurrando en el oído.
—¿Qué hay de la fiesta? —Preguntó.
Cierto. Un clásico de Rodrigo es hacer fiesta antes de saber el porqué se festeja.
Comenzó avisandoles a todos anoche: “Si nuestro equipo gana, pueden entrar a mi casa a las 8:00pm y prender su locura”.
—Podremos ir después, si quieres.
—¿Hora a la que tengo que estar lista? —Preguntó con una pequeña sonrisa en sus labios.
—5:30 pm —contesté.
—Me gusta la idea, de tu y yo en una cena —dijo con mucho movimiento en sus manos—. Y después de una fiesta, suena el perfecto final —hace una pausa—, para tu gran día.
Reí un poco en lo bajo, —¿Acaso estás nerviosa?
Ella menea la cabeza. Me quedé viéndola un poco más, y luego dirigí mi mano caudalosamente cerca de la suya.
Comencé enredando mi dedo meñique con el suyo, luego el anular...Finalmente logré entrelazar completamente su mano con la mía. La de ella está fría...Deben ser efectos de su nerviosismo. Pensé.
***
“Estoy en camino”.
Envié el mensaje, antes de que la luz del semáforo cambié. Presioné con mi acelerador, dirigiéndome a la casa de Charlotte.
«Sabes que lo entenderá, solo elige bien tus palabras y pasa el mayor tiempo posible con ella».
Las palabras de mi tío comienzan a hacer eco en mi cabeza. Otra vez.
Fui a visitarlo con tiempo, antes de pasar por Charlotte para ir a cenar:...Necesitaba un impulso para no arrepentirme, de lo que haré y visitarlo para que me recordará lo que tengo que hacer fue una buena idea.
Decirle a Charlotte que me voy del estado no será fácil, pero quiero decírselo meses antes de que sea la hora de despedirme de ella.
Hace unos días, la Universidad «Methodist» me envió un correo diciendome lo agradecidos que estarán si cuentan con mi presencia en la Universidad ya que mi solicitud fue aceptada.
Mi tío sabía lo mucho que quería ir a esa Universidad, sus programas de estudio son excelentes y a mi favor están. Las mensualidades no son excesivas. Y ofrecen becas y planes de estudio, que me favorecerá a largo plazo si opto por ellos...Él se adelantó y compró un apartamento cerca de las instalaciones de ambas universidades a las que había enviado mi solicitud.
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Editado: 27.03.2022