♜CAPITULO QUINCE♜

BIENVENIDA A MI FUNERAL

Samanta

Me encuentro desayunando en la terraza pensando en que Alexander se encontraba perdido en sí mismo creo que no es un “idiota” sino que ese lugar le trae recuerdos.

—Cuéntamelo todo y exagera —Llega mi primo con su plato de comida cruzando las piernas.

—Buenos días por los menos ¿No?

—¿Para qué?, te veo todos los días y noto cuando estas triste, molesta, confundida, animada, desanimada, con bajones, ansiedades que no tengo necesidad de preguntarte porque te conozco perfectamente.

—Tienes razón pero igual…

Me acomodo en la silla explicándole con lujos y detalles lo que sucedió ayer por la noche sin omitir nada.

—No inventes —Termino de ingerir su trozo de fruta—. ¿No sera que Gustavo hizo eso para juntarlos de nuevo?

—Gustavo no me supera tampoco y conozco cuando él trama algo en específico hay algo que me tiene en duda al llegar a ese lugar.

—¿Qué?, claro tu no lo sabes…

—¿Qué es lo que no sé?

—Alex tenía un hermano que se llamaba Jacob era uno de los mejores peleadores más bueno lo hacían llamar “Tigre” y “León” eran como el chocolate con el azúcar inseparables un día ese lugar donde te llevo hubo una pelea con “Titan de hierro” no le gusto la derrota al regresar nuevamente a ese camerino donde te encontrabas Alexander iba buscar algo de tomar porque tener cinco o más de seis hora de pelea te deja cansado cuando regreso su hermano tenía puñaladas profundas muriendo en los brazos de su hermano y se juró él mismo no volver a un ring nunca más, es más ayer se cumplieron dieciséis años desde que ocurrió ese trágico día.

—¿Y cómo sabes todo eso?

—Te he dicho cantidades de veces que tenemos que saber el cincuenta por ciento la vida personal de las personas porque nunca sabemos la otra cara de la moneda, pero eso no es un secreto tenía un novio que trabajaba en una agencia experto en tecnología casera.

—Vaya…

—¿Alguna vez lo has visto tomar píldoras?

—No

—Son antidepresivos

—¿Por eso él es un mujeriego?

—Es lo normal busca a las chicas para desestresarse un simple pasatiempo —Se come una de las moras—. Como sabes es casado y su novia es unas de las modelos más importante que mágicamente quedo embarazada osea la foto que viste no era sus “sobrinos” porque Jacob era gay así que efectivamente son sus hijos.

—¿Es tan chismeando sin mi presencia?, esto es una falta de respeto me siento ofendido —Dijo mi padre entrando con su taza de café.

—Hablamos de Alexander ¿Qué sabes de él?, ya que sera el próximo sub-jefe general de la CIA

—Se lo que todos saben, su madre es directora general de una academia de pastelería y repostería muy famosa que si no me falla la memoria tiene alguna que otra competencia con la de mi esposa pero mi Sara lo hace por pasión —Él suelta con orgullo—. También es representante de “Dragón” unos de los famosos motocrosista, su padre fue un reconocido militar desaparecido antes que naciera, su hermano muerto y su ex es modelo con gemelos —Dice un poco más de lo que sabe—. Pero pueden buscar en Google “Sharon Burk”

Ambos nos levantamos para ir a mi habitación mi primo se sienta cerca del ordenador para comenzar a buscar algo relacionado con lo que mi padre nos contó y efectivamente encontramos algo, es una mujer rubia de buen cuerpo «no parece operada» solo los pies porque tiene una curva perfecta algunas fotos sale con el cabello distinto me imagino que debe ser peluca no vaya ser que quede pelona.

—Que bella.

—Mira… —Charlie señala la pantalla del ordenador.

—¿Qué dice? —Apoyo mi brazo en su hombro.

—La gran modelo fue vista con sus hijos de sietes años caminando por las calles de Rusia se la ve relajada a pesar de ser madre ¿Cuál es su próximo truco? —Susurro y ve las fotos de los niños—. ¿Estos niños fueron los que viste?

—Si, son iguales a la foto que sale con Alexander…

—Entonces estabas en lo correcto recuerda que él no se abre con facilidad al menos que de verdad te considere importante como para contarte lo que paso en su vida porque es una persona reservada.

—Entiendo…

 

—Según aquí ella gano la custodia de los niños —Susurro—.  Al parecer dijo en la corte “Es un adicto a los antidepresivos perdiendo muchas veces el control”

—Si puede ser él tiene que controlarse en sí mismo eso no es una simple “pastilla” que te cuida la vida al contrario te la destruyen…

—No puede juzgar un libro por su portada ella lo hizo ver como una persona adicta y no es justo.

Escuchamos la puerta y veo que cierra la página donde estábamos leyendo.

—¿Quién? —Pregunto mi primo.

—El lobo de los tres cochinitos, soy tu madre —Dijo mi tía y me rio bajito.

—Pasa tía.

Ella abre la puerta

—¿Qué hacen?

—Aquí hablando de cosas que nos pasan en la vida.

—No me mientan buscan información sobre el juicio de la modelo Sharon ¿No? —Se cruza de brazos enarcando una ceja y es igual a Charlie versión femenina.

—¿Dónde tienen las cámaras de seguridad? —Volteo a todos lados.

—Los conozco, vengan conmigo…

Mi tía entro este mundo para demostrar que ese trabajo no solo es para “hombres” tiene varios reconocimientos por resolver casos que jamás pensaron conseguirle un paradero, se desenvuelve al momento de presentarse sin miedo a lo que pueda pasar, viaja resolviendo casos de otras personas inocentes o como otras que necesitan estar detrás de las rejas.