♜CAPITULO VEINTITRÉS♜

COCO FIESTA

PARTE UNO

Alexander

Después de lo del día anterior puedo admitir que me gustaría pasar más momentos con Samanta porque el tiempo se detiene a mi alrededor olvidándome de tantas cosas que lo único importante para mí es perderme en el ambar de sus ojos llevándome a otro universo.

Suelto un bostezo cuando el sol golpea mi rostro haciéndome levantar mientras estiraba mi cuerpo desnudo «Siempre me ha gustado dormir como Dios me mando al mundo, pero cuando tuve a mis hijos comencé a usar pijamas ya que por las noches tenían miedo y dormían a mi lado» tiene razón la famosa frases que cuando tienes hijos todo cambia.

Me acerco al baño para lavarme los dientes, ducharme y afeitarme, al salir me coloco una franela azul marino junto con un short rosado y bajo para prepararme algo de desayuno antes de llamarlos.

Comienzo hacer unos huevos con jamón para rellenarlos en una tortilla integral árabe, ensalada de frutas y luego un parfait de yogurt, granola y arándanos. Me acerco con los platos al patio para colocarlos en la mesa cerca de la piscina, luego regrese para buscar mi jugo junto con la computadora encendida y procedo en abrir la aplicación Skype

Mis príncipes – [Llamando]

—Vaya, vaya, malévolo cucarachón se nos puso sentimental —Contesta John.

—Hasta te acuerdas que tienes dos sexys hijos hermosos esculpidos por los dioses griegos —Dice Jhonander sentando en la cama con unos lentes oscuros.

—Siempre me acuerdo de ustedes.

—¿Y cómo estás?, ¿Estas cumpliendo la dieta?

—Te tenemos un chisme…

 

—Estoy bien pronto los iré a buscar, ahorita estoy desayunando ¿Y cuál es chisme?, no los puedo dejar solos porque ya me tienen tremenda tramoya.

—Carmen y Julio se gustan, yo lo sé porque mi instinto lo sabe y también los vi que se estaban viendo las amígdalas.

—¿Tu instinto animal? —Lo mira el mayor.

—John respeta a tu hermano y Nander te he dicho varias veces que es malo invadir el espacio personal de las personas.

—Lo sé papá, pero el chisme es como el agua —Se cruza de brazos—. Es un elemento de la naturaleza, integrante de los ecosistemas naturales para sostenimiento y la reproducción de la vida en el planeta, así es el chisme además yo no lo busque él vino a mí.

—Es que ustedes son algo increíble.

—Otra cosa papá sabes que me eligieron para el proyecto de ciencias y voy hacer un volcán de lava azul —Explico John.

—¿Cómo que de lava azul?, ¿La lava no es roja?

—No papá, no todos los volcanes tienen la lava roja o anaranjada, aunque es parte de la explosión porque en realidad es de color negro, valga la redundancia, pardo amarillento, grisáceo oscuro y pardo olivo oscuro.

—Aja genio, pero la pregunta acá ¿Es por qué la lava azul?, sino existe un volcán que haya expulsado ese tipo de color.

—Claro que sí búscalo en Google, es el volcán de Kawah Ijen ubicado en indonesia.

Hay un momento de mi vida que si me siento viejo porque a los años que tengo ahorita es que me vengo enterando que existía un volcán de lava azul.

—Papá ¿Yo le puedo hacer una pregunta? —Me dice el menor.

—¿Dime?

—¿Tú no tienes novia verdad?

Comencé a toser sin querer al ahogarme mientras estaba comiendo algo yogurt del parfait.

—¡Aja, tosió, tosió!, si tienes a alguien —Me señala—. Cuéntanos el chisme completo, abre hilo.

 —¿A caso le has visto la cara de Twitter a mi papá?

—Nuestro…

—Ya chicos no tengo a nadie por los momentos —Le doy un pequeño sorbo al jugo.

—¿Pero si tienes una conquista por ahí?

—¿Qué te dijeron de invadir el espacio personal?

—Me ahogue con el yogurt y se los repito otra vez, no tengo a nadie por los momentos ¿Bien? —Ordeno los platos.

—Cambiando de tema no es nada personal ¿Me puedes ayudar a redactar un discurso corto sobre el abandono infantil?, es que me lo mandaron en la escuela y no sé nada sobre eso quiero que sea corto, resumido y entendible ¿Puedes? —Hace ojitos mientras une sus manos.
 

—Está bien dentro un rato lo hago y se lo enviare por correo a mi tu mamá ¿Te parece?

—Claro mi amor como usted diga mi vida —Me lanza un beso—. ¿Escuchas eso?

—¿Qué voy a escuchar? —Preguntó John.

Mi hijo menor sale corriendo del cuarto y podía escuchar la música de Shakira con claridad mientras observo como se pone unos lentes oscuros haciendo un baile exagerado en la cama, estos niños tienen mucha energía así que aprovecho en tomar la cucharilla para seguirle la corriente.

—¡Debe ser el perfume que usas o el agua con la que te bañas, pero cada cosita que haces a mí me parece una hazaña!

—¡Me besaste esa noche como si fuera el único día de tu boca! —Él mayor tomo el cepillo para peinar imaginándose que era un micrófono—. ¡Cada vez que me acuerdo yo siento en mi pecho el peso de una roca!

—¡Dale papá!

—¡Son tus ojos!

—¡Marrones!

—¡Esta veta!

—¡Verdosa!

—¡Es tu cara!